martes, 1 de marzo de 2016


   

DOS PEQUEÑOS PROBLEMAS.


CÓMO SE DETIENE UNA PELEA DE PERROS




La mayoría de las peleas de perros son desagradables, salvajes  y duran poco. Suelen durar tan sólo un par de segundos, pero es suficiente para que los perros ocasionen serias heridas. Depende de los humanos detener las peleas sin resultar heridos ellos mismos.

“Cuando su perro se encuentre en una pelea, seguramente no le reconocerá como a su querido amo”, dice Steve Aiken, especialista en comportamiento animal en Wichita, Kansas. “Será una máquina de lamer muy cariñosa en casa, pero en medio de una pelea de perros actúa según miles de años de instinto. Si usted se entromete, no se sorprenda si le muerden”.




SOLUCIÓN AL ABANDONO, A LAS EJECUCIONES, A LOS MALTRATOS: LA CASTRACIÓN.




Hay varias maneras de detener o al menor interrumpir una pelea. He aquí algunas estrategias que recomiendan los entrenadores.


Mójelos. Los perros odian que se les moje, y a veces rociar a los combatientes con agua de una manguera los separará (también sirve un cubo de agua, echado de repente). No siempre funciona, pero puede ser su única opción con perros que son demasiado grandes para separarlos físicamente.







Ponga una barrera. Cuando se peleen perros pequeños, tire una manta o su abrigo por encima de ellos. Esto lo protegerá de mordeduras y arañazos cuando los separe físicamente.












ACALORADOS Y FURIOSOS.


Los adiestradores oyen a menudo a los propietarios quejarse de que sus perros prestan atención y se concentran en las clases impartidas al anochecer pero se vuelven obstinados e irritables durante el día. No es producto de su imaginación. “Sobre todo en verano los perros aprenden mejor por la noche o temprano por la mañana”, asegura Quenten London, asesor de adiestramiento del National Institute of Dog Training de Los Ángeles. La razón no es ningún misterio. Así se ve la clase desde el punto de vista canino:


1. En pleno julio, diríjase al armario y póngase el abrigo de piel más grueso y más pesado que tenga.


2. Salga de casa y siga a su amo enérgicamente durante 10 minutos.


3. Entre a casa tambaleándose, séquese el sudor y decida si llamar o no a una ambulancia.


“Debido a sus abrigos de piel naturales y sus ineficaces sistemas de refrigeración interna, los perros son mucho más sensibles al calor que las personas”, explica London. Durante los meses de estío, tan sólo unos minutos de ejercicio pueden agotarlos. Por eso aprenden mejor durante los momentos más frescos del día.









FUENTE: MANUAL DE EDUCACIÓN CANINA (Guía completa de los buenos modales)
© 1999 de Weldon Owen, Inc.
Redacción: Mattew Hoffman
Colaboradores: Sheree Crute, Susan Easterly, Tony Farrell, Susan McCollough, Christian Millman, Jana Murphy, Amy D. Shojai
© 2000 de la edición española:
Könemann Verlagsgesellschaft mbH, Colonia, Alemania
KÖNEMANN








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si tienes algún comentario no dudes en hacerlo. Gracias.