martes, 31 de mayo de 2016



EL GOLPE DE CALOR:

UN PROBLEMA EVITABLE.






Almohadillas quemadas, por caminar sobre el asfalto caliente.



El verano y los días calurosos ya están aquí. Todos los años, a pesar de las constantes advertencias de los veterinarios, se reciben muchos casos de pacientes que sufren golpes de calor. Esto no es algo exclusivo de las mascotas, ya que verano tras verano los telediarios también nos alertan sobre este problema en las personas. Pequeños descuidos pueden desencadenar situaciones fatales para los animales.


En este artículo se describe minuciosamente el problema para que todo propietario sea consciente del peligro que supone, y se dan consejos prácticos y fáciles de seguir para evitarlo. O los primeros auxilios, en el peor de los casos.







¿QUÉ ES?


A golpe de calor se le denomina también hipertermia o congestión por calor. Es un estado patológico provocado por un exagerado aumento de la temperatura corporal hasta incapacitar los mecanismos de termorregulación y provocar daños más o menos graves, incluso la muerte del animal.







MECANISMOS DE TERMORREGULACIÓN  


Los perros y los gatos no son capaces de disipar el calor corporal del mismo modo que las personas. Ellos no tienen el cuerpo cubierto de glándulas sudoríparas como el humano, que controla y reduce la temperatura de su cuerpo. Las mascotas eliminan principalmente el calor mediante tres mecanismos:

* El jadeo, mayoritariamente.

* Sudor, sólo a través de las almohadillas de las patas.

* Zonas del cuerpo con escasa cantidad de pelo, el abdomen.


FACTORES PREDISPONENTES

Diferentes situaciones pueden inducir a la aparición del golpe de calor.

Ambientales: Elevadas temperaturas en el exterior.

* Humedad ambiental alta.

* Espacios reducidos, con cristales y/o mal ventilados.

* No acceso al agua, o agua no fresca o no renovada.

* Ausencia de sombra o no suficiente.

* Suelos que no absorben el calor, por ejemplo, con cemento, baldosas, etc.


Animales: cachorros o geriátricos.

* Pacientes con problemas cardiacos o respiratorios, estrés, etc.

* Razas braquicéfalas.

* Animales obesos.

* Individuos con color de capa oscura


UN COCHE AL SOL, UNA TRAMPA MORTAL

Todos hemos experimentado una sensación de sofoco al entrar en un coche aparcado al sol en los días de más calor. Siendo conscientes de esta sensación, nos podemos hacer una idea de lo que puede experimentar un animal, que además tiene su cuerpo cubierto de pelo, sin poder bajar las ventanillas ni poner el aire acondicionado.







Probablemente, ésta es la situación que más provoca golpes de calor en las mascotas. A  veces, los propietarios no son conscientes de esto y encierran solos a sus animales en el coche al sol (aunque se deje un poco entreabierta la ventanilla) para “sólo un minuto”, o los transportan en maleteros cerrados.







LA TEMPERATURA CORPORAL


La temperatura fisiológica en perros es de 37,5 - 39,2ºC, y en gatos es de 
38 - 39,2ºC. Gracias a distintos mecanismos corporales, el organismo animal es capaz de controlar las variaciones de temperatura. Por ejemplo, la fiebre es una situación de elevación de la temperatura normal que el organismo es capaz de controlar, pero un golpe de calor excede ampliamente la temperatura de una fiebre por enfermedad.








¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?


Se debe tener en cuenta que muchos síntomas que aparecen en el golpe de calor son similares a los de otras enfermedades. Los síntomas que un propietario puede apreciar a simple vista son:








* Agotamiento extremo.

*Animal reacio a moverse.

* Temblores musculares.


* Mucosas de color azulado.


* Aumento del ritmo cardiaco.


* Respiración rápida y con dificultades.


* Alteración de la salivación.


* Tambaleo.


* Coma.



Si aprecias estos síntomas, sumados a ciertas condiciones externas (excesivo calor, no agua,etc.) o unas condiciones individuales propias (braquicefálico, cachorro, etc.), llama urgentemente al veterinario.









¿CÓMO ACTUAR?




Ante una situación de golpe de calor los propietarios son los primeros que pueden aplicar los primeros auxilios a su mascota, pero los pacientes requieren atención veterinaria para tratar los síntomas y evitar los posibles daños secundarios. Un animal que ha sufrido un golpe de calor debe estar bajo control profesional, incluso algunos días después de haberlo superado, porque pueden aparecer secuelas.









La disminución de la temperatura corporal del paciente debe ser progresiva, y no inmediata, para evitar daños secundarios.


* Trasladar al enfermo a un sitio fresco.

* Ofrecer agua para que beba (no muy fría), pero sin dejar que beba en exceso. Si no pudiera beber, rociar agua en la boca del paciente y humedecer su lengua, evitando atragantamientos.

* Humedecer a la mascota con agua a 20ºC, hasta comprobar que se normaliza la respiración. Un pulverizador de agua puede ser de utilidad durante el trayecto al centro veterinario.

* Apoyar al animal sobre paños o toallas mojadas, preferiblemente no cubrirlo por completo porque esto reduce la temperatura de manera muy brusca.


* Controlar con un termómetro que la temperatura disminuye progresivamente.








Acudir de urgencia al centro veterinario, para completar un tratamiento adecuado.








MEJOR PREVENIR




Sigue estos sencillos consejos y prevé de antemano cualquier problema con el calor.


* Siempre que salgas a pasear en días de calor lleva agua limpia y fresca.

* Asegura una estancia o destino con ventilación y sombra cómoda.

* Ante temperaturas exteriores muy elevadas, no está de más humedecer a la mascota.

* Alarga los paseos de la mañana y el atardecer, y reduce el tiempo al mediodía.

* Evita acudir a lugares con suelos duros, es preferible césped o tierra.

* No le fuerces a hacer ejercicio a elevadas temperaturas, y en individuos muy activos evita que se excedan.

* Extrema las precauciones con cachorros, geriátricos, braquicéfalos, animales enfermos, nerviosos o que se estrenes con facilidad.









INSISTO: PREVENIR ES CURAR Y SALE MÁS BARATO.







FUENTE: REVISTA CLIP, 
CENTRO CLÍNICO VETERINARIO INDAUTXU
Alameda San Mamés 38 Bajo
48010 Bilbao
Tel. y Urgencias 944 445 444
vetindautxu@vetindautxu.com
www.vetindautxu.com




















martes, 24 de mayo de 2016



CONDUCTA EXTRAÑA.








NOMBRE: STORMY

RAZA: LABRADOR

EDAD: 2 AÑOS


CONDUCTA Stormy no bebe su agua, juega con ella. Cada vez que su humano le llena el cuenco, sorbe un poco y, acto seguido, coloca sus patas delanteras encima y comienza a chapotear y salpicarlo todo de agua. Sus propietarios están ante un dilema existencial. Están hartos y aburridos de recoger el agua de los continuos chapuzones se Stormy pero tampoco quieren que pase sed por no tener agua en el cuenco.

Hasta ahora han optado por mantener el cuenco lleno de agua [o al menos intentarlo] pero el suelo de la cocina empieza a estar inundado. También han probado con un cuenco más pesado, que resulta más difícil de volcar, pero Stormy se las ingenia para derramar toda el agua igualmente.







SOLUCIÓN “Este perro desea nadar”, asegura Judith Halliburton, adiestradora y experta en conducta animal de Albuquerque, Nuevo México, y autora de Raising Rover. “Los labradores lo llevan en la sangre, como el traer las presas. El labrador ha sido criado durante cientos de años para trabajar en el agua y, como es natural, le encanta”.






“Hasta los labradores pueden aprender a ser algo más limpios --añade-- pero la única manera de conseguirlo es si Stormy satisface sus ansias acuáticas en algún otro sitio”. Sus dueños podrían comprar una pequeña piscina infantil y colocarla en el patio de la casa. “Colóquenla en al patio, llénenla hasta la mitad y dejen que disfrute de ella”, aconseja Halliburton. “En invierno puede que decida pegarse algún que otro chapuzón; en verano probablemente se trasladará a vivir en ella”.







Una solución más conveniente para los propietarios de Stormy sería adquirir un comedero-bebedero elevado en una tienda de animales. Este tipo de recipiente 
---generalmente de acero inoxidable o de plástico--- eleva los cuencos hasta la altura de la boca. Pese a que se emplea principalmente para ayudar a comer a los perros con problemas articulares, eleva el agua a unos 30 ó 60 cm del suelo hará que Stormy no pueda juguetear con ella.







“Por último, cuando haya acabado de beber y empiece a jugar, retiren el cuenco”, recomienda Halliburton. “Cuando se calme, pónganlo en su sitio de nuevo. Así entenderá que con el agua del cuenco no se debe jugar”.











FUENTE: “MANUAL DE EDUCACIÓN CANINA”  (Guía completa de los buenos modales).

COLABORADORES: Sheree Crute, Susan Easterly, Tony Farrell, Susan McCollough, Christian Millman, Jana Murphy, Amy D. Shojai.

© 1999 de Weldon Owen Inc.

© 2000 de la edición española:
Könemann Verlagsgesellschaft mbH, Colonia, Alemania

EDITORIAL KÖNEMANN






































sábado, 21 de mayo de 2016




EL PRIMER CASO DE MALTRATO







En los años setenta vivíamos en la Plaza de Peña Blanca, en el séptimo piso de un rascacielos de doce plantas -entonces doce plantas era mucho… muy, muy alto-. Los alrededores de mi casa tenían zonas ajardinadas, un colegio al cruzar la calle y mucha, mucha tranquilidad. En aquellos tiempos bajar a la calle a jugar era normal, tampoco teníamos muchas otras posibilidades lúdicas, por lo que el contacto con el entorno del barrio era lo más habitual.







Mi hermano Antonio, con cuatro años más que yo, era siempre el obligado responsable del miembro más pequeño de la familia; en nuestras salidas al exterior, me tenía que llevar de la mano, por más que le molestara, y cuidar y prevenir todos aquellos potenciales peligros que pudieran acecharnos.


Uno de aquellos días en los que dábamos un paseo por las cercanías de nuestro domicilio, pasamos por delante de un profundo callejón. No tengo los recuerdos absolutamente claros, pero creo que era por la tarde, primavera o verano, hacía buen tiempo. De lo más profundo de aquella vía sin salida procedían unos gemidos no muy intensos, pero continuos. Mi hermano y yo nos miramos y, por supuesto, contraviniendo cualquier ordenanza paterna de evitar situaciones anómalas, entramos en el callejón; al fondo, pegado a la pared, un perro de tamaño medio.









A medida que nos acercábamos, de forma lenta y prevenida, aquel pobre animal intentaba hacerse más diminuto, intentaba ser invisible a nuestros ojos. Yo era muy pequeño, pero tengo clavada en mi alma la sensación que transmitía: miedo, mucho miedo.


Nos acercamos todo lo que pudimos, aquel desgraciado ser vivo no hizo el más mínimo intento de defenderse, de atacar. Seguramente estaba sin fuerzas después de que algún o algunos hijos de satanás le hubiera propinado una paliza de aberrantes proporciones. Recuerdo la escena y el olor de la sangre. Nunca podré borrarlo de mi memoria. Pero lo que todavía a día de hoy se presenta de manera involuntaria ante mi mente en demasiadas ocasiones similares es la imagen de uno de sus ojos fuera de la órbita. ¿Quién podía haber ejecutado aquella pavorosa acción?, ¿qué mal había desplegado aquel indefenso ser vivo para recibir tal castigo?







Creo que lloré. No entendía nada. Solo sentía la mano de mi hermano apretándome fuerte. Él era el mayor y tenía que mantener el tipo. En ese apretón yo notaba protección, pero también notaba su rabia.


Por aquellos días la gente del barrio se conocía, éramos como una gran familia. Salimos del callejón, yo aturdido, pero mi hermano con la clara y firme intención de buscar algún adulto responsable que pudiera ayudarnos. Habló con alguien que inmediatamente acudió al lugar y salió con el perro en brazos, envuelto en sangre y con su ojo… con aquel ojo colgando.








Había una pequeña clínica veterinaria cerca, muy cerca. Seguimos a aquel hombre y al perro. Solo pude ver cómo lo depositaban en la mesa y después nos dijeron que nos fuésemos a casa. Nunca supe qué pasó con aquel animal. Siempre me ha quedado la duda. Quizá aquel día, aquella visión del salvajismo, de la crueldad del ser humano hacia los animales, fue otro ladrillo de la base de mi realidad actual.








Era pequeño, muy pequeño, pero me prometí, me conjuré para intentar que ningún otro animal sufriera ese trato; me juré a mí mismo que, si por desgracia volvía a suceder, yo tenía que estar pendiente para ayudarlos.


Sigo intentándolo.











PARA DENUNCIAR MALTRATOS:

yodenuncio.pacma.es


Defensa Animal: http://www.justiciaydefensaanimal.es

Se puede denunciar el maltrato animal desde el móvil de manera inmediata.

SEPRONA (En Euskalherria no hay SEPRONA) Teléfono gratuito: 062




FUENTE: "YO Y OTROS ANIMALES"

AUTOR: CARLOS RODRÍGUEZ; Veterinario, compagina la radio y la televisión con el ejercicio de su profesión y colabora con entidades de protección animal. Ha sido presentador de programas sobre animales en Tele5, Antena3, TVE y Telemadrid. En Onda Cero dirige y presenta Como el perro y el gato, y en el canal de televisión digital Nova, Pelopicopata Edición Mascoteros. Además ha publicado varios libros y un coleccionable sobre animales de compañía. Es autor de “El encantador de gatos”, entre otros.



lunes, 9 de mayo de 2016




RESIDENCIA DE MASCOTAS.  (Para estar como en casa).







Pasar las vacaciones con la mascota suele ser una experiencia muy agradable para toda la familia, pero hay que tener en cuenta que los propietarios también tendrán que adaptarse a las necesidades de este especial acompañante. La presencia de un animal de compañía puede alterar ligeramente los planes durante las vacaciones, ya que no en todos los lugares aceptan animales (transportes, alojamientos, restaurantes, etc.).







 Si estás planeando irte de vacaciones con tu mascota, infórmate de si podrás viajar y alojarte con tu animal conviene realizar unas llamadas previas para enterarte bien; incluso en la oficina de turismo del destino elegido podrán recomendarte estancias y actividades donde admitan animales de compañía.







Cuando tu mascota no pueda acompañarte en tu viaje, debes buscar una alternativa adecuada para cuidarla en tu ausencia. En viajes cortos, una de las posibilidades será dejarlo en casa con comida y agua suficiente, y la asistencia de alguna persona de confianza (principalmente para gatos); la posibilidad de que algún conocido responsable y con experiencia se encargue directamente del animal todos los días para la comida, paseos y demás necesidades (principalmente para perros). Pero estas alternativas no siempre son posibles por lo que podemos contar con alojamientos y cuidadores profesionales para estos momentos: las residencias de mascotas.







El gato está mucho más tranquilo en su propia casa, por tanto y si es posible, es mejor no llevarlo de vacaciones y dejarlo en casa al cuidado de una persona de confianza que se encargue de ponerle la comida, el agua, limpiar la caja higiénica y hacerle compañía, un mínimo de media hora por la mañana y media hora por la tarde.







Cuidados previos

Tienes que tener en cuenta que en una residencia la mascota entrará en contacto, más o menos directo, con otros animales por lo que se deben extremar las precauciones.


En la guardería

Para muchos dueños es difícil separarse de su adorada mascota. Constata que la dejas en buenas manos y estarás más tranquilo durante todas las vacaciones.








Consejos para elegir el lugar adecuado:


* Visita las instalaciones con anterioridad.

* Revisa que el espacio destinado para cada animal sea adecuado.

* Observa la temperatura, humedad, luz, corrientes de aire y limpieza general tanto de las instalaciones como de las jaulas individuales.

* Contempla la actitud general de las mascotas emplazadas.

* Confirma que cada animal tendrá un lugar o tiempo de esparcimiento, principalmente si la jaula es pequeña.

* Si la residencia acepta a perros, gatos u otras especies, comprueba que se encuentran separados y sin acceso mutuo.







Una vez elegida la residencia que más de agrade, es el momento de despedirte de su animal de compañía hasta tu regreso.


Cuidados posteriores


Cuando vuelvas de tus vacaciones, tendrás unas ganas enormes de reencontrarte con tu mascota, ¡como no!, pero es importante comprobar que todo ha ido correctamente en tu ausencia y que el animal está sano. Para salir de dudas y tras la estancia en la residencia pide cita previa para una revisión general.







¡Atención!

Cada residencia tiene sus propias normas. Existen lugares donde exigen determinados análisis que confirmen que las mascotas se encuentren libres de ciertas enfermedades. Infórmate con anterioridad.


No te olvides


Antes de llevarlo a la residencia, acuérdate de:


* Presentar la documentación y pasaporte actualizados.

* Aportar una breve historia médica de la mascota y una descripción de su carácter para que los cuidadores la conozcan.

* Tras haberlo pactado, entregar la medicación necesaria o alimentación especial, si requiere un cuidado especial.

*Facilitar a los responsables los datos de contacto de los propietarios y los del veterinario.

* Entregar, si lo crees necesario, los platos, juguetes o mantas de tu mascota con su olor familiar.







RECOMENDACIONES PARA EL ANTES

* Solicita una consulta veterinaria para constatar que tu mascota está sana.

* Comprueba y actualiza los datos del microchip.

* Pon al día el pasaporte sanitario.

* Confirma que tiene puestas todas las vacunas necesarias (tanto vacunas obligatorias, como recomendables).

* Verifica que se ha seguido el calendario de control de la desparasitación interna y externa.

* Reserva plaza con bastante antelación en la guardería elegida.








RECOMENDACIONES PARA EL DESPUÉS

* Observa el estado de tu mascota, suelen alegrarse muchísimo de ver a sus dueños.

* Solicita un resumen de su estancia en la guardería, por si ha ocurrido algún incidente o si los cuidadores se han percatado de algún problema.

* Pide cita con tu veterinario para su revisión general, y pregunta si es necesario repetir el protocolo de desparasitación.

* Conviene llevarla a la peluquería para que la limpien completamente.










www.edicionesinvisibles.com

e-mail: invisibles@edicionesinvisibles.com

Teléfono: 93 453 55 00



FUENTE: Revista CLIP del Centro Clínico Veterinario IndautxuAlameda San Mamés, 38 Bajo
48010 Bilbao
Tel. y Urgencias: 944 445 444
vetindautxu@vetindautxu.com
www.vetindautxu.com



















martes, 3 de mayo de 2016



PERCIBIENDO LA GRAVEDAD.








Otros de los animales que viven un mundo completamente diferente al nuestro son los cefalópodos. Imaginemos que fuésemos un cefalópodo. Tenemos un cerebro centralizado, pero también tenemos otro cerebro distribuido por nuestro cuerpo, ambos no se interfieren pero se conectan. Nuestros ocho brazos tienen más de cincuenta millones de neuronas con unos quimiorreceptores terriblemente sensibles, hasta el punto de que tocando cualquier alimento ya lo probamos sin necesidad de llevarlo a nuestra boca. Incluso tenemos sentido del gusto en esos quimiorreceptores. Es más, si por accidente perdemos un brazo, este actúa como si estuviera vivo.





Los cefalópodos disponen de ojos que polarizan la luz, por lo que pueden ver a otros seres que utilizan la transparencia para camuflarse.



Al margen de esta peculiaridad extraordinaria, tenemos un par de ojos como los humanos, pero esos ojos perciben la gravedad y se mantienen alineados independientemente de la orientación que adopte el cuerpo. ¿Cómo perciben la gravedad? Es algo que desconocemos, pero cualquier día tendremos una explicación, a través del mundo cuántico, como la tuvimos con la orientación de las aves. Además son ojos que polarizan la luz, por lo que pueden ver otros seres que utilizan la transparencia para camuflarse. Son ojos con cualidades como los pájaros, pero en vez de utilizarlos como impulsos neuronales que crean una imagen del campo magnético en el cerebro del pájaro, los utilizamos para percibir la gravedad. Así que el pulpo, que para algunos sólo es un plato gastronómico, tiene unos ojos que interactúan con una de las cuatro fuerzas fundamentales: la gravedad.






En vez de labio tendríamos pico y saliva venenosa. Nuestra piel está repleta de pigmentos que nos permite escoger, entre una gran gama, el color que queremos tener. Si estamos frente a una pared negra y queremos pasar desapercibidos podemos adquirir el mismo color que ésta, y esto lo podemos realizar en un segundo. Es más, si queremos cambiar la textura de nuestra piel para imitar, no sólo el color, sino el dibujo de la pared, también podemos conseguirlo en otro segundo.






Tenemos cierta inteligencia, somos capaces  de desenroscar una tapadera de un bote o movernos sin problemas de orientación por un laberinto. Como ser viviente tenemos una gran curiosidad. Es indudable que como pulpo viviríamos un mundo diferente a nuestra realidad, con posibilidad que no tenemos en esta realidad.


Ya he tratado la teoría de los mundos paralelos en que se mueven los perros en Los gatos sueñan con física cuántica y los perros con universos paralelos. No voy a insistir nuevamente, pero su realidad es distinta a la nuestra, una realidad que viene marcada por los olores de las moléculas más complejas, desde feromonas hasta olores que nosotros no hemos percibido nunca.


Los olores son tan misteriosos como persistentes, son viajeros del tiempo, capaz de hacernos rememorar cualquier suceso del pasado. Los olores se funden con el pasado, sus moléculas quedan grabadas en nuestros cerebros. El ser humano es capaz de evocar cualquier situación con un olor que se repite. Si hemos vivido una experiencia impactante, una explosión, el cerebro es capaz de rememorarla automáticamente si nuevamente, a pesar de años transcurridos desde el evento, olemos el explosivo o el material que produjo la detonación. Las moléculas de los olores son viajeros del tiempo.






Los perros tienen una gran memoria olfativa, el pasado y el presente se funde en su cerebro en el que anidan otros olores que los humanos no percibimos. El mundo de los aromas, olores y perfumes es molecular y por tanto se mueve dentro de un  nivel cuántico.






Conozco una pareja que ella le era infiel a su marido, cuando regresaba a casa después de haber estado con su amante el perro la olfateaba intensamente, tenía que ducharse rápidamente. Un día se encontró con su amante paseando el perro y, los perros que no entienden de infidelidades, lo olfateó y con alegría movió la cola, pese a ser un perro poco amigo de los desconocidos que se acercaban a su dueña. Seguramente pensó: “¡Ahora sé de quién es ese olor que mi dueña trae algunos días a casa!”.






Quiero concluir destacando que, posiblemente, existen animales que conviven con nosotros y tienen acceso a otras realidades, a otros mundos que están en este y que nosotros apenas intuimos. ¿Quién nos puede afirmar que un gato no ve otras dimensiones?









FUENTE: “LOS PÁJAROS SE ORIENTAN CON LA FÍSICA CUÁNTICA” y el día que Hawking perdió su apuesta. Más mecánica cuántica para todas las edades.
Por el autor de LOS GATOS SUEÑAN CON FÍSICA CUÁNTICA y los perros con universos paralelos.

AUTOR: JORGE BLASCHKE fue premio Nacional de Periodismo 1982. Ha sido corresponsal de El País, director de programas radiofónicos y guionista y productor de documentales de televisión. Ha estudiado astronomía y paleontología, y codirigido campañas de excavación en Argelia. Ha participado en investigaciones sobre estados modificados de consciencia en el Instituto de Psicología Transpersonal de Barcelona, y ha volcado parte de su interés en el estudio de las religiones milenarias. Ha escrito una cincuentena de libros, entre los que destacan Somos energía, Más allá de lo que tú sabes, Más allá del poder de la mente, La ciencia de lo imposible y Los gatos sueñan con física cuántica y los perros con universos paralelos.

© 2013, Jorge Blaschke
© 2013, Ediciones Robinbook, s.L., Barcelona

MA NON TROPPO. Un sello de Ediciones Robinbook