viernes, 6 de enero de 2017




PRIMEROS AUXILIOS, 
O EL ARTE DE NO PERDER LOS NERVIOS



Es un error pensar que nuestro gato no corre riesgo alguno porque vive dentro del hogar, sino que como la inmensa mayoría de los animales que tenemos en casa, puede enfrentarse a una situación que requiera nuestra actuación para salvaguardar su salud, lo que se debe hacer valorando la situación con la mayor calma posible.

CARLOS RODRÍGUEZ
VETERINARIO









Las causas en las que nuestra actuación puede ser imprescindible son muchas, por ejemplo, con la aparición de alguna patología, el acaecimiento de un accidente o un error nuestro, pero las más comunes son los traumatismos, las heridas y la ingestión de cuerpos extraños.


TRAUMATISMOS

Los felinos son curiosos por naturaleza, hasta el más calmado puede sufrir, por sí mismo o debido a otros animales o personas de su entorno, un traumatismo que afecte en diversa medida a su organismo.


Desgraciadamente, los traumatismos más “famosos” y peligrosos los producen las caídas desde las alturas, lo que se conoce como “gatos paracaidistas”.






Situación muy peligrosa, para el gato, pues debido a su agilidad, saltará.
Para evitar esta situación cerrar ventanas.


Las causas por las que un felino cae desde una ventana abierta son muchas y casi siempre imposibles de determinar, pero tras una caída el gato puede sufrir lesiones tan grandes que acabe perdiendo la vida. Es verdad que con mucha frecuencia sobreviven, pero pueden quedar secuelas importantes.






                               Caída desde un 5º piso. El gato falleció.



La forma de caer de los gatos, desde cualquier altura, demuestra que primero apoyan sus extremidades posteriores, después las anteriores y finalmente, si la velocidad del impacto es extrema, su mandíbula chocará contra el suelo.


Por ello, los animales que sobreviven presentan fracturas en las extremidades posteriores (generalmente en el fémur), en las anteriores (dedos) y en la mandíbula.


Tras una caída, el propietario evidencia dificultades de movilidad, variables según las fracturas, y las mucosas pálidas, lo que puede hacer pensar que existe una hemorragia interna.





Sin duda una buena idea, para que el gato no salte.


En no pocas ocasiones, una actuación errónea ante un incidente puede empeorar las cosas.


¿Qué hacer? Si el animal presenta una deformidad en una extremidad (posible fractura), jamás se debe intentar que vuelva a su posición inicial, la fractura, al ser movilizada, podría causar más lesiones de las ya presentadas. Por ello, solo se debe intentar inmovilizar la extremidad afectada en la misma posición en la que la encontramos, lo que se puede hacer con vendas, pañuelos, etc.


Decir esto es fácil, pero hacerlo, no tanto. Se debe tener presente que el animal, aparte del evidente desconcierto, tendrá dolor y no permitirá que se le maneje fácilmente. Hay ocasiones en que tras llevar al animal a urgencias veterinarias, su propietario acude a un hospital a que atiendan las heridas provocadas por los mordiscos y los arañazos producidos durante el manejo.






Al gato le atrae la calle, pero la malla evita caídas peligrosas o desapariciones forzosas y mortales.



En el hogar hay peligros para el gato y el más frecuente es la caída al vacío desde grandes alturas.


Por ello, se debe actuar con calma, por mucho que nuestra desazón por él nos haga actuar lo más rápido posible. No obstante, se le debe manejar con cuidado y siguiendo “sus indicaciones”, es decir, lo que él nos permita.






En este tipo de accidentes, no intentar sacar la cabeza del gato a la fuerza. Taparle la cabeza, o colocarle un bozal especial para gatos, inmovilizarle las patas y cortar los barrotes para liberarlo, observar al gato por si tuviera alguna herida, en caso afirmativo acudir al veterinario urgentemente.


Una vez estabilizado lo más evidente, el paso inmediato es acudir a una clínica veterinaria donde los profesionales realizarán las pruebas oportunas para resolver las lesiones del accidente.


 Esta forma de proceder es adecuada para cualquier traumatismo, no solo para los provocados por las caídas al vacío y, por muy obvio que sea, esto se evita previniendo la caída, sea con mosquiteras en las ventanas o con cualquier otro método de contención, incluído el control de las ventanas mientras están abiertas.







HERIDAS


Son muchas las posibilidades de que un felino padezca una herida de diversa consideración en alguna parte de su cuerpo, pero quizá las más frecuentes sean producidas por peleas con otros animales. De hecho las heridas son algo muy habitual en los gatos que pueden acceder al exterior y “enfrentarse” a otros felinos de la calle.


Además, las heridas que producen los mordiscos y los arañazos pueden infectarse: tanto sus dientes como sus uñas son artilugios de “guerra” extremadamente afilados y con una capacidad punzante digna del mejor estilete. Asimismo, cuando un gato clava sus uñas o asesta un mordisco, esa pieza penetra en los tejidos del otro animal, lo que provoca no solo una herida del mismo calibre que el elemento introducido, sino también un más quid posible desgarro en zonas más profundas.








Fractura mandibular del paladar duro, tras golpear la cabeza en una caída desde un tercer piso.


¿Qué hacer ante una de estas lesiones? Lo más adecuado, igual que en los traumatismos y con “el consentimiento y beneplácito” del animal, se intentará lavar la zona con agua oxigenada (rebajada) o con algún otro desinfectante, incluso con agua templada y jabón. También es deseable quitar el pelo alrededor de la herida, ya que no es buen compañero para estas lesiones.


Una vez limpia la zona, la visita a la clínica es imprescindible. Debe ser el profesional quien valore el alcance de la lesión un “pequeño arañazo” en el globo ocular de nuestro gato puede ocultar una lesión seria, que sin la intervención del veterinario puede conducir a la pérdida definitiva de la visión.






Cuatro gatos, que en su día sufrieron el dolor de la calle, ahora están en una casa donde se les respeta, se les quiere, se les atiende … y dll@s lo saben.


Como siempre, lo mejor es prevenir, así que se recomienda que el gato esté castrado, lo que reduce su interés por salir de casa y, si sale, al no estar “regido” por sus hormonas sexuales, al menos se evitan los conflictos que se producen en los grupos de gatos callejeros por el impulso reproductivo.






CUERPOS EXTRAÑOS


Aunque sea accidentalmente, los gatos pueden ingerir objetos que resultan peligrosos y el más común es el hilo de costura con la aguja enhebrada.


Con frecuencia no se ve que el gato ha ingerido algo que no debe, por lo que debemos estar pendientes de los síntomas, por ejemplo, que intenta vomitar de forma continua o que está inapetente.









Forma adecuada de coger a un gato accidentado. Este ha sido envenenado. Envolverlo cuidadosamente en una manta y llevarlo inmediatamente al veterinario.

En caso de que se vea la causa de estos síntomas, el hilo, la aguja o ambos, en la cavidad bucal del animal, nunca se debe intentar sacarlo, ya que se pueden producir lesiones más serias. En este caso, hay que llevar al gato a una clínica veterinaria lo antes posible y evitar siempre que este tipo de elementos estén al alcance de nuestro mejor amigo.








                                   Señales en gatos enfermos


Otra posibilidad es que haya ingerido algún producto tóxico o alguna planta venenosa, por lo que si se sospecha algo así, hay que llevarlo inmediatamente al veterinario, con el envase del producto o alguna hoja donde estén anotados los ingredientes, para que pueda evaluarla más detalladamente.





ADOPTA, CON EL CORAZÓN EN LA CABEZA.










RECUERDA: ES MEJOR PREVENIR QUE CURAR Y SALE MUCHO MÁS BARATO!






FUENTE: REVISTA EL GATO EN CASA. Revista cortesía de Royal Canin (edición gratuita, que se encuentra en tiendas donde comercializan productos Royal Canin)
Nº 36 - Junio de 2015

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