viernes, 23 de marzo de 2018



CONOCE A TU PERRO







El perro y el aislamiento

Sólo hasta hace muy poco la gente empezó a esperar que su perro se adaptara a largos períodos de soledad. Durante la mayor parte del siglo XX no existían leyes que exigieran mantener a los perros sujetos (difícil de imaginar, pero es cierto). Los perros eran abandonados durante el día en los patios de las casas y, a menudo, los dejaban correr libremente durante la noche.

Hace mucho tiempo, la mayoría de los perros no eran considerados mascotas. Fueron domesticados y criados para que colaboraran con el humano en tareas que, claramente, ayudaban a crear una sociedad más avanzada: desde conducir ganado y cuidar propiedades y pueblos hasta tirar de carretas o trineos cargados de materiales.






La evolución de los perros como “mascotas” ha llegado junto con la expectativa de que estos deben olvidarse de sus genes de trabajo (lo cual no es posible). También ha ido en aumento la conciencia sobre las necesidades tanto psicológicas como emocionales de los perros.









No tengas miedo de usar la correa

Esto lo escuchamos todo el tiempo...

“Quiero que mi perro me acompañe pero es tan poco manejable...Lo intentamos, pero después de un rato no tenemos otra opción que encerrarlo solo de nuevo. Si aprendiera a portarse bien, tendría mucha más libertad”.


Si la idea de dejar suelto a tu perro te hace temblar, probablemente ya estás atrapado en un círculo vicioso. Puede que no te des cuenta de que, irónicamente, son los prolongados períodos de aislamiento los que hacen que tu perro sea tan impulsivo y se comporte mal.








Para ello hay una solución: usa la correa dentro de la casa. Busca un collar de entrenamiento apropiado y utiliza conjuntamente el collar y la correa (corta) para guiarlo por la casa. No des tirones fuertes, con un leve tirón, muy leve, el perro sabe que tiene que frenar. Llévalo por todas las habitaciones. Paciencia, sin gritos.


La correa no es un objeto cruel; piensa en ella como si fuera sinónimo de darle la mano a un niño. Lo que es cruel y confuso es el aislamiento forzado. Una vez tu perro se muestre colaborador, deja que la correa se arrastre sola detrás de él, de tal manera que sea fácil atraparla en caso de que tengas que tomar el control. Cuando estés seguro de que los modales del perro han mejorado, puedes aflojar la correa, pero te sugerimos que no prescindas de ella, porque un perro sin atar es presa fácil de robos, atropellos...etc.





PERRO ABANDONADO EN PERRERA ESPAÑOLA.


¿Mi perro es rencoroso?


¿Crees que tu perro se portal mal porque es rencoroso? Piénsalo de nuevo. A pesar de que hay quienes afirman que los perros repiten ciertos comportamientos (tanto buenos como malos) para llamar la atención, y a menudo se portan mal debido a la ansiedad que les produce el estar solos, los perros no reaccionan por rencor. El rencor, es únicamente del humano.







Los perros no son deshonestos o maliciosos (sólo el humano). La conclusión de que tu perro es vengativo no aportará nada a la relación entre ambos. Este tipo de pensamientos lo único que hacen es traer mala energía a tu casa.

No te preguntes por las cosas malas que está haciendo tu perro, sino por las que tú no estás habiendo bien.










FUENTE: “ENTIENDE A TU PERRO” PARA DUMMIES

AUTORES: STANLEY COREN Y SARAH HODGSON (Expertos en comportamiento canino)

CARLOS RODRÍGUEZ (ASESOR) Veterinario, presentador del programa Como el Perro y el gato (Onda Cero)

jueves, 15 de marzo de 2018


SIGNOS DE ESTRÉS EN LOS PERROS (I)






Cuando un perro tiene que enfrentarse a una situación que le exige cambio, una respuesta  o una adaptación, entonces muestra signos de estrés. Algunos serán muy difíciles de detectar mientras que otros resultarán inconfundibles. Es posible que notemos algunos signos relacionados con un incremento de actividad o reactividad mientras que otros perros disminuyen su actividad o se apagan.


Esto se debe al desequilibrio químico que se produce en el cerebro del perro. Si se da un caso de estrés agudo, la adrenalina asume el papel principal y el perro se activa. Si se da un caso de estrés crónico, el agotamiento de la NE, la serotonina y la dopamina asumen el papel principal y el perro se desactiva o se apaga. En cualquiera de estos dos casos el perro padece una respuesta de sobre-estrés.





Postura típica de estrés canino en una perrera de Valencia.

A continuación mostramos algunos de los signos principales del estrés y damos una descripción de cada uno.








JADEO RÁPIDO LEVE O PROFUNDO FORZADO:  Jadear es algo normal en muchos perros cuando han estado haciendo ejercicio o cuando tienen calor pero en estos casos hablamos de inspiraciones profundas con la lengua relajada. Muy a menudo los belfos estarán retraídos en una especie de amplia sonrisa, que provocará arrugas en la piel de debajo de los ojos y la frente. Si el estrés es la causa, en muchos casos la lengua se mostrará encaracolada en la punta en vez de estar lisa y relajada. Esto hay que verlo en el contexto junto con la situación y otros signos de estrés.






Perro con TOC (Transtorno obsesivo compulsivo)





FALTA DE CONCENTRACIÓN O ATENCIÓN:  Si un perro no es capaz de responder a nuestras órdenes, es posible que esté distraído con una ardilla u otro estímulo. También puede que esté estresado. Hay que prestar atención al contexto. Este estado no quiere decir que el perro nos ignore. No es capaz de oírnos y mucho menos de prestar atención a lo que queremos. Su mente ha creado un túnel de visión y un túnel de atención que hace imposible que responda. Si recordamos alguna situación en la que estuviésemos tan estresados que no pudiésemos funcionar y cualquier tarea sencilla que nos parecía imposible podremos entender que la situación no tiene nada de agradable.







PATAS SUDOROSAS:  Cuando las personas se ponen nerviosas les sudan las manos; a los perros les sudan las patas. Podemos notarlo si hacemos caminar al perro sobre una superficie de madera, o al bajarse de la mesa del veterinario. Es el resultado de las hormonas que hacen que los fluidos abandonen el cuerpo.





BOSTEZOS:  Este es un síntoma muy común y bastante fiable de estrés. A menos que el perro esté en situación muy relajada, a punto de dormirse, representa estrés. Los bostezos son más intensos de lo habitual. Seguramente meta la barbilla en el pecho y bostece intensamente.






HIPERACTIVIDAD:  Esto es lo contrario de apagarse. Un perro muy estresado puede activarse como mecanismo de defensa: mostrarse frenético o en estado de pánico, seguirte a todas partes; también es posible que interpretemos su comportamiento como juego, o simple hiperactividad. Es la muestra de activación de estrés por excelencia. Los perros no pueden mantenerse mucho tiempo en este estado antes de que el sistema se quede sin recursos y pase a un estrés por desactivación en el que el perro se apaga.






MAYOR FRECUENCIA DE MICCIÓN Y DEFECACIÓN:   Si orina o defeca con mayor frecuencia de lo habitual puede tratarse de una enfermedad o de estrés. Si hace sus necesidades en casa puede ser una cuestión de adiestramiento o un síntoma de estrés grave. Cuando está estresado su cuerpo elimina fluidos: sentirá una necesidad inapelable de orinar o defecar y lo hará dentro de casa si es necesario.








VÓMITOS Y DIARREA:   El estrés provoca catástrofes en la mente y el cuerpo, el sistema digestivo suele ser el primero en reaccionar mal. Hay muchas razones por las que un perro vomita o tiene diarrea, puede estar causado o ser un problema médico pero en muchos casos representa una situación de altos niveles de estrés.



ESTIRARSE:   Si se estira después de una siesta, simplemente se está espabilando, pero si está en una situación que le resulta estresante es posible que sea su manera de mostrar estrés. Muchas veces cuando se ven entre una multitud de personas o de perros, se estiran para aliviar el estrés. El estrés hace que los músculos se tensen, y estirarse puede ser una buena manera de relajar los músculos tensos.









SACUDIRSE COMO SI ACABASEN DE SALIR DEL BAÑO:   Los perros que están estresados intentan “sacudirse el estrés”. Esto lo vemos muy a menudo en muchas clases caninas y en parques caninos. Cuando los perros terminan con una confrontación tensa muchas veces se sacuden.








CONFUSIÓN:   Un perro que padece sobre-estrés puede actuar de manera extraña y confusa. Recordemos el túnel de atención. Podría tratarse también de un problema médico, como un ataque o una emergencia diabética, así que tenemos que tener cuidado al interpretar este comportamiento.








AUTOMUTILACIÓN:  Este tipo de comportamientos incluyen morderse la cola, las patas o los flancos. Es una cuestión difícil. Hay muchas razones por las que un perro se automutila , incluyendo la predisposición genética o problemas médicos. Puede que lo haya aprendido o que el comportamiento se haya visto reforzado sin darnos cuenta o bien que forme parte de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). También es posible que tenga una herida o una enfermedad que le provoque dolor en esa zona. Independientemente de estas causas, podemos tener la seguridad de que si se comporta así el perro padece estrés.










FUENTE: SOLO EN CASA (La ansiedad por separación canina) 2ª EDICIÓN

AUTOR: DR. JAMES O’HEARE

SÚ PÁGINA PERSONAL: www.JamesOHeare.com

Se pueden consultar sus próximos libros en:
www.DogPsych.com

www.knsediciones.com