martes, 22 de septiembre de 2015




HISTORIAS CANINAS.-









¿LES GUSTA LA MÚSICA A LOS PERROS?


Muchos perros parecen reaccionar con placer cuando sus humanos ponen música. La música clásica y la melodiosa música New age los invita a estirarse sosegadamente a los pies de sus humanos mientras que los sonidos más estridentes del pop les hacen aguzar las orejas. Los expertos sospechan que más que un estilo musical, lo que les llama la atención es nuestra reacción.

"Nuestros perros son expertos en leer el lenguaje corporal", dice Steve Aiken, experto en conducta animal de Wichita, Kansas. "Nuestros cuerpos reaccionan cuando escuchamos música que nos gusta. Nos movemos, bailamos o tarareamos, pero, generalmente, cuando la música nos pone de mejor humor, nuestro lenguaje corporal lo expresa y los perros captan el mensaje. Nuestros cuerpos dicen que estamos felices y eso hace que felices a nuestros perros".

Los perros pueden tener preferencias musicales, dice Aiken, pero probablemente éstas se correspondan a los gustos de sus amigos humanos.

Cuando la música que escuchamos nos resulta placentera, los perros establecen una asociación positiva con ese estilo.

"No es que se pirren por oír el último disco de Pavarotti", comenta Aiken. "Pero es evidente que nos gusta oírlo y eso también les hace felices a ellos.








Cecil Williams, invidente y su perro Orlando estaban en el andén del metro. Orlando había tratado de prevenir a su propietario con ladridos y tirones que estaba demasiado cerca del borde, pero Williams acabó cayendo a las vías. Orlando se tiró y estuvo lamiendo a su humano. Pasaron dos metros y salieron con heridas leves, fueron trasladados al hospital, y se recuperan ambos.








A VECES ES BUENO DESOBEDECER


Los perros lazarillo están entrenados para guiar a los ciegos. Los conducen por el transporte público y los ayudan a atravesar muchedumbres, pero en ocasiones, lo que importa es lo que los perros se niegan a hacer.

Jim Hughes, un profesor de historia de un instituto de Farmingdale, Nueva York, le debe la vida a su perro guía, Ronny. Jim atravesaba con Ronny una zona en obras. De repente, Ronny se detuvo y se negaba a seguir adelante, a pesar de las órdenes cada vez más exasperadas de Jim. "No había manera de moverlo", explica Jim. "Parecía decirme 'no pienso andar'."

Finalmente, Jim movió con cuidado un pie hacia adelante… y no halló nada más que vacío. La razón por la que Ronny se negaba a seguir estaba clara: obedecer a Jim habría significado caer en un hoyo. El buen juicio de Ronny salvó a Jim.

La escuela de perros guía de Morristown, Nueva Jersey, denomina a este tipo de rechazo "desobediencia inteligente" y como Jim asegura, es el acto más inteligente de un perro.







LAS PRESENTACIONES


Los perros tienen un sentido desarrollado del territorio y se ponen nerviosos cuando otros invaden su césped. Los expertos recomiendan presentar a los perros lejos de casa, donde no tengan ningún territorio que defender.

"Presente siempre a dos perros en terreno neutral, como un parque", recomen da Wendy Volhard, adiestradora canin a de Phoenix, Nueva York. "Hay que evitar situaciones en las que el perro se sienta obligado a defender su territorio". Como explica Volhard, una vez presentados, los perros pueden ir tranquilamente a casa, aunque se deberá respetar el rango del perro residente, lo cual implica dejar que el perro "principal" atraviese el primero la puerta de casa. Probablemente, se dará la vuelta y observará al recién llegado. Y luego, de un modo sutil, le hará saber que puede seguir tranquilamente. Una vez sean amigos, no deberá preocuparse por conflictos futuros.








PIDA CONSEJO


La agresividad no es más difícil de solucionar que otros problemas de comportamiento, pues el margen de error es escaso. Un perro que no aprende la lección rápidamente puede morder o amenazar y ser peligroso. "Por este motivo, los expertos recomiendan visitar a un adiestrador o experto en conducta animal al primer indicio de agresividad", dice Myrna Milani, veterinaria y experta en conducta animal de Claremont, New Hamhshire.








EL JUEGO DE TIRA Y AFLOJA


Tirar de un extremo de una cuerda mientras su humano sostiene el otro extremo es uno de los juegos preferidos de muchos perros. Pero ¿por qué les gusta tanto?

"El juego de tirar de una cuerda dispara los instintos competitivos del perro", explica Steve Aiken, experto en conducta animal de Wichita, Kansas. "En la naturaleza, el animal dominante siempre es el primero, incluso a la hora de comer", añade Aiken. Los animales nunca dejan de competir para averiguar quién debe ocupar la posición dominante. Por ejemplo, si un miembro inferior de la manada intenta hacerse con un trozo de la comida del líder, iniciará un tira y afloja. El ganador obtiene la comida y la posición más elevada de la jerarquía.

"Ello explica que los adiestradores caninos recomienden no jugar al 'tira y afloja' con los perros", comenta Aiken. "En caso de que usted pierda, puede dejar de ser líder y esto puede derivar en problemas más graves".

Aún así, muchas personas y perros disfrutan jugando al tira y afloja y, si se hace de modo adecuado, no se corre ningún peligro.

"Lo único que ha de hacer es asegurarse siempre de ganar usted", recomienda Aiken. Si la fuerza y tenacidad de su perro le confieren alguna oportunidad de ganar, es mejor que juegue a lanzarle algo que él debe buscar y traer, así obedece al tiempo que se divierte.







CÓMO PRESENTARSE



La mayoría de las personas hemos aprendido a saludar a los perros acercándoles la mano con la palma hacia abajo, de manera que puedan oler el dorso. No hay nada malo en ello, pero algunos expertos creen que es mejor saludar a los perros con la palma hacia arriba.

"La palma de la mano emite una descarga eléctrica positiva, mientras que el anverso emita una descarga negativa", explica Wendy Volhard, adiestradora profesional de Phoenix, New York. "La descarga positiva atrae a los perros y la negativa los repele", aclara.







PIDA CONSEJO


A nadie le gusta encontrarse manchas de orina en la alfombra o charcos en la cocina, pero los "accidentes" ocasionales son inevitables cuando se tiene un perro. Lo que no es tan normal es que un perro que siempre se ha contenido, empiece a tener pérdidas repetidas.

"Cuando un perro orina en casa con frecuencia suele ser indicio de problemas físicos", dice Christine Wilford, veterinaria privada en Seattle. Los perros con infecciones en el tracto urinario, por ejemplo, pueden necesitar orinar varias  veces cada hora y, si usted no los saca, lo harán donde puedan. Otras causas que provocan pérdida del control son la diabetes, las piedras en la vejiga y los problemas intestinales. Si los accidentes son pocos, probablemente no se trate de un problema serio, pero si pasados unos días su perro no se comporta con normalidad, consulte al veterinario, rápidamente. 







RASGOS DE RAZA


Algunas razas tienen más propensión a nacer sordas. Los dos genes causantes del color blanco o gris azulado de algunos perros, como los collies, pastores australianos y bull terriers, influyen en la proporción de perros sordos. Los dálmatas poseen ambos genes y el nivel de sordera más elevado un 30% están totalmente sordos.






SENSIBILIDAD CAPILAR


Aunque el sentido del tacto es muy importante para ellos, los perros pierden parte de esa sensibilidad a causa de su denso pelaje, que los aísla del entorno. Para compensar esta pérdida, poseen receptores táctiles que les permiten captar mensajes sutiles.

Estos receptores son cabellos sensoriales denominados vibrisas y se encuentran en zonas cutáneas concretas que concentran un mayor riego sanguíneo y profusión de terminaciones nerviosas, esto es, sobre los ojos, bajo la mandíbula y el hocico. Los perros emplean estos pelos sensibles al tacto para obtener información del entorno, como la fuerza y dirección de las corrientes de aire y la textura y forma de los objetos.






ABANDONO: CURRO. CONTACTO: sosperrerabadajoz@gmail.com




FUENTE: EL LENGUAJE CANINO (Cómo entender a su perro y conseguir que su perro le entienda).

PUBLICADO POR: Matthew Hoffman

ASESOR: Paul McGreevy, veterinario y profesor de conducta animal en la Universidad de Sidney, Australia.

COLABORADORES: Susan Easterly, Elaine Waldorf Gewirtz, Bette LaGow, Susan McCullough, Arden Moore, Liz Palika, Audrey Pavia.

© 1999 de Weldon Owen, Inc.
Redacción: Mattew Hoffman

© 2000 de la edición española:
Könemann Verlagsgesellschaft mbH, Alemannin

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