UN GATO CASPOSO
La caspa aparece cuando el gato no se encuentra bien, cuando la piel está infestada de ácaros o, simplemente, cuando hay poca humedad ambiental y la calefacción central está al máximo.
Es muy frecuente que al gato que se siente indispuesto se le ponga la piel casposa. El mero hecho de visitar al veterinario ya es bastante para hacer que algunas pieles pierdan algo de su lustre, aunque volverán a brillar de nuevo tan pronto como el gato abandone la consulta y esté "fuera de peligro".
La causa más probable de la caspa, especialmente en los gatos jóvenes y en los que se relacionan mucho con otros de su misma especie, es un pequeño ácaro que vive entre los detritos acumulados en la superficie de la piel. Curiosamente, aunque este ácaro no suele producir grandes picores al gato, cuando se transmite a la piel humana sí ocasiona un picor de corta duración. Los champús insecticidas son muy eficaces, y en cuanto el ácaro es destruido, desaparece la caspa que lo acompaña.
SUGERENCIA: Aplicar en la piel del gato una pipeta especial para mantener el pelo en buenas condiciones. La pauta es una vez por semana durante dos meses, para pasar a una aplicación cada quince días. Si el gato es de pelo largo, cepillarlo todos los días; si es de pelo corto, cepillarlo dos veces por semana. Si el gato es anciano, hay que ayudarle todos los días en su aseo personal. Ya no tiene la flexibilidad de cuando era joven y no llega a todas las zonas de su cuerpo.
Todos los inviernos, cuando se enciende la calefacción, empeoran las condiciones de la piel del gato doméstico. En términos generales, cuanto más alta sea la temperatura y menor la humedad relativa, más caspa tendrá el gato. La gente a la que le gusta poner alta la calefacción debería considerar la posibilidad de instalar un humidificador, tanto en su propio beneficio como en el de su gato.
FUENTE: "Las 101
preguntas que su gato le haría, si pudiera hablar"
Todo lo que usted debe saber
de su gato: *Dieta; *Comportamiento;
*Aseo; *Sexo; *Cuidados
preventivos.
AUTOR: Bruce Fogle es doctor
en Veterinaria y miembro del Royal College of Veterinary Surgeons del Reino
Unido. Además de ejercer su profesión, es conferenciante sobre conducta animal
en facultades de Veterinaria de todo el mundo. Es autor de varios libros sobre
los problemas de conducta de animales domésticos, entre ellos
The Dog's Mind y The Cat's Mind.
© EDICIONES TEMAS DE HOY, S.A. (T.H.), 1994, Madrid.
Muy interesante, muchas gracias. Creo que es momento de buscar un humidificador hogar, para ver si nuestro gato puede dejar de ser casposo jaja.
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