LA ESCAPADA

FUGA   f. Acción de huir del domicilio.

* SITUACIÓN TÍPICA: el perro ha olfateado a una hembra en celo y se escapa por un agujero de la tapia, de la alambrada, o mientras es paseado sin correa.

* LO QUE PIENSA EL PERRO: "¡Espérame, mi amor, ya voy!".

LA EXPLICACIÓN DEL VETERINARIO


Las razones para fugarse son numerosas.


> El conocimiento deficiente de los límites del territorio

Cuando los límites no son claros, el perro los traspasa sin darse cuenta.

La solución: rodea tu jardín con una cerca o setos y enseña a tu perro a respetar esos límites. Si intenta traspasar el seto, dile "no" y llámalo para acariciarlo y darle una golosina. Los collares educativos son los más recomendados para evitar las fugas, pero solo deben usarse en perros debidamente amaestrados.


> La atracción del sexo opuesto.

Un macho es capaz de oler a una hembra en celo a varios kilómetros de distancia.

La solución: la castración.

> La falta de distracciones

Los cubos de la basura de los restaurantes, los "amigos" del vecindario, los niños del vecino son otras tantas buenas razones para no morirse de aburrimiento en el jardín, por grande que sea.

La solución: sácalo a pasear cada día, juega con él, practicad juntos agility
(guiado por su humano, el perro [sin collar ni correa] debe superar diversos obstáculos en un orden establecido, sin cometer errores en el recorrido). Esta práctica debe efectuarse lejos de carreteras o paso de vehículos.

> Un estatus dominante

El perro dominante decide ir adonde y cuando le plazca.

La solución: reubícalo para que vuelva a ocupar su lugar en la última escala jerárquica.

> Una adopción mal culminada

Un perro recientemente adoptado quizá tenga problemas para estrechar lazos con sus nuevos propietarios. Sin ninguna vinculación con ellos, prefiere volver con los anteriores.

La solución: Intégralo en rituales comunes, demuéstrale tu afecto, insértalo en la jerarquía familiar.



> Sentido deficiente de orientación

Con la edad, el perro puede perder el sentido de la orientación y no encontrar el camino de regreso a casa.

La solución: tal vez se trate de los primeros síntomas del envejecimiento cerebral. Llévalo con correa, no lo pierdas de vista y consulta al veterinario.

> Miedo

Con pánico por un ruido inusitado (un cohete, una tormenta), el perro intenta escapar de aquello que lo aterroriza. Recuerda que su oído es muchísimo más agudo que el humano.

La solución: si la causa está bien identificada y es esporádica (por ejemplo una tormenta), enciérralo preventivamente o habitúalo de manera gradual. Si esto no da resultado, consulta este problema con el veterinario.


> Falta de control

Incapaz de permanecer quieto en un lugar, el perro se fuga para satisfacer su irreprimible necesidad de movimiento.

La solución: consulta al veterinario, especialmente si además el perro tampoco controla sus mordiscos.

> Una hipervinculación

Hundido en la ansiedad en cuanto su humano se ausenta, el perro opta por salir a buscarlo.

La solución: practica con él la desvinculación. Mínimo tres salidas al día, paseos, y si no tienes tiempo para él; NO TENGAS PERRO. 


Como medida preventiva inmediata:
Identifica a tu cachorro o adulto con un microchip; es el mejor medio de recuperarlo en caso de fuga.


Nunca, pero nunca:
Castigues al perro cuando regrese. El castigo no es eficaz si no se da en el momento del acto reprensible. Al contrario, recíbelo con los brazos abiertos. Y BUSCA SOLUCIONES.

EL CASTIGO debe utilizarse con mucha parsimonia. En exceso, deteriora las relaciones entre humano y perro, además de generar ansiedad.


PARA QUE EL CASTIGO SEA EFICAZ, debe ser breve e infligirse inmediatamente después del inicio del comportamiento reprensible. Si tu cachorro causa algún estropicio en tu ausencia, es inútil reprenderlo a tu regreso: no comprenderá por qué lo castigas. Imponlo sin agresividad ni violencia: se trata de un acto educativo, no de una venganza, ¡ni de enloquecer de furia!

FUENTE: "MINI DICCIONARIO BILINGÜE: ESPAÑOL/PERRO/ PERRO/ESPAÑOL" (160 palabras para aprender a hablar PERRO con fluidez).

TEXTOS: DOCTOR JEAN CUVELIER

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