martes, 17 de febrero de 2015




Do-Do-Dodgson





Dos siglos después de la extinción del dodo, esta ave apareció en la obra de Lewis Carroll (1832-1898) Alicia en el país de las maravillas (1865) como una de las muchas criaturas extrañas con las que Alicia se encuentra en su viaje a través del fantástico país de las maravillas. Se ha  sugerido la posibilidad de que el autor se caricaturizase a si mismo por medio del dodo en el libro, ya que una tartamudez que le había acompañado toda la vida le impedía pronunciar su propio nombre.






Existen pocas especies que representen su triste destino de forma más simbólica que el dodo. En el mundo anglosajón se sigue diciendo "muerto como un dodo", a pesar de que la especie se borró de la superficie del planeta hace más de tres siglos. El dodo no fue la primera especie que los humanos llevaron a la extinción, pero su desaparición menos de 100 años después de que los europeos la descubrieran escenifica las consecuencias negativas que la humanidad ha tenido en el medio ambiente.





GIGANTES DE LAS ISLAS


La extinción forma parte del orden natural de las cosas. Las criaturas evolucionan para encajar en un nicho ecológico específico, pero si ese nicho desaparece debido al cambio climático, o si el animal es expulsado debido a la presión de una especie competidora, se extinguen. Desde que la vida comenzó en el planeta ha habido millones de extinciones de las que no se habla, y sigue habiéndolas en la actualidad, pero tenemos tendencia a registrar tan solo los titulares, por ejemplo la extinción de los dinosaurios, la de los lanudos mamuts y, por supuesto, la del protagonista de esta entrada, el dodo.





Subasta de huevos de dodo en una conocida casa de subastas. A la izquierda de la fotografía, un huevo de gallina, a la derecha, un huevo del extinto dodo.



"dodo", incluso su nombre parece señalar su trágico destino. La procedencia exacta del nombre, sin embargo, no se conoce con seguridad. Los portugueses visitaron la isla de Mauricio en 1507, pero no hicieron ninguna mención de esta ave. A pesar de todo, algunos historiadores sugieren la posibilidad de que el nombre derive del término portugués doido, que significa "loco". Los holandeses fueron los siguientes europeos que llegaron a la isla a comienzos del siglo XVII, y el diario de a bordo del capitán de un barco que estaba de paso describe un pájaro al que llama "dodaerse". El nombre se ha interpretado de dos formas: la primera lo vincula a la palabra holandesa dodoor, que significa "pegador" o "bobo", y la segunda a dodaars, que significa "culo de nudo" en referencia al característico mechón de plumas de la parte posterior del pájaro.








En holandés el dodo tenía un nombre alternativo, walghvogel, "el pájaro despreciable": se cree que hacía referencia al desagradable sabor de su carne.

El dodo, un miembro sin capacidad de vuelo de la familia de las palomas, evolucionó en isla Mauricio, en medio del océano Índico. Aunque no se conservan ejemplares completos de dodo, en la representación de muchos artistas aparece con un plumaje marrón grisáceo, un enorme pico ganchudo, alas regordetas, patas gruesas y amarillas y un característico mechón de plumas en la cola. El dodo se alimentaba de frutas y anidaba en el suelo. Aunque era incapaz de volar sus antepasados tuvieron que llegar a la isla volando. Cuando los protododos llegaron a la isla por primera vez, encontraron un entorno en el que la comida era abundante; además, los depredadores que habían conducido a sus ancestros a la seguridad del aire y los árboles brillaban por su ausencia. Así que la evolución funcionó en sentido inverso y transformó a estas aves en unas especies terrestres cuyo aumento de tamaño hizo que perdieran la capacidad de volar. Los indios, los árabes y los africanos del este conocían isla Mauricio desde el siglo X, pero el lugar no se colonizó hasta el siglo XVII, cuando los holandeses establecieron los primeros asentamientos permanentes en la isla.





Los humanos fueron los responsables de la extinción del dodo, que tuvo lugar menos de un siglo después de su llegada, pero no porque cazaran para obtener alimentos. Muchas fuentes de la época describen la carne del dodo como dura e imposible de comer. Sin embargo, donde quiera que vayan los humanos les acompañan otras especies, por ejemplo, cerdos, perros, gatos y monos, así como esa maestra del arte del gorroneo, la rata. Inconscientes de los graves efectos que las especies introducidas podían tener en el frágil ecosistema de la isla, los holandeses no hicieron ningún esfuerzo por controlar a los nuevos inmigrantes, que encontraron un suministro de comida lista para consumir en los vulnerables nidos que los dolos hacían en el suelo. Al mismo tiempo la deforestación con propósitos agrícolas redujo el hábitat del dodo. 





            Esqueleto de dodo. Museo de Historia Natural. Londres.




En el mismo momento en que los humanos aterrizaron en su isla los confiados dolos ya estaban condenados: se extinguieron menos de 80 años después. A eso se le llama capacidad de destrucción en estado puro.










FUENTE: "50 ANIMALES QUE HAN CAMBIADO EL CURSO DE LA HISTORIA".

AUTOR: Eric Chaline

© 2013 Librero b.v. (edición española)

© 2011 Quid Publishing

Distribución exclusiva de la edición española:

ILUS BOOKS, S.L., Madrid









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