LA IMPORTANCIA DEL SEGUIMIENTO CLÍNICO/

O: AL VETERINARIO, QUE TOCA REVISIÓN.



Es beneficioso para la salud de tu mascota seguir el calendario de revisiones que te marcamos desde nuestro centro veterinario.



La consulta y la revisión veterinaria son conceptos distintos pero igual de importantes, tanto el uno como el otro.

* La consulta

Se considera una consulta veterinaria a la primera vez que se visita al veterinario por una enfermedad en concreto, es decir, cuando se lleva a la mascota en un primer momento al veterinario cuando se pone enferma.


* La revisión

Por otro lado las revisiones serán las posteriores visitas que se realicen al veterinario, con objeto de hacer el seguimiento de esa enfermedad, hasta dar el alta definitiva al paciente.

ADOPTAR: SÍ; PERO CON EL CORAZÓN EN LA CABEZA


Hoy en día, también le damos otro significado a la palabra revisión. Se considera igualmente revisión a aquellas visitas que se hacen al veterinario cuando al animal loo vemos bien; precisamente para eso, para comprobar que realmente está sano y anticiparnos a las posibles enfermedades.

Los veterinarios no sólo tenemos que curar a los animales enfermos, sino también velar por el bienestar de las mascotas. De ahí el refrán: “Más vale prevenir que curar”.

La frecuencia de estas revisiones varía de mensual, a trimestral o anual, dependiendo de cada mascota, de su edad (cachorro, adulto o geriátrico) y de su historial clínico (si padece algún proceso o problema crónicos).

La importancia del seguimiento clínico


Ante cualquier enfermedad, los veterinarios, al igual que lo médicos, necesitamos poner un primer tratamiento y posteriormente revisar al paciente para verificar que tiene una evolución correcta, y que dicho tratamiento tiene un efecto positivo.

Muchas veces, durante el seguimiento de una enfermedad, es imprescindible aumentar las dosis de los medicamentos, prolongar los días a tratar o incluso cambiar o modificar el tratamiento si no resulta efectivo para el paciente.

La medicina, tanto humana como veterinaria, no es una ciencia exacta y por eso los profesionales debemos adaptar los tratamientos a cada paciente.

El alta médica


El alta médica consiste en la confirmación, por parte de un profesional veterinario, que ha estado siguiendo la enfermedad del paciente, de que el animal no presenta síntomas de la enfermedad que le trajo a la clínica y que se le considera curado del proceso.


El alta médica da unas garantías de que el tratamiento puesto inicialmente se ha completado correctamente y que ha sido efectivo en el animal.

Sigue las indicaciones del veterinario

Es fundamental que sigas el tratamiento puesto por el veterinario, tanto la dosis como la duración. Ya sabemos que en muchas ocasiones los animales son especialmente tozudos a la hora de tomarse los medicamentos, en estos casos, coméntaselo a tu veterinario para buscar una solución aceptable para todos.


Nunca suspendas un tratamiento si no te lo indica un veterinario. Esto podría provocar, por ejemplo, resistencias a los antibióticos. Estas resistencias ocurren cuando no se sigue un tratamiento correctamente hasta el final, entonces sólo se eliminarán las bacterias más débiles pero las más fuertes sobreviven en el organismo del paciente. La consecuencia de esta imprudencia es que, probablemente, en un futuro cuando se tenga que utilizar el mismo antibiótico en dicho paciente, éste ya no será efectivo contra esas bacterias que se han hecho más resistentes.

NUNCA AUTOMEDIQUES A TU MASCOTA


No se debe tomar la decisión de dar medicamentos a los animales, sin la orientación de un profesional. Hay muchos fármacos que se utilizan en las personas pero son tóxicos para los animales y, obviamente, no se necesita la misma cantidad de medicamento para una persona (de 60 kilos de peso) que para un animal que puede pesar 5, 10, ó 30 kilos.


Aunque creas que tu mascota tiene los mismos síntomas que la última vez que fuiste al veterinario, es un gran error tomar la determinación de darle los medicamentos que te sobraron de la última vez. Hay muchas enfermedades con síntomas iguales y que parecen lo mismo ante los ojos inexpertos, pero que requieren tratamientos completamente distintos o incluso opuestos; esta negligencia podría perjudicar gravemente la enfermedad en cuestión e incluso empeorar el pronóstico.

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Consúltanos siempre antes de tomar una decisión equivocada.
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RECUERDA QUE PREVENIR ES CURAR Y SALE MÁS BARATO.

FUENTE: REVISTA CLIP, del CENTRO VETERINARIO INDAUTXU
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