El trasiego de animales                                                      

 Arturo de Matiz

Leo en un ensayo: “Todo un equipo de turistas atraviesa la sabana de arriba abajo, con una máquina que petardea y una nube de polvo detrás, para plantarse a veinte metros de tres grandes y malos leones… y no pasa nada. Cómo si no existiéramos. Esta fue mi experiencia definitiva con el  mundo animal. Un desencanto total.”[1] Hasta aquí lo que nos cuenta su autor de la visita que hizo a una reserva de animales salvajes en África.

Vuelvo a lo cotidiano y a mi alcance. Los llamados animales de compañía. Tengo noticia de que existen cientos de perreras y personas particulares que se dedican a recoger perros y gatos abandonados, algunos ancianos. Estas personas ponen anuncios ofreciendo al animal en cuestión para que sea recogido, bien en casas de acogida temporal, bien para ser adoptados. 

Muchos de los animales están enfermos, son hembras preñadas, etc. Otras tantas personas de aquellas que los acogen al poco tiempo, en el mejor caso, los devuelve pues siempre hay un porqué hacerlo {el animal caga mucho, causa urticarias al huésped o a su pareja, etc.}. El caso es que los perros y gatos vuelven a ingresar en la cadena de los animales prestos a  todo tipo de sufrimientos en nuestros pueblos y ciudades. ¿Por qué?

MONTY, nació sin el puente de la nariz. Nadie lo quería. Ahora vive feliz con su familia humana en Dinamarca.

No tengo respuesta a esa pregunta, de verdad. Pero enlazo con el texto que abría esta nota. El desencanto de su autor no se corresponde a su experiencia con el mundo animal, no. Se trata de su comprobación  de que no hay un mundo “natural” al que volver. Nuestro mundo tardocapitalista hace tiempo que está fuera de quicio. Y no hay retorno a un “paraíso natural”. Hace mucho, mucho tiempo que le dimos una patada en el trasero.

No se da abasto a recoger animales en mal estado, abandonados, las perreras están desbordadas, un intento  de solucionarlo estaría en: CASTRACIONES CONTROLADAS, CIERRE DE CRIADEROS PÚBLICOS Y PRIVADOS, O ELEVAR IMPUESTOS A ESTOS ÚLTIMOS. No sé…. Pero, ¡haced algo con sentido!

Imputado por un delito de maltrato animal el dueño de una perrera de FAYÓN (Zaragoza).

Galga atropellada. PACMA informa de que más de 150.000 animales al año son abandonados en España y una parte importante sacrificados en perreras autonómicas y municipales.

Perros asesinados a patadas y a pedradas.




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[1] Gérard Wacjman,  The Animals that Treat  Us Badley