JUGUETES: ESTIMULANTES INTELECTUALES.
Los buenos juguetes proporcionan estímulos físicos y mentales, pero los mejores son los que imitan la realidad.
Las pelotas, los discos voladores y otros objetos por el estilo, son todos ellos “juguetes de caza”. El perro cazará estos objetos cuando tratan de escapar, igual que haría con una presa potencial. Los mejores son los que hacen “huidas” realistas, dando botes de forma extraña y siguiendo trayectorias insospechadas, igual que haría un conejo cuando escapa. Es un ejercicio muy real porque, en lugar de correr en línea recta, el perro debe estar constantemente atento a los cambios de dirección.
Los juguetes que emiten pitidos son buenos para jugar a matar. Generalmente, el perro se abalanza sobre ellos y les da un rápido mordisco, igual que haría con un ratón.
Juguete casero: se rellenan botellas de plástico duro con comida seca. El perro tratará de sacarla y se entretiene bastante.
Los juguetes duros [como los aros de plástico o algunos objetos forrados de material duro] son buenos para morder. Ejercitan la dentadura y las encías: los incisivos raspan, los grandes caninos apresan y los molares trituran. Pocos perros tienen la oportunidad de hacer estas cosas, por otra parte tan naturales, con la comida, ya que por regla general sus alimentos salen directamente de las latas. Una ventaja adicional de este tipo de juguetes es que adiestra físicamente.Los perros aprenden a emplear sus patas delanteras con tanta agilidad que algunas personas jurarían que tienen pulgares.
La famosa cuerda de tira y afloja, un juego perfecto para el perro, siempre y cuando no se le deje ganar. El humano será siempre el que gane, porque si le dejas ganar al perro, aunque sea sólo una vez querrá ganar siempre y se enfurruñará si no se lo permites.
Finalmente, están los juguetes de competición, como el juego de la cuerda. A la gente le gusta jugar con ellos sin darse cuenta de que los perros no lo hacen como estímulo intelectual, sino simplemente para ganar y mostrar su autoridad. Todos los juguetes deben quedar bajo la custodia de las personas. En concreto, los juguetes de competición deben devolverse siempre a sus dueños humanos una vez que el juego ha finalizado, ya que si se le dejan al perro los considerará propiedad suya y no permitirá que nadie más los toque.
FUENTE: "Las 101 preguntas que su perro le haría, si pudiera hablar”.
AUTOR: Bruce Fogle, es doctor en Veterinaria y miembro del Royal College of Veterinary Surgeons del Reino Unido. Además de ejercer su profesión, es conferenciante sobre conducta animal en facultades de Veterinaria de todo el mundo. Es autor de varios libros sobre los problemas de conducta de animales domésticos, entre ellos The Dog’s Mind y The Cat’s Mind (La Mente del Perro y La Mente del Gato).
Colección: BOLSITEMAS
© Dr. Bruce Fogle, 199
© EDICIONES TEMAS DE HOY, S.A. (T.H.), 1994, Madrid
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