viernes, 29 de junio de 2018




PAMPLONA 2018




A pocos días de iniciarse las fiestas de San Fermín de 2018 y siendo contrario a las fiestas con animales, unos pequeños apuntes sobre las mismas no resultan superfluos. Los Sanfermines son unos festejos cuya identidad ha venido determinada por los encierros y las corridas de toros. Ambos fenómenos son sin duda la esencia de esos festejos. Como tal, se entiende que eliminándolos se saldría de la tradición y se acabaría con las fiestas. En primer lugar quiero dejar claro que la cultura comporta sufrimiento pero el regodeo en el sufrimiento y la sevicia con unos seres vivos, tiene muy poco de cultura. Es más, demuestra hasta que punto la falta de una cultura que merezca tal nombre está presente en la jauría humana que participa en esos actos perversos.






                       Foto de Pedro Armestre







                                 Foto de Pedro Armestre



Se nos dice que si suprimimos las fiestas con toros vamos a acabar con el toro de lidia. Tal es lo que afirman los ganaderos y otros personajes enrollados en el mandumio de
la tauromaquia y digo yo eso que dicen tales personajes ¿No es una boutade? Porque vamos a ver, si decidiéramos desterrar el pan de nuestra dieta acabaríamos con las panaderías, ójala esto no ocurra nunca, luego si quitamos las fiestas con toros, corridas, linchamientos callejeros de toros...,
por supuesto que acabamos con el toro de lidia. Y es que eso es lo que queremos los que estamos en contra de fiestas como las de San Fermín, porque el toro de lidia es “fabricado” por los ganaderos y gentes metidas en el negocio de la producción de inocentes seres sensibles destinados al escarnio sacerdotal de la Iglesia de aborregados taurófilos, los cuales, a su vez, son  pergeñados  por la falta de cultura que es perpetuada en su repetición por las élites del negocio de la tauromaquia. Encima ya se encargan tales botarates de promover la sinrazón de ese cáncer ponzoñoso, la tortura y muerte de animales, bajo el socorrido  mendaz titulillo de acto cultural patrimonio de la humanidad.    Bien es cierto que estamos en el Siglo XXI y la sensibilidad ha cambiado respecto a lo que era el estado de bobería cerril seguidora del status quo impuesto por las élites al común.






                                Foto de Pedro Armestre






Los caballos también son víctimas, invisibilizadas, de la violencia taurina. Para que no puedan ver la salida y traten de huir, les sacan al ruedo con los ojos tapados. No poder ver si van a ser embestidos les provoca un enorme estrés. Sanfermines. Foto: Traslosmuros.com








Seis toros, a la espera de ser torturados y asesinados en la plaza 





El cadáver del toro es sacado de la plaza. Se descuartiza y su carne es vendida en las carnicerías fundamentalmente para preparar hamburguesas.





  
                                  Foto de Pedro Armestre



Así que pienso que no estaría de más que la idea lanzada al viento por el Alcalde de Pamplona se llevara a buen puerto. Creo que los pamploneses y navarros en general deben parar mientes y ver si no les conviene acabar con la presencia de toros u otros animales en sus fiestas.  Con ello dejarían muestra del buen sentir y pensar en el Reino de Nafarroa. Creo que saldrían ganando y daría un ejemplo  al resto de pueblos del Estado Español. Ese pudiera ser el inicio de una buena amistad entre personas y animales en el Reino de España.











TEXTO: Juan Mérida Molano

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