viernes, 26 de febrero de 2016




LAS CRÍAS DE ORANGUTÁN  Y LOS CACHORROS DE TIGRE.

[Indonesia: 2.007]






AQUEL COMPAÑERISMO ENTRE CACHORROS DE DISTINTA ESPECIE nacidos en cautividad era la “comidilla” del zoo Taman Safari de Cisarua, en Indonesia. Los mellizos de un mes de una tigresa de Sumatra y un par de pequeños orangutanes de pocos meses compartían habitáculo en la enfermería del centro. Ni los padres de los primates ni los de los félidos se habían mostrado capaces de cuidar de sus crías o de interesarse por ellas, y el personal del zoo optó por criarlos a los cuatro juntos como si fueran de una misma camada.








Los pequeños orangutanes, Nia e Irma, y los tigres, Dema y Manis, configuraban una especie de salón de juegos de guardería cuando se los juntaba durante el día. “Como es propio de los cachorros, corrían y jugaban juntos [explica el cuidador de animales Sharamy Prastiti], a veces un orangután se echaba encima del vientre de un tigre; otras un tigrillo mordía la oreja a un orangután. Les encantaba gastarse bromas, como a los niños”. La hora de la siesta transformaba a los bulliciosos animales en un montón peludo de pequeños que roncaban. Orangutanes y tigres eran felices abrazándose y acariciándose con el hocico y viviendo todo lo que podían en contacto físico.







Conforme fueron creciendo, el personal del zoo fue separándolos cada vez más tiempo en sus correspondientes recintos de exhibición con la idea de segregarlos del todo cuando cumplieran cinco meses. “A esa edad los tigres son mucho más grandes que los orangutanes y muy activos, y a veces llegan a ser malos y bruscos”, comenta Sharamy.






La primera vez que los separaron “no querían estar solos y parecía como si les faltara algo. Hacían ruidos extraños, como si lloraran sin lágrimas”, añade Sharamy. Pero al cabo de una semana aproximadamente, “se adaptaron a estar solos y a la nueva situación”. Ya no tenían contacto con sus antiguos amigos, y la separación era necesaria y adecuada para su seguridad. Aunque los orangutanes comen fruta, el instinto natural de los tigres es cazar y comer carne. Se había terminado el parvulario.







La infancia compartida debió de beneficiarlos a todos, pero estos animales también tienen en común algo lamentable: en la naturaleza, las dos especies están amenazadas. Los tigres de Sumatra, una subespecie cuyo único hábitat es una isla de Indonesia, se reduce tal vez a unos 500 individuos, y la población de orangutanes también está disminuyendo. Tanto los grandes félidos como los grandes primates compiten con el animal humano por el hábitat. Es un problema de conservación sin fácil solución.





SUMATRA. ZONA DESTRUÍDA PARA PLANTAR ACEITE DE PALMA.
FOTOGRAFÍA PROPIEDAD DE GREENPEACE.









FUENTE: "AMIGOS INESPERADOS" (Historias sorprendentes del Reino Animal) Bestseller de The New York Times

AUTORA: Jennifer S. Holland es escritora de National Geographic especializada en ciencia e historia natural. Vive en Silver Spring, Maryland, con su marido, dos perros, docenas de serpientes y unos cuantos lagartos. Para su desesperación, ninguno de ellos ha cruzado la frontera entre especies para ser amigos.

Amigos inesperados nos ofrece 47 historias reales e inspiradoras de animales que, sin tener nada en común, establecen lazos de amistad de formas completamente imprevisibles.

En sus múltiples viajes por el mundo, la periodista de National Geographic, Jennifer Holland ha recopilado historias increíbles sobre amistad entre especies que suelen establecer relaciones de depredador y víctima, en vez de amigos del alma: un gato y una iguana, una gorila y un gatito… entre otras sorprendentes combinaciones.

De lugares tan dispares como Sudáfrica, Alemania, India, Japón o el Círculo Polar Ártico, la autora narra con todo detalle cada una de las historias de amistad de los protagonistas y nos aporta interesantes explicaciones sobre el comportamiento animal que dejarán asombrados a los lectores de todas las edades.

Con fotografías a color, este libro es un tesoro para cualquier amante de los animales.

"Amigos inesperados" es un libro maravilloso. Cuando abrimos los ojos y nuestro corazón a los seres con los que compartimos el planeta, descubrimos como la compasión y la empatía pueden atravesar las fronteras entre especies".   Marc Bekoff, etólogo y defensor de los derechos de los animales, autor de Justicia animal.


© Jennifer S. Holland, 2011
© de esta edición, Grup Editorial 62 S.L.U., 2014

Salsa Books, Barcelona





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