viernes, 29 de abril de 2016



¿CUÁNTAS VECES COME UN GATO?








Podemos alimentar a nuestro gato de tres formas:

- A libre disposición: la forma más utilizada, el gato come cuando quiere… y la cantidad que quiere en cada toma, pero el total de alimento debe ser controlado por el propietario. 


- Control del tiempo: se le deja comer lo que quiere durante un tiempo (unos quince minutos).


- Control del alimento: le ofrecemos el alimento en pequeñas cantidades, menores a las que consumiría si lo dejáramos a libre disposición.

Los dos últimos métodos se repiten varias veces al día (de dos a tres).











¿Existen alimentos para las distintas edades y necesidades?


Por supuesto, nuestro amigo gato dispone de alimentos comerciales perfectamente estudiados para cubrir las necesidades de las distintas etapas de su vida; entre estos alimentos tenemos:


- Leches maternizadas: para aquellos gatitos que, por enfermedad o ausencia de la madre, no pueden mamar directamente. Es importante ofrecer a estos animales leche maternizada para gatos, nunca leche “de bebés”, o leche de vaca con diversas mezclas, digamos “ingeniosas”: yema de huevo, harina…


- Crecimiento: para los más jóvenes; desde el destete hasta el año (aproximadamente). Este alimento es utilizado también para las gatas gestantes y en lactación.









Adultos: desde el año hasta los 7 años.

Adultos light: desde el año hasta los 7 años en animales con tendencia a engordar. No es útil para tratamientos de adelgazamiento en animales obesos. Es un producto que previene la obesidad, no la trata.


Senior: desde los 7 años en adelante.


- Alimentos dietéticos: aquellos pensados para patologías concretas o para situaciones “especiales” del felino (esterilización).


- Alimentos para razas: existen alimentos específicamente diseñados para razas concretas de gato.








¿Puede tomar leche?


En el caso del gato adulto sería un “pecado menor”, pero un pecado a fin de cuentas. Si alimentamos a nuestro gato con un correcto alimento, lo único que conseguimos dándole leche es desequilibrar la ración global… Mejor, evitarla.


En el caso de los gatitos es más problemático, ya que el consumo de leche de vaca suele ocasionarles unas más que molestas diarreas debido a su alto contenido en lactosa que su tierno aparato digestivo no es capaz "de manejar”.


¿Existen alimentos para gatos enfermos?


Sí, y además son muy efectivos. Nuestros gatos tienen la suerte de disponer de varias fórmulas dietéticas para las diferentes enfermedades que les afectan: obesidad, gastritis, diabetes, alergias, cálculos, enfermedades renales, enfermedades hepáticas…


Estos alimentos suelen ser en muchos casos la base principal de los tratamientos, lo que consigue mejorar la situación con la aplicación de un menor número de fármacos. Estos alimentos deben ser prescritos y controlados por el veterinario.








Premios alimenticios


Podríamos decir que el ofrecimiento de premios en forma de alimento para el gato mejora nuestra relación con el animal, hace un poco más variada su dieta, nos hace sentir bien, pero ¿son necesarios?


Debemos tener muy presente que nuestra “premiante” acción puede ocasionar problemas como el desequilibrio de la ración alimentaria, un menor interés por la ración diaria, alteraciones gastrointestinales, etcétera.


Los premios alimenticios no son estrictamente necesarios, pero si queremos darlos, olvidémonos de nuestra comida hecha en casa y ofrezcamos aquellos premios comerciales perfectamente equilibrados a nivel nutricional, siguiendo la recomendación del profesional; en este caso, a pesar de estar prescritos por el veterinario, los premios jamás deberán exceder de un 10% de la dieta diaria.












FUENTE: “EL ENCANTADOR DE GATOS”

AUTOR: CARLOS RODRÍGUEZ, es licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Consejo de Protección Animal de la Comunidad de Madrid. Además es copropietario de la clínica veterinaria Parque Corredor. Ha trabajado también como director, presentador, asesor y colaborador en diversos programas, como Waku waku (TVE) o Club Disney (Telecinco), y es autor de varios libros, como Mi perro, sus amigos y yo (2002) o Más que amigos (1999) del que es autor junto a Nuria Roca. Actualmente es director y presentador de Como el perro y el gato en Onda Cero, así como del programa de televisión del mismo nombre en Antena.Neox y presentador de De mascotas en Imagenio. Es el responsable de la guía de perros en ParaSaber.com.

© 2009, Carlos Rodríguez

© De esta edición:
2009, Santillana Ediciones Generales, S.L., Madrid
Aguilar

Con el apoyo de ParaSaber.com
www.parasaber.com







martes, 26 de abril de 2016



HABLAR “GATÉS”









La postura del gato quiere decir: “Estoy a la defensiva, si me atacas, te ataco”. Si tiene ocasión, prefiere escapar.






Ningún gatito necesita un libro para aprender el lenguaje corporal de su especie, ni tampoco el humano. A pesar de que los gatos no son tan expertos como los perros en entendernos (ya que sus ancestros comunes con los lobos desarrollaron un lenguaje corporal muy intrincado para mantener en paz la estructura de la manada), los felinos pueden comunicarse razonablemente bien entre sí y con otros animales. Si llegaras a dudar de la posibilidad de la comunicación entre las especies, piensa en lo bien que la mayoría de los perros comprenden el significado de advertencia que implica un gato con el lomo arqueado y erizado.









Los perros pueden entender a los gatos, y los gatos a los perros, y ambas especies son más capaces de interpretar pautas no verbales que los seres humanos, quienes debemos de parecerles bastante estúpidos. Si al lenguaje corporal le añades la capacidad verbal de los gatos (con sus maullidos, bufidos y ronroneos), puede que tengas que considerar la idea de que los gatos no hablan. Al contrario, tu gato podría discutir muy bien, el problema es que no le entiendes.








Ojos de gato con las pupilas contraídas: Está recibiendo mucha luz.








Ojos de gato con las pupilas dilatadas: Está recibiendo poca luz o tiene miedo.




OJOS

Los ojos del gato reaccionan de inmediato a las condiciones de luz: las pupilas se estrechan hasta parecer ramitas verticales cuando están al sol, y se dilatan como negros pozos en la oscuridad. Más allá de estas reacciones, tu gato puede transmitir su estado de ánimo con la mirada. Si tiene los ojos bien abiertos pero no tanto como parecer “perplejo”, estará mostrando el interés cortés de un gato tranquilo. Los ojos muy abiertos, con pupilas dilatadas, indican miedo. Un gato al acecho se reconoce porque tiene los ojos abiertos y fijos en algo. Un gato que está a punto de lanzarse al ataque entrecierra los ojos y los fija ¡Cuidado!






Esta postura indica que el gato está preparado, tanto para la defensa como para el ataque, tiene mucho miedo, y si encuentra un hueco, escapará. Pero si no tiene opción a la escapatoria, ataca. 





Datos gatunos

Aunque a los gatos no les gusta que los miren fijamente (¿acaso tus papás no te enseñaron que era de mala educación?), les gusta “compartir un parpadeo”. Comunícate como lo hacen los gatos: cruza la mirada con tu gato y luego parpadea despacio. ¡Puede que tu gato te devuelva el parpadeo!.







Gato levemente asustado, si pasa a mayores, abre la boca y enseña los dientes, acompañado de gruñidos y bufidos.







La oreja de este gato indica que está atento a los sonidos, pero no está asustado. Símplemente investiga.


OREJAS


Un gato al acecho gira las dos orejas hacia delante, para captar mejor hasta el mínimo ruido que pueda hacer un ratón oculto. Por lo general, las orejas de un gato relajado están erguidas y apuntan hacia los lados. Pueden moverse para localizar sonidos que estén relacionados con el final de ese cómodo período de calma. Si está asustado, las orejas se separan más hacia los lados. La posición que jamás debes pasar por alto es aquella en la que tienen las orejas hacia atrás y dobladas contra la cabeza, pues el gato estará listo para morder o arañar, ya sea como defensa o como ataque.




El gato se acerca a su amigo humano con la cola levantada y la punta levemente arqueada, indica su buen estado de ánimo, y su acercamiento es amistoso. Se le habla suavemente sin aspavientos y se le acaricia en el lomo a favor del pelo. Si el gato empieza a dar golpecitos con la cola en el suelo o a moverla de derecha a izquierda, mejor parar las caricias.



COLA


La cola levantada y con la punta levemente vuelta hacia delante sobre el lomo es la manera en que el gato nos dice: ¡”Hola! ¿Cómo estás? ¿No es mi hora de comer?”. Es un saludo amistoso y tranquilo que muestra confianza y cariño. Si tiene la cola erguida y le vibra te dice: ¡”Estoy loco por tí”!. Un gato que está inquieto esponja un poco la cola, la  mantiene baja (hasta llegar a ponerla bajo su cuerpo) y la mueve de lado a lado. Si está al acecho, la mantiene baja e inmóvil, a excepción de un estremecimiento leve en la punta, como si el esfuerzo de tener el cuerpo inmóvil fuera demasiado y estuviera desbordándose por la punta de la cola

(Este movimiento de cacería también se ve cuando juega.)






Este gato de la foto, se ha hartado de las caricias, está avisando que pares, y créeme, lo mejor es retirar la mano suavemente y dejarlo tranquilo.


La cola es uno de los mejores indicadores de ataque inminente de un gato. Un gato que se está poniendo nervioso mueve la cola de lado a lado, y a veces también la esponja. Para los gatos, batir la cola no es un gesto amistoso, como sucede con los perros. ¡Cuidado!.









VOZ


Cada gato, al igual que cada persona, desarrolla una voz propia y característica, similar a las del resto de su especie pero nunca exactamente igual. Los gatos producen un amplio rango de sonidos que les permiten expresar su estado de ánimo. He aquí algunos:







* Maullidos: Desde el breve sonido agudo, como un gorjeo, que hace la madre con sus gatitos, hasta los más largos e insistentes de una mascota hambrienta que quiere su comida de inmediato, los gatos se las arreglan para producir una gran variedad a partir de un par de sonidos básicos. Los hacen variar de miles de maneras, a veces alargando los sonidos vocálicos y a veces acortándolos. Incluso tienen un maullido que los humanos no podemos detectar porque superas nuestro rango auditivo (se le denomina “maullido silencioso”). Si vives con un gato suficiente tiempo, llegarás a entender los significados de los diversos maullidos que emite que, en términos muy generales, significan: 
“Oye, quiero algo”.




Enfrentamiento entre dos gatos. El negro se hace el chulo con su boca abierta enseñando los dientes; el rubio no enseña los dientes, pero tiene los ojos entrecerrados y en un segundo pasará al ataque, aunque se suelen conformar con algunos maullidos subidos de tono y rodearse mutuamente y luego cada uno se va por su lado. Pero si están encerrados, se enfrentarán irremisiblemente.





* Aullidos: Incluso quienes no tienen gato conocen este sonido, un aullido que recorre varias octavas y que, por lo general. se ejecuta a dúo entre dos gatos que están preparados para pelearse. El mensaje es el siguiente: “Largo de aquí o te arrepentirás”. Estos conciertos de aullidos pueden darse en cualquier momento entre dos gatos que pelean por su territorio, y es especialmente frecuente cuando hay hembras en celo.






Gato con la boca abierta y haciendo rápidos movimientos con la boca, acompañados de un estacato rápido. Así explica su frustración, cuando ve un pájaro o una mosca y no puede alcanzar su presa.



* Castañeteo: Si un gato está entusiasmado por la perspectiva de matar a una presa o la posibilidad de aparearse (si es un macho), a veces emite un rápido castañeteo de dientes.









* Gruñido: Es más bien un aullido suave, sostenido y grave, sin la  variación de agudos del aullido. Los gruñidos indican que el gato está asustado o enfadado, y suelen venir acompañados de bufidos (sonidos muy útiles para convencer a los perros para que retrocedan).







* Ronroneo: Es el equivalente felino a la sonrisa. Al igual que ésta, surge en situaciones que no son necesariamente felices, para transmitir un mensaje del tipo “soy amigo, no me hagas daño”. Los gatos contentos ronronean, pero también lo hacen los que están heridos o asustados, y las gatas durante el parto y la lactancia de sus crías.








* Chillido: Un grito de intenso dolor. Esperamos que jamás lo oigas y menos viniendo de tu gato.








PELAJE Y BIGOTES


Los gatos asustados y enfadados erizan el pelo para verse más grandes. En las primeras etapas del miedo o del ataque, algunos sólo esponjan la cola. Los bigotes tienen un rango más amplio de expresión de emociones. Si un gato siente curiosidad o enfado, tendrá los bigotes hacia delante (también lo hacen en la oscuridad, para “tantear” mejor su camino). Si está asustado, echará los bigotes hacia atrás.







Datos gatunos

La mayoría de los gatos tienen 24 bigotes, divididos a ambos lados del hocico, y dispuestos en cuatro filas horizontales, Las filas superiores pueden moverse independientemente de las inferiores y cada pelo del bigote (cuyo nombre técnico es vibrissa) se inserta mucho más profundamente que un pelo normal, para aumentar su capacidad táctil. Otro dato curioso sobre los bigotes: los gatos cornish rex y devon rex, con su pelaje rizado, también tiene bigotes rizados.


A pesar de que los bigotes son importantes, y tu gato puede sentirse desorientado si se los quitas [razón suficiente para no cortárselos], no hay ninguna correlación entre su longitud y la anchura del gato. Si tu gato engordara, los bigotes no crecerían de manera acorde. Un gato corpulento que confíe en sus bigotes para medir el ancho de un agujero por el que quiere pasar podría quedarse atrapado en él.









¿LOS GATOS TIENEN MÁS DE CINCO SENTIDOS?


Dos fenómenos que se han documentado bien a lo largo de los tiempos sugieren que los gatos captan determinadas cosas que el ser humano es incapaz de detectar.


Uno de ellos es la capacidad para “predecir” seismos o terremotos. Parece que los gatos (y otros animales) son sensibles a los indicios de la tensión que aumenta bajo tierra. Quienes sostienen esta teoría señalan que antes de un terremoto aumenta el número de gatos y perros perdidos, y lo explican porque estos animales pretenden huir del peligro.








Otra capacidad interesante es la que les permite volver al lugar que reconocen como su hogar, aunque tengan que viajar cientos de kilómetros, como cuando su familia se muda, Por ejemplo. Aunque algunos de estos casos probablemente son confusiones de un gato con otro, o de un gato con sus dueños, hay otros casos muy bien documentados, y se han llevado a cabo experimentos que demuestran que los gatos son sensibles al campo magnético de la tierra y que por eso jamás pierden la orientación.


Puede ser que jamás lleguemos a comprender qué hay tras estos “sentidos adicionales”, pero a los gatos no les importa. Prefieren  que admiremos su misterio.



Gato agresivo. No dudará en atacar. Lo mejor es apartarse y dejarlo tranquilo.


MIAU! (DEMOSTRACIONES DE CARIÑO)


Los amigos de los gatos conocen esos movimientos de zarpas tan particulares que hace un gato cuando está a gusto en nuestro regazo, pero nadie parece estar de acuerdo en cómo llamar a este lenguaje corporal. Sea cual sea el nombre que le demos, el mensaje que transmite es el mismo: afecto y confianza.






YASODARA: Su postura indica total relax. Los siameses son gatos con una “voz” muy expresiva. Están todo el día parloteando. IMPRESCINDIBLE CASTRAR. Sus gritos cuando están en celo se escuchan en varias decenas de metros del vecindario. 







Gato  dando patadas de leche o amasando su manta blandita. Está muy contento y le trae recuerdos de cuando era cachorro y estaba calentito con su mami.



Ese gesto de “amasar” con las zarpas es un vestigio de la infancia del gato. Cuando están en edad lactante, los gatitos mueven las zarpas de esa manera contra el costado de su madre mientras se alimentan. Cuando un gato hace ese gesto, te dice que te considera su mamá  y ronronea y te amasa como demostración de cariño.







El gato está rozando su cabeza con la cara de su amigo humano. En realidad está dejando marcas de olor, y diciendo: “esto es de mi propiedad”. Al gato también se le adhiere el olor de su humano.













FUENTE: "GATOS PARA DUMMIES" (Aprende a: *Comprender al lenguaje felino; *Educar y cuidar de forma adecuada a tu mascota; *Identificar cuándo tu gato está bien y cuándo tiene problemas)

AUTORES: Gina Spadafori, es una periodista estadounidense especializada en el cuidado de mascotas y colabora habitualmente con varios medios de comunicación. Paul D. Pion, es veterinario en Estados Unidos y ha recibido numerosos premios por sus investigaciones sobre nutrición y comportamiento felinos. Es presidente del Veterinary Information Network. Carlos Rodríguez es veterinario y lleva más de veinte años en antena, primero en radio y luego también en televisión.
presentador del programa "Como el perro y el gato".


© Centro Libros PAPF, S.L., U., 2011

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