PERDIDO EN BROUHAHA: O LA COMUNICACIÓN DE LOS SIMIOS.
Casi perdidas entre las discusiones sobre si los simios pueden, y hasta qué grado, aprender el “lenguaje humano”, se encuentran sus propias “lenguas”. Cada especie utiliza una variada cantidad [a veces increíblemente alta] de vocalizaciones y expresiones faciales, así como un rico lenguaje corporal. Ningún investigador afirma que esas llamadas constituyan un lenguaje tan complejo como el nuestro. Pero satisfacen las necesidades que tienen los animales en su entorno natural.
La imagen muestra una orangután con su cría, mientras es atendida por un grupo de ecologistas. La fotografía fue tomada el verano pasado en Sampit, en la parte central de Borneo. Frecuentemente los orangutanes son atacados por los trabajadores de las explotaciones de palma, cuya producción se destina a la fabricación de aceite. De este modo, los campesinos quieren evitar que los primates se coman las semillas de las plantas. En 2006 al menos 1.500 orangutanes perecieron: unos como consecuencia de esos ataques, y otros por la desaparición de su hábitat ante el avance de las explotaciones agrícolas en Indonesia.
Quizá sean los orangutanes los que ostenten la vocalización individual más impresionante de todos los simios, la llamada larga. Se inicia con un gruñido suave y bajo, modulado en tono como un bajista que usara el vibrato. Crece lentamente hasta convertirse en un rugido audible a 2 km de distancia a través de la espesa jungla de Borneo. La tercera parte desciende de nuevo convirtiéndose en una suave serie de sonidos entrecortados y suspiros.
Karmele abraza a un bebé orangután de la reserva NYARU METENG, en Borneo.
Como sucede en las llamadas de muchos animales, ésta anuncia a un macho que está protegiendo su territorio y, posiblemente, llamando a una hembra. Algunos orangutanes al mismo tiempo que emiten esta llamad arrancan ramas y pequeños troncos, produciendo un fuerte estrépito que resuena por toda la selva. Ocasionalmente, el estrépito por sí solo basta para provocar que los machos vecinos respondan con la llamada larga. Pero lo más frecuente es que se establezca entre los machos una especie de diálogo en el que presumiblemente se comunican su posición y la soberanía sobre su territorio.
Los incendios (provocados) que asolan la isla indonesia de Borneo desde hace meses está haciendo estragos en la comunidad de orangutanes. La industria del aceite de palma: el camino a la extinción del orangután de Borneo.
Los orangutanes también emiten otros tipos de vocalizaciones: los adultos gruñen y chillan cuando están copulando, y los jóvenes chillan, ladran y gritan. Los adultos y los jóvenes producen una amplia variedad de sonidos con sus labios y gargantas, succionando (como si sus labios fueran una ventosa), eructando e incluso haciendo rechinar los dientes. Los investigadores no tienen un diccionario que aclare el significado de estos sonidos, ni de los gestos o posturas corporales que los orangutanes también emplean para comunicarse, ya que es muy difícil obtener información sobre estos animales porque viven en lo más alto de los árboles de la selva densa. El volumen corporal que les falta a los chimpancés para igualar al del orangután, se ve compensado por un coro cacofónico.
Jane Goodall y Wounda, se abrazan. Wounda es la 15ª chimpancé liberada en el Congo.
Jane Goodall y otros investigadores han catalogado una gran variedad de gritos y gruñidos, así como los llamados “gruñidos-jadeantes” (pant-hoots). La emisión de todas estas vocalizaciones va acompañada de sorprendentes expresiones faciales y de lenguaje corporal. Los chimpancés viven en grupos sociales fluidos que cambian a corto y largo plazo. A diferencia de los delfines, elefantes y leones, los chimpancés macho establecen entre ellos vínculos sociales más fuertes y duraderos que las hembras. Cooperan en el acicalamiento y la caza, formando alianzas que incrementan su rango social y éxito reproductor.
Liliana Pacheco con un bebé chimpancé.
Una de las vocalizaciones del chimpancé más estudiada, el gruñido-jadeante, empieza con gruñidos graves y entrecortados que se transforman en una serie de jadeos agudos rápidos e intermitentes, como si el chimpancé tratara de tocar una armónica sin el instrumento. Por último, el gruñido-jadeante alcanza un crescendo fuerte y culminante. Ambos sexos emiten esa llamada y parecen hacerlo en todas las ocasiones en las que sea apropiado expresar excitación. El gruñido-jadeante de machos y hembras es diferente, e incluso con un poco de práctica las personas pueden reconocer los correspondientes a cada individuo. Los chimpancés escuchan las llamadas lejanas y responden. Estos sonidos pueden servir como identificación, pero se emiten en una variedad tan grande de circunstancias y con tal cantidad de sutiles variaciones que es posible que también contengan otros significados.
Los machos a veces acompañan los gruñidos-jadeantes a larga distancia con golpeteos de sus manos o pies en los contrafuertes de los árboles, tocones huecos o troncos, y parece que utilizan dichas vocalizaciones para comunicar su posición a larga distancia. Recientes estudios de campo apoyan esta hipótesis, ya que aparentemente los machos se mantienen en contacto con individuos específicos, principalmente aliados.
Carme Vidal Marsans, Veterinaria catalana que lleva 16 años trabajando en LWIRO (República del Congo) y desde finales del 2006 lidera un proyecto de la ONG COOPERA, para la conservación de los primates, a poca distancia del parque KAHUZI-BIEGA.
Al menos dos comunidades de chimpancés pueden hablar diferentes dialectos. Dos grupos bien estudiados de Gombe y Mahale emiten el gruñido-jadeante de forma ligeramente diferente. Como la identificación a larga distancia de los aliados y rivales es tan importante para los chimpancés, las diferencias dialectales en grupos aislados adquieren un significado sustancial en estos primates. Sin embargo, los dialectos de las aves, por ejemplo, aparecen cuando los polluelos aprenden cantos de sus vecinos más próximos.
Carme Vidal en el Centro de LWIRO/FUNDACIÓN JANE GOODALL
Nadie ha demostrado todavía que los chimpancés aprendan sus gruñidos-jadeantes de los adultos. Las diferencias en el hábitat o en la composición genética de los grupos quizá también tengan relación con los diferentes gruñidos-jadeantes.
CARME VIDAL, en LWIRO, al Este de la República Democrática del Congo
Centre de Rehabilitation des Primates de LWIRO
Lwiro Village
South Kivu
Democratic Republic of Congo
lwiroprimates@gmail.com
© 2013 by CRPL
FUENTE: "EL LENGUAJE
DE LOS ANIMALES" (Prólogo de Frans de Waal, eminente etólogo)
AUTOR: STEPHEN HART
(Biólogo)
© 1996 Robert Ubell
Associates, Inc. All right reserved
© de la traducción: 1997
Ediciones Omega, S.A.
© Alianza Editorial, S.A.,
Madrid, 2013
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