GATOS DIVINOS Y GATOS FAMILIARES
Los arqueólogos creen que nuestra relación con el gato comenzó en Oriente Próximo con el desarrollo de las primeras comunidades agrícolas sedentarias. La primera prueba que tenemos de un gato como mascota procede de un enterramiento en la isla de Chipre que data del año 7.500 antes de nuestra era. La tumba contiene un varón humano de alto estatus junto a un ajuar funerario; cerca de allí se encontraron enterrados los restos de un gatito de ocho meses. Los gatos no son nativos de la isla, de modo que el animal tendría que haber sido transportado a propósito desde el continente. Salvo que exista algún motivo ritual que desconocemos para que la sepultura incluyese un gato joven, uno solo puede llegar a la conclusión de que el animal era una querida mascota.
Egipto fue, de entre las culturas antiguas, la que mantuvo un vínculo más estrecho con los gatos. Los egipcios adoraban a muchos dioses de forma animal, entre ellos la diosa Bast, o Bastet, que comenzó su carrera como una fiera deidad con cabeza de león que protegía al faraón. En realidad tenían una leona viva como diosa, a la que los sacerdotes no podían controlar, la leona pronto fue reemplazada por una gata doméstica más manejable. Bast empezó a asociarse con el gato doméstico. El centro de su culto estaba localizado en Bubastis, en el delta del Nilo, donde poseía un gran templo muy frecuentado por gatos.
Detalle de una estatua de Bastet, en bronce y oro. Museo del Louvre (París)
En las excavaciones realizadas en el lugar se encontraron más de 300.000 momias de gato enterradas alrededor del templo, señal clara de la alta consideración en que se tenía a este animal. Un examen de algunas de las momias felinas ha revelado que muchas eran falsas: huesos envueltos con vendas (para hacer que parecieran gatos) que los sacerdotes hacían pasar por genuinas momias de gato a los incautos peregrinos que se dirigían en masa a la fiesta anual del templo.
El culto a Bastet se abolió en el siglo IV de la era moderna, junto con el de todos los demás dioses paganos. En periodos posteriores el gato tuvo una recepción mucho más tibia. En la tradición popular occidental los gatos se relacionaban con la brujería y la adoración del demonio. Los gatos negros, en concreto, se consideraban parientes de las brujas, y a menudo sufrían el destino horrible de sus dueñas sospechosas de brujería.
Durante la plaga de peste bubónica del siglo XIV que se conoce como la "peste negra" miles de gatos fueron asesinados porque se creía que traían mala suerte y enfermedades. De hecho, esto llevó a una explosión en la población de ratas, cuyas pulgas eran las mayores portadoras de la plaga. Un último residuo de este miedo y de este recelo hacia los gatos es la superstición de que da mala suerte que un gato negro se cruce en tu camino.
La reputación del gato es mucho mejor en el mundo islámico, en el que los perros se consideran sucios y se rechazan como mascotas. El gato atigrado presenta una clara letra M en la frente, que lo vincula con el fundador del islam, el profeta Mahoma (570-632 nuestra era). Una historia afirma que el profeta tenía una gata favorita, llamada Muezza, que se había ganado su gratitud al salvar su vida de una serpiente.
Un día, la llamada a la oración se produjo cuando ella estaba dormida, acurrucada en la túnica del profeta, y él prefirió cortar una manga antes que molestarla.
Gatos en jaulas al lado de un restaurante, en China. Son utilizados como comida.
Aunque los gatos siguen utilizándose como alimento en algunas partes de Asia Oriental, sobre todo en China, y a pesar de que el pelaje de gato se sigue usando en diversas regiones del mundo para hacer ropa, accesorios y mantas, la mayor parte de los gatos domesticados son mascotas. En 2007 se calculaba que la población de gatos domésticos de Estados Unidos era de 82 millones de ejemplares, 10 millones por encima del número de perros.
En la actualidad los gatos son un gran negocio, al igual que los perros, y existe una gran cantidad de empresas de servicios que se encargan de cubrir sus necesidades, desde la cuna hasta la sepultura.
El tiempo que se pasa con los gatos nunca es tiempo malgastado.
Sigmund Freud (1856-1939).
La primera mascota. El gato doméstico, que realiza pocas tareas para los humanos, o ninguna, fue una de las primeras mascotas y compañías animales de la humanidad.
UN GATO PARA ATRAER. Un Maneki Neko, negro que aleja la mala suerte.
Quienes hayan estado en Japón se habrán dado cuenta de que en el exterior de las tiendas, restaurantes, hoteles y otros establecimientos hay un gato de cerámica blanca con una pata levantada. Se trata del maneki neko, el gato que "hace señas para entrar" o que "da la bienvenida", del que se supone que atrae la buena fortuna, el dinero y los clientes.
A veces este gato porta un koban, una valiosa moneda de oro que durante el periodo Edo (1603-1867) se utilizaba como obsequio debido a su poder para atraer la riqueza. Existen muchas leyendas relacionadas con el origen del maneki neko.
Existen muchas leyendas relacionadas con el origen del maneki neko. Una de ellas habla de un noble de alto rango que, al ver que un gato le hacia señas para que se acercase, se detuvo para acariciarlo. Este gesto lo libró de un intento de asesinato.
Autorretrato del artista Fujita, con su gato
Maestro Kendo
En claro contraste con las supersticiones occidentales de mala suerte y augurios ominosos, en japón los gatos se consideran animales que traen buena fortuna. Los gatos negros aumentan considerablemente esa buena fortuna.
FUENTE: "50 ANIMALES QUE HAN CAMBIADO EL CURSO DE LA HISTORIA".
AUTOR: Eric Chaline
© 2013 Librero b.v. (edición española)
© 2011 Quid Publishing
Distribución exclusiva de la edición española:
ILUS BOOKS, S.L., Madrid
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