jueves, 29 de enero de 2015



CURSILLO DE LENGUAJE CORPORAL FELINO.







La comunicación es la base de toda buena relación, y eso se aplica no sólo a las relaciones entre personas sino también a la tuya con tu gato. Al aprender sobre cómo se comunica tu gato vas a fortalecer el lazo que hay entre los dos, y con ello la convivencia será más agradable para ambos.

Entender lo que dice un gato es como entender a una persona de otro planeta, porque nuestros mundos son tremendamente diferentes. Nuestro mundo está compuesto por palabras, máquinas y vidas complejas. El de los gatos es un mundo natural, de lenguaje corporal y sonidos, de placeres sencillos. Al aprender a entender a nuestros gatos conseguimos pasar un tiempo en su mundo, que nos resulta tan sencillo y relajante. Quizás es una de las razones por las cuales pasar tiempo con un gato puede reducir la presión arterial. Esa actitud despreocupada es contagiosa.







Aprender el lenguaje gatuno no es algo de lo cual nos beneficiemos sólo nosotros. Si hacemos el intento de entender cómo se comunican nuestros gatos, podemos cuidarlos mejor, saber lo que quieren, evitar conflictos innecesarios y captar los primeros indicios de malestar si están enfermos.

Entender el lenguaje corporal gatuno ayuda a detectar enfermedades, pero un examen casero es igualmente importante. 






Gato con la bacteria chlamidiae, una enfermedad ocular muy contagiosa para otros gatos, pero que con el debido tratamiento supervisado por un veterinario competente, se cura.







LOS SENTIDOS FELINOS


Al igual que la mayoría de los depredadores, los gatos tienen unos sentidos muy agudos. De otra manera no habrían sobrevivido lo suficiente como para llegar al estado de domesticación. Incluso hoy en día cuando muchos reciben sus comidas en platitos, muchos otros no tienen tanta suerte. Para estos últimos, lo que les permite salvarse de la muerte por hambre es su talento natural. El hecho de que los gatos salvajes consigan sobrevivir es una prueba de la capacidad de sus sentidos. Sin embargo, hay que aclarar que su existencia en la calle es muy precaria, pues los gatos que han sido abandonados y no han podido aprender de su madre gata, malviven, y su existencia suele ser muy breve, llena de malos tratos por parte de desaprensivos y padeciendo muchas enfermedades.







OLFATO

Las personas y los gatos vivimos en mundos completamente diferentes en términos olfativos. El sentido del olfato de los gatos es mucho más poderoso que el de los humanos (y el de los perros es aún mejor). ¿Te sorprende que un cajón de arena que para ti aún es "tolerable" resulte ofensivo para tu gato?

Claro que el asunto del cajón de arena es un problema moderno, y el olfato del gato sirve para mucho más que para decidir si su cajón de arena está limpio o no. Los olores tienen un papel a la hora de marcar su territorio, buscar una presa y decidir si la comida que se encuentra ahí aún se puede comer. Los perros comen cualquier cosa. Los gatos son depredadores de verdad y piden comida fresca, y mejor si la acaban de matar. ¿Te has preguntado alguna vez por qué a tu gato no le gusta la comida enlatada que ya lleva un tiempo abierta? La respuesta es sencilla: no le huele como debería ser.





      
                    Los peligros de la calle: resultado de maltrato humano.


Si tu gato es tan quisquilloso que no le interesa nada de lo que le das de comer (o si estás cuidando a un gato enfermo), calienta la comida a una temperatura levemente superior a la del ambiente (lo que los humanos llamaríamos "tibio"). Al hacerlo, la comida despide un olor más atractivo para los gatos.

Para oler, además de la nariz, los gatos usan una parte del cuerpo situada en la parte delantera del paladar, conocida como órgano vomeronasal. Sirve para detectar olores tipo sexual, como el de una hembra en celo. Cuando los gatos usan este órgano, abren la boca un poco, como si saborearan un olor. La expresión que tienen en esos momentos se conoce como respuesta de Flehmen.






                            Gato, poniendo la típica postura flehmen






OÍDO

A diferencia de nuestras orejas fijas, los gatos pueden usar las suyas como antenas parabólicas y moverlas de forma independiente hacia cualquier sonido que les llame la atención. El oído de los gatos puede captar sonidos dos octavas más altas que el oído humano, que también es un rango superior al que detectan los perros. La capacidad para captar sonidos de alta frecuencia es importante, por supuesto, cuando uno está al acecho del chillido de un roedor que le servirá como cena (chillido que el oído humano no capta).

Tu gato puede aprender muchas de las palabras que usas al hablarle como "¿Quieres comer ya?". El hecho de que no haga caso de lo que le dices no quiere decir que no esté escuchando, sino que se comporta como un gato.








VISIÓN

La sabiduría popular sostiene que los gatos no ven los colores. Pero parece que no es así. Los investigadores opinan que los gatos pueden distinguir colores, pero que no encuentran mucho sentido a hacerlo.

Las maravillas de la visión felina tienen que ver más bien con la capacidad del gato de ver en condiciones de luz muy escasa (lo cual es importante para los cazadores nocturnos) y su agudeza para detectar movimientos distantes. Ambos rasgos son fundamentales para un depredador que no sólo necesita encontrar su comida sino también lanzarse sobre la presa con mucha precisión.

La "visión nocturna" de los gatos es posible debido a una capa de células especiales situada detrás de la retina, que recogen la luz y permiten al gato "duplicar" la capacidad de distinguir objetos en condiciones de relativa oscuridad. El ojo humano lanza un reflejo rojo en la oscuridad, debido a los vasos sanguíneos, cuando una luz toca el fondo, por ejemplo las luces de un coche. El ojo del gato lanza un destello dorado o verde a causa de esa capa especial, llamada tapetum lucidum, sin embargo el gato es ciego ante una oscuridad total.







GUSTO

Como los gatos prefieren consumir tejidos animales frescos para satisfacer sus necesidades nutricionales, no debería sorprenderte que no desarrollen un apetito por el dulce como el que tenemos los humanos. Al igual que nosotros, los gatos pueden distinguir entre los sabores amargo, salado, dulce y ácido, pero la interpretación de lo deseables que puedan resultar estos gustos difiere de la nuestra. Como tienen menos cantidad de papilas gustativas que los humanos, es probable que el sentido del olfato juegue un papel importante para determinar si les apetece la comida.

La áspera lengua de los felinos es una herramienta extraordinaria, adaptada a la perfección para asearse (incluso para retirar las pulgas) y para dejar los huesos de sus presas completamente limpios de carne.








TACTO

Los pelos del manto de un gato y sus bigotes son extremadamente sensibles y complementan la visión nocturna. A los gatos les encanta acariciar y que los acaricien (esto último con ciertas restricciones para cada ejemplar), en parte porque tocar (y más con la lengua o con la cabeza) es una de las maneras que tienen para diseminar su esencia particular, que es una tarea importantísima.








MARCAR LOS OLORES

El hecho de que un entorno huela de forma adecuada es tan importante para el gato que éste se dedica a marcar con olores, de manera que en su territorio todo huela como él, incluso tú mismo. He aquí algunos de los comportamientos de marcar con olores que tiene tu gato.








> Frotarse: el gato tiene unas estructuras llamadas glándulas sebáceas en la base de los folículos pilotos, que producen sebo, una sustancia que tiene un doble propósito. Por un lado sirve para cubrir y proteger el pelaje, y por otro deposita su olor en todo su entorno. Esas glándulas abundan sobre todo alrededor de la boca del gato, en la quijada, los labios, los párpados superiores, la parte superior de la base de la cola y cerca del ano y de los órganos sexuales. Si un gato frota la cabeza o cualquiera de esas partes del cuerpo, está depositando sebo (cargado de su olor) en lo que toque. Nuestras lastimosas narices no pueden detectar estas marcas, y probablemente sea mejor así.








> Marcas de orina: Pocos humanos nos preocupamos porque nuestros gatos nos marquen con sebo al frotarse afectuosamente contra nosotros, pero nos molesta otra de las conductas territoriales: marcar con orina. Si bien todos los gatos pueden hacerlo, es más frecuente en los machos sin castrar. Estos gatos se sienten especialmente impelidos a marcar su territorio con el penetrante olor de su orina (que huele a amoníaco). Lo hacen retrocediendo hacia un objeto, o una persona y dejando salir un chorrito de orina. Si se castra a  un macho o hembra hacia los cuatro meses, antes de su madurez sexual, es seguro que no marcará el territorio, es una cuestión hormonal.








El gato marca el territorio expulsando la orina en "spray", dejando un olor a amoníaco muy fuerte y un mueble estropeado. Para evitar este comportamiento totalmente gatuno, por otro lado, conviene castrar al animal hacia los 4 meses, antes del primer celo, ya que si se hace después de pubertad, ya ha aprendido comportamiento.




> Afilarse las uñas: Si tu gato clava las garras en un rascador (o en el sofá), no lo hace con la intención de destruirlo. El acto de rascar con las uñas le permite mantenerlas en buen estado al hacer que se desprendan las capas externas y afilar la punta. Además, es una buena oportunidad para estirar los músculos. Quizá no muchos amigos de los gatos se den cuenta de que el acto de rascar es importante para marcar el territorio. Al rascar, las almohadillas de las patas entran en contacto con la superfície y dejan su olor gracias a las glándulas sudoríparas que tiene el animal. A pesar de lo útil que pueda resultar para los gatos, esto de rascar superfícies es un problema para sus humanos. 







> Asearse: Hay muchas razones para que un gato dedique tanto tiempo a mantener su pelaje en orden, y una de ellas es marcar con olor. La lengua del gato cubre cada centímetro de su cuerpo con su propia saliva, que contiene su perfume preferido: Eau de Moi








Hay dos cosas más que resaltan la importancia de "oler como debe ser" para un gato: habrás visto que un gato se lame después de que lo has mimado y acariciado. Lo hace para cubrir tu olor con el suyo. Es posible que tu gato espere a que salgas de la ducha para ir a frotarse contra ti, y así garantiza que todo el mundo sabrá que le perteneces.









FUENTE: "GATOS PARA DUMMIES" (Aprende a: *Comprender al lenguaje felino; *Educar y cuidar de forma adecuada a tu mascota; *Identificar cuándo tu gato está bien y cuándo tiene problemas)

AUTORES: Gina Spadafori, es una periodista estadounidense especializada en el cuidado de mascotas y colabora habitualmente con varios medios de comunicación. Paul D. Pion, es veterinario en Estados Unidos y ha recibido numerosos premios por sus investigaciones sobre nutrición y comportamiento felinos. Es presidente del Veterinary Information Network. Carlos Rodríguez es veterinario y lleva más de veinte años en antena, primero en radio y luego también en televisión.
presentador del programa "Como el perro y el gato".


© Centro Libros PAPF, S.L., U., 2011
Grupo Planeta, Barcelona



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