sábado, 19 de diciembre de 2015



COMPORTAMIENTO ANIMAL, 
O COMO DECIR ADIÓS AL ABURRIMIENTO GATUNO.-


SANTIAGO GARCÍA CARABALLO
VETERINARIO







Los gatos que viven en el interior de nuestras casas sin posibilidad de salir de ellas se encuentran en un entorno pobre en estímulos, por lo que se aburren bastante más que si tuvieran la posibilidad de vagabundear. Como no es posible dejarles salir, sí es necesario mejorar los estímulos disponibles dentro del hogar para hacer de su entorno un espacio más entretenido.





La inactividad de un gato casero, por la ausencia de estímulos hace que se acicalen obsesivamente, llegando a arrancarse zonas enteras de pelo e incluso se hacen heridas en la piel. Podríamos equipararlo a aquellas personas "aburridas" que se muerden las uñas, o se rascan sin parar.


CÓMO AUMENTAR LOS ESTÍMULOS DENTRO DE CASA

No tenemos más que observar la tremenda excitación que les produce una mosca en la ventana. Hasta el gato más tranquilo la mirará fijamente o dará saltos para intentar atraparlas en el cristal. Pero como no se trata de llenar la casa de moscas (o de ratones) para aportarles un poquito de animación, hay que utilizar trucos mucho más sencillos.







Rascadores.  Aunque su función principal es la de que se afilen las uñas (y dejen en paz el sofá), algunos de ellos son prodigios de ingeniería gatuna: con varios postes y pisos, con plataformas y escondrijos… A los gatos les encanta meterse en sus recovecos o subirse a ellos, se sienten más "seguros" en lo alto, un esfuerzo que mejora su movilidad.







Ventanas.  Una mirada al mundo exterior distrae a cualquiera, y a un gato curioso más todavía. Pero ¡ojo!, para evitar el síndrome del gato paracaidista (las lesiones, más o menos graves, que suele sufrir un gato doméstico se producen al caer desde una ventana), hay que protegerlas con una tela metálica, que a ellos les permite asomarse y cotillear evitando percances desagradables al tiempo que podemos ventilar la casa. Hay muchos tipos de rejillas, desde las comerciales hasta las que nosotros mismos, con un poquito de maña, podemos fabricar. La otra opción es dejar la ventana cerrada pero sin los visillos corridos, o con posibilidad de que pueda estar cómodo en una repisa para mirar con seguridad todo el tiempo que él quiera.






El juego.  Los gatos necesitan jugar y con el juego estimulamos sus instintos, ayudamos a que descarguen toda esa actividad que ya no desarrollan con la caza y, además, ¡muy importante! reforzamos los vínculos entre ellos y nosotros. El juego va desde llamarles para que acudan (y premiarles con caricias) a todo ese mundo de cuerdas, ratoncitos de peluche, cañas, plumas o pelotitas. Asimismo, un elemento que les encanta son los punteros láser; se pueden tirar mucho, mucho rato persiguiendo a ese "mágico" puntito rojo y saltando tras él, intentando cazarle. Eso sí, cuidado con no dirigirlo a los ojos.






Compañero de juegos.  No hay nada más divertido que ver jugar a dos gatos. Es cierto que a veces la introducción de un segundo gato puede causar cierto estrés, aunque solo sea temporalmente, pero si ambos son jovencitos se adaptarán sin ningún problema desde el principio y aumentará el tiempo de distracción.







Enriquecimiento ambiental.  Hay otros medios para que un gato se sienta a gusto en casa o que minimizan el estrés que tantas cosas (ruidos, personas o animales extraños, cambios de casa) les pueden producir. Algunos son tan sencillos como una simple caja de cartón vacía, donde les encantará esconderse, o el uso de las feromonas, que les relaja haciéndoles sentir mejor.





El elemento preferido por todos los gatos del mundo: una caja de cartón.






FUENTE: REVISTA EL GATO EN CASA-Nº 37 - DICIEMBRE 2.015
REVISTA CORTESÍA DE ROYAL CANIN (edición gratuita)



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