miércoles, 30 de diciembre de 2015



EL ARTE DE CORTAR LAS UÑAS AL GATO.-



Las uñas del gato tienen una utilidad importante para su vida, especialmente cuando vive fuera. Sin embargo, dentro del hogar pueden suponer un inconveniente por el uso que hace el gato de ellas. Para evitar estas consecuencias, nada mejor que un buen corte de uñas, aunque no todo es "llegar y cortar".


                                                                                    CARLOS RODRÍGUEZ
                                                                                  Veterinario





Presionar en la base de la uña, para sacar ésta, y proceder a su corte.
Las uñas del gato tienen múltiples funciones, por ejemplo, caza, defensa y alimentación, pero un felino hogareño no necesita sus afilados "cuchillos" para cazar el alimento que disponemos parra su correcta nutrición, tampoco requiere tales armas para defenderse de ese escasamente móvil ratón de peluche. Sin embargo, su instinto innato, su "gatonalidad", le llevará, entre otras actividades, a marcar zonas verticales, como sillones, sofás, cortinas, etc., con tan precisos elementos orgánicos.







Para evitar en la medida de lo posible que estos daños sean importantes es necesario que se corten las uñas periódicamente, con el fin de que su punta esté roma y no se clave allí donde las ponga.





Alicate especial para cortar las uñas de los gatos. No utilizar un cortaúñas para personas.


No obstante, el procedimiento de cortar las uñas a un gato que comparte nuestro hogar puede convertirse en algo similar a un "conflicto bélico" si no le "explicamos" de la forma correcta y en el momento preciso en qué consiste.







Si al comenzar a cortarle las uñas, el gato nos bufa, es mejor dejarlo, y proceder poco a poco, como explica el Dr. Carlos Rodríguez.


Si a un gatito recién llegado a nuestra casa le presentamos, con paciencia y sin sobresaltos, el cortaúñas, si le demostramos que ese extraño utensilio que manejan nuestras manos no provoca dolor ni un manejo excesivo y limitante  de su cuerpo, aceptará de buen grado la rutina de corte de uñas.








Para ello debemos tener paciencia, mucha paciencia. Quizá el primer día solo debamos tocar sus patitas con nuestras manos y el cortaúñas, sin intentar cortar ninguna, pero si lo intentamos, debemos parar en cuanto se incomode, aunque solo hayamos cortado una o dos uñas. Ya continuaremos con el resto. El fundamento es conseguir su adaptación sin causar rechazo.





Procederemos con cautela y suavidad, hablándole al gato en un tono bajo y cariñoso. En cuanto notemos que el gato se intranquiliza, deberemos dejar de cortar y continuar al día siguiente, por ejemplo. No es aconsejable forzar las cosas.






¿POR DÓNDE CORTAMOS?

Lo más adecuado, antes de enfrentarnos a algo que solo hemos visto en un tutorial de internet, y aprovechando alguna de las múltiples visitas del cachorro a la clínica para sus desparasitaciones y vacunaciones, es comentar con el veterinario cuál es la zona de corte.





Presionar con suavidad la base de la uña, para que ésta salga, entonces procederemos a cortarla.


Es sencillo, pero si no lo hacemos bien, si cortamos demasiado, el dolor provocado por la sección de la terminación nerviosa y, "de regalo" el sangrado por el corte de los vasos sanguíneos, conseguirá que el animal corra despavorido cada vez que nos vea con el causante de tal situación: el cortaúñas.







Además, como complemento perfecto para el corte de uñas debemos "convencerle" de que ese arreglo que su idiosincrasia le "manda", que el marcaje de su territorio con las uñas debe realizarlo en un rascador.


Si nosotros compramos este accesorio, independientemente de su tamaño, y lo ponemos en cualquier lugar de la casa sin unos pasos previos, estaremos dejando en manos del azar que el gato lo use, una decisión equivocada al tratarse de algo tan importante.





Es muy importante, que el poste rascador esté ubicado al lado del lugar donde duerme el gato, ya que éste cuando se despierta, se despereza y le gusta afilarse las uñas.


Para este cometido, podemos impregnar el rascador con los olores del animal. Esto se puede hacer frotando un paño limpio entre sus dedos, sus bigotes y, por último, su "retaguardia" (zona anal y genital), que luego frotaremos sobre el rascador, con el fin de transmitir al objeto esa "información".







El uso de feromonas en aerosol sobre el rascador o los accesorios para tal fin "impregnados" con "hierba gatera" (no la de ingerir, sino la Nepeta cataria) pueden aumentar las posibilidades de que nuestro felino acabe usando el rascador.






***************************************************






********************************************************













En Europa está prohibida la desungulación. Si sabes de alguien que la practique denúncialo: Teléfono gratuito SEPRONA O62 ---- yodenuncio.pacma.es





El autor de este artículo, el Veterinario Carlos Rodríguez, presidente de Mascoteros Solidarios y presentador en Onda Cero del programa "Como el perro y el gato", autor de varios libros sobre comportamiento animal.



Si estás segur@ de que deseas adoptar una mascota, regístrate en 
matchcota.com y encuentra ese animal que se adapta a tu tipo de vida y personalidad.









FUENTE: REVISTA El Gato en casa, Nº 37, DICIEMBRE 2.015
REVISTA CORTESÍA DE ROYAL CANIN (EDICIÓN GRATUITA)

EL GATO EN CASA DIGITAL. Si te gusta la revista y no la consigues en tu punto de venta habitual, recuerda que tienes todos los números en su versión digital, así la puedes consultar donde quieras y cuando quieras:


www.gatos.royalcanin.es/cosas-de-gatos/revista-el-gato-en-casa




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si tienes algún comentario no dudes en hacerlo. Gracias.