miércoles, 11 de septiembre de 2013
EMBARAZO Y GAT@ ¿ES COMPATIBLE?
Todavía hay quien piensa que "el gato no soporta a los bebés, les tiene celos".
Tu pequeña familia espera un feliz acontecimiento, pero la reacción de tu gato cuando llegue el bebé te inquieta. La preparación de la habitación del pequeño pone nervioso al gato, como si tuviera miedo de perder su sitio en la casa.
NO SE PUEDE RAZONAR EN ESTOS TÉRMINOS.
Hoy el gato y el perro forman parte de la familia por lo que tendemos a atribuirles sentimientos humanos como los celos ¿El gato tiene la capacidad de percibir lo que su dueñ@ experimenta? ¿Es capaz de sentir que su propietario quiere "más" a otro ser y de sufrir por ello? Parece poco probable. Se dice que el gato es "posesivo": puede estar muy unido a una persona, cierto, pero de la misma manera que lo está a su territorio.
El felino vive la llegada del bebé como un gran cambio en sus dominios, en sus relaciones sociales, en sus marcas territoriales: se enfrenta a un nuevo ritmo, a nuevos gestos, hábitos, olores y ruidos. NECESITA TIEMPO PARA ADAPTARSE.
Durante este periodo que comienza con el inicio de la gestación, el gato experimenta cambios de comportamiento asociados a la ansiedad y no a los celos: puede mostrarse distante, menos alegre, esconderse, volverse más sucio . . . Pero en la mayoría de las ocasiones, todo pasa y vuelve a la normalidad, y progresivamente acepta al bebé como a un pequeño humano.
No es necesario que el gato tenga la impresión de que queda apartado de la familia. Dedícale tiempo antes del nacimiento del bebé, y sobre todo después. Cada miembro de la familia debe dedicarle un tiempo durante el día para hacerle mimos y jugar con él.
Cuando preparéis la habitación del bebé, puedes colocar un difusor de feromonas felinas tranquilizadoras (de venta en consultas veterinarias). Si el gato marca los muebles nuevos frotándose con ellos, has conseguido el objetivo.
Al volver de la maternidad tras el nacimiento, el padre no debe olvidar hacer oler al gato sus ropas impregnadas del aroma del bebé. Al llegar con el recién nacido a casa, preséntaselo: deja que el gato se acerque cuidadosamente y lo olfatee. Puede mostrar una reacción de rechazo o incluso bufar si el bebé comienza a llorar o a gimotear. No te molestes, conserva la calma, pronto volverá para frotar sus mejillas sobre el bebé.
Antes del nacimiento, administra al gato un antiparasitario interno y continúa después con el tratamiento regularmente (cada 3 ó 4 meses).
Cuando llega el momento de dar el pecho al pequeño, aconsejo que la madre aparte al gato, sin brusquedades, al igual que hace la loba con sus congéneres cuando da de mamar. Por el contrario, si el gato se acerca a frotarse, NO LO DESPACHES; de esta manera, se impregna del olor del bebé y así ACEPTA SU PRESENCIA.
FUENTE: "100 IDEAS FALSAS SOBRE EL GATO. Comportamiento, alimentación, salud . . ."
AUTORA: Laetitia Barlerin, Doctora Veterinaria, diplomada en la Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort y titular de un DEA (Diplôme National de Master) en comportamiento animal. Además de ejercer su profesión, comparte su pasión por los animales con un gran número de personas con un programa radiofónico dominical sobre los animales.
Como periodista, colabora con diferentes publicaciones profesionales (L'Action Vétérinaire, La Dépêche Veterinaire. . .) y revistas de animales (30 millones de amigos. . .).
Este libre se ha distribuido en Consultas Veterinarias, GRATUITAMENTE,
por gentileza de ROYAL CANIN.
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Muy interesante el post. También el bloc. Tengo una pregunta: ¿Ayudan Vds. al tratamiento veterinario (castración, curas, vacunas, etc.) de animales? La teoría está muy bien pero hay que hacerla praxis. Un saludo de Peter.
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