sábado, 8 de febrero de 2014



EL AGUA: ELEMENTO INDISPENSABLE PARA LAS MASCOTAS.





El agua es fundamental para que el organismo funcione correctamente. Cerca de un 70% del peso corporal de un animal adulto es agua y una pérdida de tan sólo el 10% produce graves transtornos.





El agua es uno de los elementos que menos se tienen en cuenta en la alimentación de las mascotas. Siempre estamos atentos a su plato de comida pero nos despistamos con su cuenco de agua: no siempre está lleno o el agua tiene mal sabor al final del día. Esto implica que si el animal tiene mucha sed, busque el agua en otros lugares como macetas, jarrones o en el fregadero, donde abundan los gérmenes o incluso en el wc.





Lo último en dispensadores de agua para mascotas, pero tiene un inconveniente: hay que enchufarlo a la red y tiene cables por la parte de atrás, que lo hace muy peligroso si el animal los muerde, ya que puede electrocutarse.


El agua y el organismo. En el organismo el agua tiene una serie de funciones muy importantes como regular la temperatura, transportar nutrientes o lubricar las articulaciones. A través de los alimentos y de las bebidas el agua entra en el organismo.





También se genera una cierta cantidad de agua en el cuerpo debido al metabolismo: es la que se produce como consecuencia de la oxidación de los alimentos y en el caso del gato representa sólo el 10-15% de las necesidades totales.





Por otra parte, el agua sale del organismo a través de la orina principalmente y de las heces. También se pierde agua por la respiración o el sudor (jadeo) aunque en este caso la pérdida es mínima (excepto en climas muy calurosos donde el jadeo puede constituir una pérdida importante de agua).





Si la mascota tiene alguna patología (diabetes, gastroenteritis, vómitos, etc.) las pérdidas de agua se pueden incrementar de forma importante. En estas situaciones es importante acudir al veterinario lo antes posible para evitar la deshidratación.


¿Qué significa…?

Cristaluria. Presencia de cristales en la orina.

Oliguria. Disminución de la capacidad de formar y eliminar orina.

Polidipsia. Sensación de sed excesiva producida por diversos trastornos como la diabetes melitus.





La necesidad de agua

Gracias a la sed, el animal consume agua. Ahora bien, la cantidad que ingiere no depende solamente de ese factor, sino de otros como la temperatura y humedad ambiental, el tipo de alimento que toma, la cantidad de ejercicio que realiza y su estado fisiológico (gestación, lactancia, crecimiento). Por lo tanto, resulta difícil determinar una cantidad fija de agua.




Si el gato no tiene agua fresca, la buscará por toda la casa. Por eso le gusta tanto el agua del grifo, porque sale fresquita de continuo. Hay que cambiar el agua tres veces mínimo.


Si la mascota se alimenta con comida seca, como este tipo de alimento posee un menor grado de humedad que la comida enlatada, deberá tener siempre a su disposición una fuente de agua limpia. Por el contrario, si el alimento es húmedo (con un 70-75% de agua) es normal que la mascota beba menos ya que sus necesidades están cubiertas en parte por el alimento.





Funciones del agua en el organismo

* Regula la temperatura.

* Transporta nutrientes y oxígeno a todas las células del cuerpo.

* Elimina deshechos a través de la orina.

* Ayuda al cuerpo a absorber los nutrientes.

* Lubrica las articulaciones.

* Participa en todas las reacciones del cuerpo.





El agua en el gato

La orina del gato es muy concentrada por lo que si no se controla el consumo de agua, los minerales que contiene se pueden agregar y formar cálculos (urolitos) a lo largo del tracto urinario. La manera de evitar esta situación es haciendo que beba más, ya que en una orina diluida los minerales tienen menos posibilidades de agregarse. Ahora bien ¿cómo conseguimos que el gato beba más agua? Podemos dar algunas recomendaciones:




* Utilizar siempre un recipiente limpio, que no fije el olor (los de vidrio, cerámica o acero inoxidable son muy adecuados).

* Renovar el agua dos veces al día e incluso más a menudo.

* Acostumbrar al gato tanto a la comida seca como a la húmeda, de  modo que en casos de necesidad siempre se podrá aumentar la cantidad de esta última.

* Mojar la comida seca con un poco de agua. Esta medida no agrada a todos los gatos, aunque puede ir bien en algunos casos.




Agua siempre a punto

* Cambiar el agua cada día y siempre que se ensucie.

* No debe estar ni muy fría ni muy caliente.

* Hay que mantener el recipiente cerca de su plato de comida.

* Utilizar recipientes que no se vuelquen.







FUENTE: REVISTA Nº 16/2013-2014 - Invierno, de la Clínica Veterinaria Indautxu; Alameda San Mamés, 38 bajo - 48010 - BILBAO
Tel. y Urgencias: 9444 445 444
vetindautxu@vetindautxu.com
www.vetindautxu.com

Realización: Grupo Asís Biomedia.



















No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si tienes algún comentario no dudes en hacerlo. Gracias.