SI LOS ESPAÑOLES VIOLAN A LOS BURROS… ¡LEÑA!
Jonathan Blackface
Hace un mes aproximadamente que me enteré de
un asunto ocurrido en Andalucía. Unos críos cogieron a un burrito y lo
penetraron analmente a más de darle una tunda de palos que dejaron al animal
medio muerto. Creo que unas maestras del colegio de la zona evitaron que
acabaran lapidándolo. No sé en que habrá terminado el asunto, pero da igual.
Voy por la calle y me encuentro con un indigente y su perro. Veo que se pone a
estirarle de la cuerda a la que lo tiene atado y el animal se pone a dar
saltos, medio ahogado, lo que enfurece a su dueño que empieza a darle patadas y
puñetazos para que se esté quieto. Me acerco y le recrimino su conducta. “Es
que así aprenderá”, me dice.
Y yo sé que esa
es la forma que le han enseñado a andar por la vida a ese hombre. Todo termina
en un diálogo entre sordos para los dos. ¿Cómo no va a ser así?
En esta España
alicaída se prefiere gastar dinero en promocionar la tauromaquia, en lugar de
quitar el hambre a los niños se gasta el dinero en educarlos para que aprecien
el santo revolotear del alma hispánica humillando y asaeteando vilmente a un
hermoso animal. ¿Qué decir de los festejos populares? En vez de gastar ese
dinero en solucionar la penosa existencia de los vecinos ¡no!, ese dinero va a
las fiestas en que se tortura a todo bicho viviente. ¡Es más! Son los vecinos
más menesterosos los que piden que no se les quite la oportunidad de correrse
mientras torturan y humillan a los animales. ¿Sabéis queridos como se llama
todo esto, pues sí el MAL ABSOLUTO.
¿Cómo acabar con
todo esto? Educación, educación y más educación. Pero eso es muy fácil. Tanto
como dejarlo pasar ad calendas. Nos restan las diversas normativas municipales
acerca de los animales y nuestro trato hacia ellos. Lo cierto es que no se
cumplen ni se hace cumplirlas en ninguna parte de España. Lo mismo ocurre a
nivel de la legislación estatal. ¿Qué podemos hacer? Denunciarlo y hacerlo
público. Bueno, eso teniendo en cuenta que vivimos en la llamada sociedad de la culpabilidad,
tal y como corresponde a la modernidad. Hace falta que nos escuchen, claro.
Para no acabar
el escrito clausurado en torno al MAL como se nos presenta a este nivel, quizás
convenga recordar que hay otras formas de atajarlo. Antiguamente, los human@s
vivían en la llamada sociedad de la vergüenza, tal vez se pueda ensayar un retorno a
la misma en estos asuntos. Ello consiste no tanto en crear normativas, leyes,
etc. que luego nadie hará cumplir, cuanto en afear la conducta cruel y agresiva hacia los animales de nuestros
conciudadanos. Enseñarnos los unos a los otros cómo convivir entre nosotros y
con los animales excluyendo los maltratos, la tortura y el crimen. Es cuestión
de hacer otro mundo.
Ser vivo SUFRIENDO...
LA BUENA!
ResponderEliminarTODO EL AVANCE TECNOLOGICO Y LA ABUNDANCIA DE INFORMACION EN ESTOS TIEMPOS
CONSTITUYE UN BOOM DE ILUMINACION PARA LA RAZA HUMANA.
LA MALA!
AHORA. TODO EL QUE NO PUEDA SER ILUMINADO, ES DECIR, NO LO COMPRENDIO
O NO LO ACEPTO, INDICA QUE NO TIENE LA CAPACIDAD VIBRATORIA
PARA PERTENECER AL NUEVO ORDEN Y POR LO TANTO SERA ABANDONADO POR
LAS FUERZAS Y LA ENERGIA DEL BIEN Y LA ARMONIA. SIENDO ABANDONADO A
SUS PROPIOS MEDIOS Y PERECERA. ESTO ES SABIDURIA Y LEY DIVINA.
NO CONFUNDIR CON PEUDOFILOSOFIAS.