lunes, 8 de septiembre de 2014



COMPULSIONES GATUNAS






¿Por qué se limpia tanto?


Los gatos se estresan con facilidad y lo demuestran de diferentes maneras; el exceso de acicalamiento es una de ellas.

Los gatos pasan muchas horas aseándose pero algunos felinos estresados pueden llegar a hacerse llagas en la piel debido a que se lamen o mordisquean en exceso. Esta actividad se puede convertir en una estereotipia, es decir, en una conducta repetitiva, constante y, aparentemente, sin ningún objetivo claro. Es necesario acabar cuanto antes con este comportamiento para evitar males mayores.








¿Cómo se manifiesta?


Los veterinarios llaman a éste problema alopecia psicogénica y es un síndrome en el que se incluyen conductas como arrancarse el pelo, lamerse o mordisquearse en exceso la cola, los flancos o las zonas anales. En ocasiones la piel se tensa y se producen espasmos musculares. El animal también puede vocalizar, saltar de repente o autoagredirse.

No se manifiesta de la misma manera en todos los animales; algunos pueden retorcerse o sacudirse y después concentrarse en lamer una parte de su cuerpo o bien en correr y bufar.






Causas


Son varios los motivos que pueden llevar a un gato a desarrollar esta conducta. Por una parte estarían los estrictamente físicos como los problemas dermatológicos (atopia, picaduras de insectos, alergias), parásitos, alteración en su metabolismo, etc. y por otra, los que se relacionan con el estrés como la falta de atención por parte de sus compañeros humanos, el fallecimiento de algún miembro de la familia, una mudanza, etc. En este último caso podría confundirse esta conducta con la ansiedad por separación. Sin embargo, la alopecia psicogénica, a diferencia de la ansiedad por separación, se prolonga más allá de los primeros 20 minutos después de la partida del propietario.





Obsérvense los ganchos de la lengua. Al incidir sobre la misma zona durante mucho tiempo, terminan por hacerse ulceraciones de diversas consideración.



¿Qué hay que hacer?


* Nunca castigar al animal.


* Interrumpir la conducta repetitiva distrayéndole con otras actividades:


=hacer un ruido inusual.

=hacerle realizar otra conducta y recompensarle por ello.


* Mantener la rutina diaria del gato. El propietario debería jugar con el gato
   y alimentarlo a la misma hora del día, ya que a los felinos les gusta la
   rutina. Si esto no es posible, se le puede dejar un bol con el pienso para
   que coma a su libre elección. El gato se controla muy bien.


* Ofrecer un ambiente rico en estímulos.


* Proporcionar medicación para controlar la ansiedad, si el veterinario así
   lo indica.


Por lo tanto es fundamental que el veterinario le realice una analítica completa para poder descartar cualquier problema físico.







Tratamiento


Una vez que el veterinario determine que el problema no es físico la solución pasa por distraer al animal cuando esté realizando estas conductas repetitivas. Por ejemplo, si al gato le gusta correr y perseguir presas, el propietario debería interactuar más con su animal y jugar de forma muy activa con él. Cuanta más actividad física realice el animal menos tiempo tendrá para estar preocupado con sus obsesiones.






Aunque parezca imposible, a los gatos también se les puede enseñar a realizar órdenes sencillas como sentarse o acudir a la llamada a cambio de alguna recompensa alimenticia. Así que esta es una buena manera de ocupar el tiempo.






Esconder comida seca en diferentes lugares de la casa (dentro de un KONG) y hacer que el gato la busque, es otro modo de distraerle de su conducta repetitiva.



A los gatos NUNCA hay que castigarles, y a éstos en particular, ya que si la ansiedad es la causa de su patología una regañina lo único que conseguirá será acentuar dicho comportamiento.


También se puede actuar sobre el ambiente eliminando aquellos elementos que causen estrés: presencia de otros gatos que provoquen peleas (habrá que poner en otra habitación a alguno), falta de estimulación en el interior de la casa, cambios en la atención que el gato recibe, etc.





Medicación


En algunas ocasiones el exceso de acicalamiento requiere un tratamiento farmacológico. Como sucede con los humanos cada paciente es diferente por lo que será el veterinario el que determine tanto el producto que hay que administrar como su dosis. Hay que tener en cuenta que es posible que el tratamiento se prolongue durante varios meses.


Parece ser que la acupuntura da buenos resultados con estos pacientes y también ayuda, en general, con los problemas compulsivos y de ansiedad.




                                       Dibujo de PAUL KLEE








FUENTE: REVISTA Nº 14/2013 - Verano, de la Clínica Veterinaria
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Tel. y Urgencias 944 445 444
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