viernes, 21 de marzo de 2014



GATOS SALVAJES (POÉTICAMENTE HABLANDO)






Si alguna vez le has dado un plato de leche a un gatito desamparado o si durante tu hora de la comida sueles compartir el bocata con el par de gatos que merodea cerca de tu oficina, este post está hecho para ti. Incluimos esta información con la esperanza de ayudar a los millones de gatos que viven en estado semisalvaje y que necesitan nuestra ayuda para sobrevivir.





Quizá porque, de todos nuestros compañeros animales, el gato escogió su camino a la domesticación, es natural que muchos de ellos todavía se encuentren a medio camino entre la vida salvaje y la doméstica. En los callejones de las ciudades más grandes, los parques de nuestros amplios suburbios, los espacios rurales intermedios y los cementerios, millones de gatos viven fuera de nuestro alcance.




                    
                              Colonia de gatos callejeros, en Valencia.


La vida de un animal callejero no es fácil. Los gatos que viven en este estado de abandono se reproducen constantemente, las madres tienen hasta tres camadas por año, y pocos de sus gatitos logran sobrevivir más de dos años. El hambre, la enfermedad, los predadores y los coches se cobran muchas vidas.

Los gatos se vuelven salvajes cuando la gente no cuida de ellos o no se interesa por lo que les pueda suceder. Esto ocurre, por ejemplo, cuando la gente cambia de casa y deja a sus gatos, o cuando permite que se reproduzcan y no presta atención al destino de los gatitos, o cuando cree que un gato es capaz de arreglárselas solo y lo deja [abandonado] en una carretera rural o en un parque de la ciudad porque ya no quiere cuidarlo.






Al problema anterior se suma el que los gatos salvajes tienen que luchar contra quienes los consideran una plaga y, por lo tanto, deciden que la mejor manera de ocuparse de ellos es exterminándolos. Hasta hace poco esta creencia era casi universal. Las comunidades resolvían los problemas reales o imaginarios, causados por los gatos salvajes atrapándolos y matándolos.








Muchas personas conscientes e interesadas en el destino de los gatos sabían que debía de existir una mejor manera de ocuparse de estos pobres desamparados. Estaban decididas a encontrarla y lo lograron. En poco más de una década, el futuro de los gatos salvajes ha mejorado considerablemente, con programas diseñados tanto para disminuir el número de gatos en las calles como para ayudar a que los que quedan vivan mejor.


Una persona puede marcar la diferencia. El pensamiento progresista y la participación de cada vez más comunidades ha reducido la población de los gatos salvajes y ha ayudado a que tengan una vida más saludable mientras se minimizan las posibilidades de conflicto y controversia.







AYUDA PARA LOS GATOS SALVAJES 


Es justo que estos gatos reciban ayuda porque, en primer lugar, la gente es responsable del problema. Como los gatos se adaptan con tanta facilidad a su ambiente y pueden arreglárselas bastante bien a ambos lados de la línea que separa lo "salvaje" de lo "doméstico", muchas personas permiten que sus gatos crucen esta línea o les obligan a hacerlo al abandonarlos. Y cuando los gatos se vuelven salvajes, ellos…, bueno, adoptan la cautela natural de todas las criaturas salvajes. Y se reproducen, se reproducen y se reproducen





"Quiver", tenía una gatera, y paseaba por el campo, hasta que se topó con el típico "matagatos", que le clavó esta flecha. Quiver ha sobrevivido.



LA SOLUCIÓN ERRÓNEA

Vamos a arriesgarnos un poco y decir que cualquier plan para ocuparse de los gatos callejeros que incluya recogerlos y matarlos se basa en una idea que debe actualizarse. Estos planes no funcionan porque se olvidan del hecho de que, mientras la gente siga permitiendo que se reproduzcan sus gatos y siga abandonando a los no deseados, las colonias de gatos sin dueño se restablecerán, año tras año. Primero unos cuantos gatos; más tarde unas cuantas docenas, y después, más, hasta que de nuevo se haga necesaria la GRAN RECOLECCIÓN.

En vista de que nos enfrentamos con una producción interminable de gatos, la antigua idea de las muertes en masa pide a gritos una alternativa mejor y lo más humanitaria posible. ¿Cómo podríamos conformarnos con menos si amamos a los gatos?.






UNA NUEVA FORMA DE PENSAR:
ATRAPAR, ESTERILIZAR Y SOLTAR


Si aceptamos el hecho de que los gatos callejeros siempre van a existir, ¿no sería mejor que nos ocupáramos de ellos de una forma más respetuosa con el ambiente, el presupuesto de control de animales y los propios gatos? Piensa en la idea de implantar un cuidado apropiado:

* atrapar,

* esterilizar Y

* soltar.




Éste es un método comprobado y humanitario de ocuparse de los gatos sin dueño. Millones de personas alimentan a estos gatos, desde la señora que deja un poco de atún para el gato que anda por la puerta trasera de su casa hasta las almas dedicadas que puedes encontrar en cualquier tienda o supermercado, abasteciéndose de enormes bolsas de comida de oferta. ¿Qué pasaría si estas personas dieran un paso más y redujeran el índice de reproducción de los gatos callejeros? ¿Se podría controlar una colonia de gatos en su propio hábitat? Algunas personas lo intentaron y la respuesta no tardó en ser obvia:    


                                            SÍ.




Gatos pertenecientes a una colonia callejera, recogidos en jaulas, para llevarlos al veterinario a esterilizar.


Las personas que compraban bolsas de comida para alimentar a aquellos gatos que  no querían dejar morir de hambre, que ponían nombre a los gatos adultos y trataban de encontrar hogares para los gatitos, decidieron poner en práctica una idea extraordinaria: esterilizar a los gatos callejeros y volver a soltarlos en el mismo lugar donde los recogieron. Esterilizar a estos gatos nunca había parecido que valiera la pena, al menos según muchos de los funcionarios de las comunidades.
Si atrapabas a un callejero, sacrificarlo parecía tener más sentido que esterilizarlo. Con tantos gatos dóciles, uno salvaje no sería una buena opción como mascota, así que ¿por qué no matarlo?




Quizás estas personas sólo intentaban poner fin a la angustia de ver a los gatitos enfrentarse a una vida tan difícil. Sin embargo, al cabo de poco tiempo se hizo evidente que sus esfuerzos por controlar la población de gatos callejeros funcionaba mucho mejor de lo que habían imaginado. Descubrieron que la estrategia de "atrapar, esterilizar y soltar" disminuye en gran medida el problema y el sufrimiento de los animales.


PERO ¿NO SON UNA PLAGA?. . .  seguirá. . .









FUENTE: "Gatos para dummies". Aprende a: *Comprender el lenguaje felino; *Educar y cuidar de forma adecuada a tu mascota; *Identificar cuándo tu gato está bien y cuándo tiene problemas.

AUTORES: GINA SPADAFORI (Periodista). PAUL D. PION (Veterinario).
Revisado por CARLOS RODRIGUEZ; Veterinario, presentador del programa "Como el perro y el gato".

© Centro Libros PAPF, S.L.U., 2011
Grupo Planeta, Barcelona.




















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