lunes, 17 de marzo de 2014



TRAVESURAS EN EL PASEO


Mi perro me ignora cuando está suelto





Causa: El tiempo sin correa es tremendamente interesante: correr libremente, olores excitantes, gente nueva y perros a los que conocer. Usted tendrá por supuesto un montón de competidores por la atención de su perro. Claro, al dejarle pasear a sus anchas por el parque le ha enseñado a ignorarle y a que busque sus propias diversiones.





Acción: Empiece a competir por el interés de su perro. Llévese al parque su juguete favorito e invítelo a jugar, coja una bolsa llena de premios y haga que se los gane a través de sesiones de adiestramiento cortas y divertidas, juegue al escondite, a pillar; atraiga la atención de su perro a los puntos de interés y deje que le muestre qué es lo que más le atrae. En resumen, procure ser un compañero para él en lugar de un mero escolta y su perro hará lo mismo.





Llévese un  juguete al parque. Mientras está jugando con usted está también aprendiendo a centrar su atención en usted.






A los perros les encanta correr. Enséñele que correr hacia usted es más divertido que escaparse corriendo.


Prevención: ¡No le ignore cuando va sin correa!



Mi perro no vuelve a mí cuando va sin correa

Causa: Fallo en el adiestramiento. Un error común es llevarse al perro al parque, soltarle la correa para que se divierta, después llamarle, ponerle la correa y volver a casa antes de que se escape de nuevo. Lo que le está enseñando con esto es que acudir a su llamada representa el fin de su diversión. Otro error común: llamarlo cuando está ocupado con algo y no quiere dejarlo, ponerle la correa y marcharse; también así aprende que no ha de acudir a la llamada de su humano.







Acción: Enséñele a acudir a su llamada desde cero, al principio en casa, en la plaza del pueblo, o en el jardín comunitario. Empiece ofreciéndole un premio de comida desde cerca. Cuando llegue, déle el premio y repita el ejercicio. En cuanto haya captado la idea, introduzca la orden "ven" y vaya aumentando gradualmente la distancia.  Recompénselo siempre por acudir a su llamada, no lo riña porque su respuesta no sea rápida y en estas primeras etapas no cometa el error de adiestrarle con distracciones de por medio. Cuando haya aprendido la lección en casa, llévelo al parque con una correa extensible, deje que corra un poco y llámelo. Si no responde, llámelo otra vez y poco a poco vaya acortando la correa, elogiándolo cuando le alcance. Repita este ejercicio varias veces y después continúe el paseo o juegue con él un poco para que no asocie la llamada con el fin de su diversión.





Nos preguntamos si los que han confeccionado este cartel, pensarán lo mismo si el que hace sus necesidades en la calle es un humano, que los hay, y muchos.



Cuando esté preparado para practicar sin correa, siga el mismo modelo: llamarlo, elogiarlo y premiarlo por acudir, y soltarlo. Elija bien el momento de llamarlo procurando no hacerlo nunca cuando esté enfrascado con un compañero o un olor fascinante. Si no responde, no siga gritándole y no lo riña; atraiga su atención con una llamada sonora, p.e. (con un juguete que haga ruido, o haciendo sonar las llaves); en cuanto le mire, dese la vuelta y márchese (pocos perros resistirán la tentación de correr tras sus humanos) y en cuanto lo alcance recompénselo como siempre. Complique el ejercicio poco a poco y al final tendrá un perro que siempre responde a su llamada, independientemente de lo que esté haciendo.





Prevención: Empiece este entrenamiento cuando sea cachorro. En los paseos, llámelo varias veces y después deje que se marche otra vez, para que no asocie la llamada al final del paseo. Por muy bien que haya aprendido su cachorro esta lección, no se desanime si en la adolescencia da un paso atrás; si continúa practicando, cuando madure regresará al buen comportamiento.




Antes de la adolescencia es buena idea plantearse la esterilización. Se evitarán muchos problemas. Si están enteros y entran en celo, tanto machos como hembras, no servirá de nada el adiestramiento. Habrá escapadas para reunirse con machos o hembras, respectivamente, y las consecuencias pueden ser fatales: atropellos, embarazos indeseados, robos… etc.



Mi perro se detiene a levantar la pata en cada árbol




Causa: La marcación territorial tiene menos que ver con el hecho de vaciar su vejiga que con dejar la marca de su olor en cada árbol.





Acción: Practique la acción de pasear sin parar llevándolo con la correa y tirando ligeramente de ella cada vez que intente acercarse a un árbol o poste. Cuando pasee sin correa, trabaje el tema de la llamada. De todas formas, no olvide que su perro necesita levantar la pata algunas veces durante el paseo.





Prevención: Enseñe a su perro a caminar con usted en lugar de dejarle hacer lo que le da la gana. Los perros esterilizados orinan menos, por eso la castración junto con el entrenamiento reducen el problema, y la esterilización en las hembras servirá para no tener embarazos indeseados.








FUENTE: "Resuelva los problemas de su perro" (Cómo evitar situaciones desagradables).

AUTORA: AMANDA O´NEILL, nacida en Sussex. Estudió literatura medieval en la Universidad de Exeter. Ha escrito más de 20 libros, como The Best-Ever Book of Dogs, DogBiz y Elija a su perro, publicado por Ediciones Omega. Es editora de The Complete Book of the Dog. También colabora en revistas caninas del Reino Unido. Vive en Las Midlands con su hijo y unos cuantos perros pequeños, la mayoría de ellos rescatados.


© 2009 Interpet Publishing Ltd. All rights reserved y para la edición española © 2010 Ediciones Omega, S.A., Barcelona.


NOTA: La autora y los editores declinan toda responsabilidad derivada de las recomendaciones que se dan en este libro. Ante cualquier duda, consulte con su veterinario.










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