domingo, 19 de mayo de 2013


¿COMO PUEDE SUPERAR UN PERRO EL MIEDO A LA GENTE?

Bruce Fogle, Doctor en Veterinaria y miembro del Royal College of Veterinary Surgeons del
Reino Unido. Conferenciante en conductismo animal en facultades de Veterinaria de todo el
mundo y Escritor.


   El miedo en parte se hereda y en parte se aprende, pero es una reacción que ya está firmemente  aposentada cuando el cachorro tiene sólo unos pocos meses de edad. Si un perro tiene miedo de la gente, necesita que distintas personas lo tranquilicen con firmeza para poder superar sus problemas. Si es sólo una persona la que se encarga de hacerle modificar su conducta, perderá el miedo a esa persona pero lo seguirá teniendo respecto al resto.



Desgraciadamente no hay mucho que hacer sobre el asunto: por regla general, a un perro siempre le asustará la gente si no ha tratado con ella mientras era todavía un cachorro. Si ha aprendido a tener miedo a través del abuso humano, se debería en principio, evitar tanto el contacto físico como el visual (no hay que mirar fíjamente a los ojos de un perro, lo toman como amenaza). Cuando tiene hambre se le debe hablar  suave y amablemente, ofrecerle comida con frecuencia, y acostumbrarle a la benigna presencia de los humanos.




Si ve a otros perros disfrutando de la compañía humana tanto mejor; según vaya desapareciendo el miedo a las personas comenzará a considerarlas como líderes y proveedores, y se desarrollarán sus celos cuando vea a otros de su misma especie disfrutando de la comodidad que el ser humano proporciona y querrá entonces compartir su atención.



   Al poco tiempo se podrá entablar contacto visual (cuando el perro nos tenga confianza). La gente debe quedarse junto al perro mientras come y continuar diciéndole palabras amables. La comida es una recompensa tan poderosa que el perro temeroso puede incluso aprender a "sentarse" ante una órden. Pronto deseará tener más intimidad y se dejará tocar. Este es el avance final, y si son varias las personas implicadas en reducir su miedo, se dará cuenta mucho más rápidamente que los humanos  no son tan temibles como él había pensado (sólo algunos).








               
                                                             

Bilbao, perro pastor alemán sale con su dueño a la calle. El perro haciéndole carantoñas al hombre, se alzaba saludándole, el humano ignorando totalmente al perro, sólo le vi ese día en la calle. Terminó recluído en un balcón, hacía sus necesidades allí mismo, y allí murió. Tuvo dos yorkis que desaparecieron sin más. El perro de la foto no es del que hablamos. 

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