¡CÓMO ME GUSTA ARAÑAR EL SOFÁ!

El marcaje felino mediante sus uñas es un comportamiento absolutamente natural, pero también una de las características de los gatos que generan problemas de convivencia con el humano y que da lugar al abandono del animal, si no se adoptan las medidas oportunas.

El marcaje que efectúan con las garras, el que acaba resultando molesto para algunas personas y, en algunos casos llega a desesperar, es el que generalmente se produce en las superficies verticales. Se trata de un marcaje visual para los felinos y, sobre todo, una señal olfativa producida por la secreción de ciertas glándulas que existen entre los dedos.  Si esta acción la realizan sobre troncos de árboles en su vida en el jardín, no será un problema para los humanos, que apenas se darán cuenta; pero cuando lo hacen en el interior de los hogares, se convierte para algunos humanos en una auténtica pesadilla, aunque, como comentamos, tan natural es que lo hagan en el tronco de un árbol como en el sofá.

Para evitar conflictos de convivencia debemos buscar la manera en la que el gato pueda "expresar su naturaleza felina" y que nuestro entorno no se vea afectado. Os damos algunas ideas:

***Acostumbrar al animal al uso de rascadores desde su más tierna infancia o desde su llegada al hogar. Si jugamos con el gato y el rascador, y este útil elemento se impregna de los olores de las glándulas interdigitales del felino, el afilado de sus uñas y el marcaje con las manos no se realizará en muebles de alto valor económico o sentimental.

También son muy útiles los rascadores con catnip (yerba gatera envasada y seca) (Nepeta cataría) o si son impregnados de feromonas (de venta en consultas veterinarias o en grandes superfícies).

***Acostumbrar al gato al corte habitual de sus uñas. Si nos dejamos asesorar previamente por los profesionales, el gato no tendrá miedo al cortaúñas (especial para gatos) ni a la acción que provoca; en cambio, si cortamos cuando nos apetece y por donde nos apetece, no conseguiremos establecer una rutina y podremos hacer mucho daño al animal.

Hasta hace poco existía la posibilidad de extirpar quirúrgicamente las uñas o desungulación. Primero se rompe la primera articulación de las uñas de las patas y luego se corta. Operación ya definitivamente PROHIBIDA en España.

Nosotros nos mostramos radicalmente en contra de esta práctica pues la consideramos una amputación cruenta y que va contra-natura, además de estar asociada a cambios de comportamiento en el animal.

La "operación" tiene un postoperatorio largo y doloroso, que además obliga al felino a coger un nuevo tacto en el apoyo de sus patas al caminar, y que le limita en sus funciones naturales, y amputado y todo algunos propietarios los abandonan, por supuesto, a una muerte segura.

Desungular a un gato que tenga acceso al exterior, o que tenga vida en libertad o semilibertad tiene un agravante evidente, pues anula su capacidad para cazar, defenderse o trepar, que tanto necesita o disfruta en sus salidas al exterior.

A los gatos hay que educarles desde que son muy pequeños para que marquen en los lugares adecuados (para el propietario), como rascadores puestos a tal efecto en los hogares, y las personas debemos comprender que si no han sido educados y no entienden dónde pueden o no marcar con sus uñas, no debemos eliminar un elemento necesario y fundamental de su anatomía como son las uñas . . . Habrá que convivir con esa parte tan felina de su naturaleza y buscar soluciones menos drásticas, traumáticas y crueles.

La cuestión es, si queremos convivir con un ser vivo con todo lo que conlleva, y no proyectemos nuestra humanidad a un animal. Cada ser vivo tiene su lenguaje y su forma de vivir, así que antes de adoptar un animal, hay que enterarse muy bien de cual es su NATURALEZA, claro que, el ser humano ha convivido desde hace miles de años con animales y cree que son como nosotros, hasta tal punto los hemos  humanizado.




FUENTE: Revista "El gato en casa", número 28, marzo de 2.011

Cortesía de ROYAL CANIN.