miércoles, 7 de agosto de 2013



¿POR QUÉ UN GATO ENFERMO SE ESCONDE?



Esconderse es algo natural. Debido a su escaso tamaño, los gatos enfermos son presa fácil para depredadores más grandes; por consiguiente en cuanto no se encuentran en buenas condiciones su instinto de conservación les impulsa a ocultarse hasta que se sienten mejor.





                                          Gata sevillana, casi ciega. ABANDONADA.



Esta actitud también resulta muy útil en otros sentidos. Un gato tranquilo y apartado del mundo consume menos energía y, por tanto, necesita comer menos. De hecho, ayunar resulta a veces beneficioso cuando el gato tiene fiebre. Cuando no se consumen alimentos se realizan de manera más eficaz determinados cambios químicos necesarios para el restablecimiento de la salud.




                              Gata abandonada con rinotraqueitis infecciosa.



Sin embargo, el hecho de esconderse plantea problemas para quienes conviven con el gato: como no demuestra sus emociones, ni va corriendo a contarle a mamá que se ha hecho pupa, a  veces la gente no se da cuenta de que el gato tiene una enfermedad hasta que ésta ya ha echado profundas raíces.  Esto implica que las personas con gatos deben estar más alertas que las que tienen perros.



    

Garbiñe. Fue abandonada. Tenía las patas traseras rotas. Se recuperó perfectamente y ahora está hecha una belleza.   



Deberían sospechar ante cualquier alteración en la rutina de su gato, como por ejemplo los cambios a la hora de comer, beber o dormir, o en la cantidad de ejercicio que hacen. Deben vigilar también el recipiente higiénico, dando cuenta al veterinario de cualquier cambio, tanto en la forma de evacuar del gato como en la consistencia de las deposiciones.






   Gata abandonada por estar enferma. Muchas personas no llevan a su animal al veterinario por no gastar dinero, pero hay que tener en cuenta que cuanto antes se trate el problema, más barato saldrá, y todos saldrán beneficiados. El primero el/la gato/a.



Asimismo, resulta muy conveniente hacer una inversión tan sencilla como es llevar al gato una vez al año a la consulta del veterinario.







   Gata SINDY. Echada a la calle por su dueño, justo cuando pasaba un coche y la atropelló. Hay testigos.




Para realizar esta entrada me he valido del libro : "LAS 101 PREGUNTAS QUE SU GATO LE HARÍA, SI PUDIERA HABLAR". Autor: Bruce Fogle. Ediciones Temas de Hoy. Os recomiendo los libros de este autor británico sobre animales. El Sr. Fogle es  Veterinario, y da conferencias en distintas Universidades sobre conducta animal.





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