CAMPAÑA NAVIDEÑA.
Esterilizar es un acto de humanidad.
Un día mi vecina
me dijo que cuando se jubilara iba a coger un perro. El día llegó y tiene un
cachorro de setter. El vendedor le dijo que era un cocker. El cachorro es pura
dinamita y la señora está harta de Rufino porque el animal quiere salir a
la calle. Ella dice que con estos días de lluvia es un engorro sacarlo y por la
noche ¡con lo bien que se está viendo la TV! Y cuando hace frío, otro
tanto. Ahora, resulta que tiene claro que ya no quiere al perro. Es
cuestión de días que el animal pase a
formar parte de los parias abandonados.
Ella ha sido abandonada, porque no la han comprendido y ni siquiera lo han intentado.
Un 95% de los
animales abandonados son por causa del desconocimiento de los dueños que cogen
a los animales sin enterarse previamente de sus costumbres. Animales y personas
estamos conviviendo en este planeta desde hace miles de años y los hemos
humanizado tanto, que creemos que son un objeto más de todos cuanto tenemos, de
nuestros trastos . Lo real no es así. Los animales son seres
biológicos, con vida, por tanto
sensibles, capaces de sentir y sufrir como todo ente vivo, caso que no ocurre
con nuestros trastos. Estos últimos se “estropean” pero no sienten, ¿se
entiende eso? Pongamos un pequeño ejemplo: estamos entrando en la “campaña de
Navidad”, lo que significa que perros y gatos son alimentados con langostinos,
con tartas, con los huesos del cordero, que suelen astillarse y causan
graves heridas en los perros. En Navidad las urgencias veterinarias
rebosan de animales con trastornos alimenticios severos, todo porque el humano
cree que son un trasto más. Pero, la lavadora o el frigorífico a lo más que
pude llegar es a darnos el disgusto de
“no funcionar”, nunca se atragantarán o vomitarán, etc. como nuestros animales.
Volviendo
a mi vecina ¿De verdad espera que su perro esté con las patas cruzadas
esperando a que lo saque para hacer sus necesidades? ¿Qué concepto tiene del
perro, que es un extraterrestre? Es penoso, pero algunas personas tratan a sus
animales como si fueran un mueble, o peor, su relación con ellos se basa en
órdenes sin sentido y en contradicciones que vuelven tarumba al animal.
Una cosa está clara: los animales tienen un sistema nervioso central, como nosotros, que
hace que sientan hambre, frio, calor, amor y dolor. En las Protectoras, muchos perros mueren de paradas cardíacas por la ansiedad que les produce el abandono.
Antes de hacerte
con un animal piensa:
Primero compra
un libro donde te aclaren cómo actúa y qué carácter tiene ese animal que te
empeñas en tener, o visita a un veterinario para que te ayude a comprender un poco las
ideas erróneas que tienes sobre los animales, aunque insisto: mejor un libro.
Si no quieres gastar dinero, en las bibliotecas tienen libros sobre animales.
Ninnette Blanco &
Jean Leclerc