viernes, 29 de noviembre de 2013



YO, TARZÁN; TÚ, CHITA.



Fotografía cedida sin fechar, facilitada por el refugio de animales The Suncoast Primate Sanctuary, de Palm Harbor (Florida, U.S.A.), que muestra a la popular mona Chita.


Fue la mona más famosa del cine, y falleció el 24 de Diciembre de 2011 en Palm Harbor (Florida, Estados Unidos), a los 80 años de edad.




En realidad no era una mona, sino un mono que solo interpretó a su personaje en algunas cintas de Tarzán protagonizadas por Jonny Weismüller.




Maureen O'Sullivan, que interpretaba a Jane, le tenía asco y odiaba trabajar junto a un mono.




También participó en la entrañable película El extravagante doctor Dolittle de Richard Fleischer en 1967, protagonizada por el Actor Rex Harrison.




Su longevidad, al igual que su filmografía, fue puesta en duda por el Washington Post en 2008. Este periódico fechó su nacimiento en 1960. Pero Dan Westfall, el último cuidador del animal, siempre aseguró que Chita nació en 1931.




Su nombre (C.H.E.E.T.A. en ingles) posteriormente se convirtió en las siglas de un centro para el cuidado de simios viejos ya retirados del espectáculo.



                            Chimpancés y su cuidador jugando.




Chita llegó al Suncoast Primate Sanctuary, de Palm Harbor en 1960, hogar de retiro donde vivió más de 50 años, procedente de la Finca de Johnny Weismüller, en Florida, Estados Unidos.




    
                         Chimpancés con la Investigadora Jane Goodal.














jueves, 28 de noviembre de 2013



PERTURBADOS, SÁDICOS . . .  Y ADMINISTRACIONES.





    "Richard" mandíbulas rotas. Está fuera de peligro, y se recupera.



Los accidentes de los gatos son de todo tipo, los más habituales son los atropellos diversos por diversos vehículos motorizados, pero no son los únicos "accidentes":

* Caídas a patios de luces, de donde no pueden salir, pereciendo solos, de hambre y sed.

* "Refugio" en edificios abandonados, ruinas o descampados, donde un día llega el humano y su maquinaria para la construcción, dejándoles sepultados, aplastados o malheridos bajo los escombros, provocándoles una larga y dolorosa agonía hasta la muerte.

* Las trampas y venenos que algunos racionales disponen para terminar de forma "privada" con su problema . . . aunque incurran en un delito . . .
¡¡¡si no les van a pillar!!! y si les pillan, ¡¡¡total, no les pasa NADA!!!.





En el maravilloso apartado de los perturbados, de los sádicos, en los que también podríamos incluir a los del último antes comentado, tenemos a los humanos racionales de diversa edad, estado y condición que disfrutan y se divierten causando daños de diversa consideración a los animales, en este caso a los felinos. 





Cientos, miles de gatos son torturados, infligiéndoles terribles daños o la muerte… ¡¡¡POR PURA DIVERSIÓN!!!.





Estos "tipos" presentan un trastorno disocial tipificado: "Manifestación de crueldad física con animales". Estos "seres repugnantes" suelen comenzar con esas "prácticas" y seguir "experimentando" su patología con seres humanos.





Es indecente por los animales, por los gatos. Pero es aberrante, ofensivo, que nuestros responsables sociales, si no quieren valorar el problema social de estos "humanos" por lo que hacen con los irracionales, al menos lo vieran como un INDICIO CLARO, EVIDENTE Y CIENTÍFICAMENTE PROBADO, de riesgo hacia el resto de humanos.






Los gatos de la calle están totalmente desprotegidos ante los diferentes perturbados que buscan satisfacer su sadismo con los seres más indefensos.





Y las administraciones… Esos "núcleos de producción de torpes hacia los animales".




Son muchos los ayuntamientos, comunidades autónomas, que ven en los gatos callejeros algo similar a basura, algo que se debe retirar de la calle, de la forma  que sea 




                            Una colonia cualquiera, de gatos callejeros.


Muchos de los que han alcanzado "puestos de responsabilidad social" gracias a nuestros votos, como único recurso para esta realidad (para ellos, insisto, problema), deciden el exterminio. Bien "montando" perreras (la importancia del felino no le permite ni aparecer en tan lúgubre nombre), o contratando a "empresas" especializadas en retirar animales de la vía pública con el fin de eutanasiarlos … cumpliendo o no con los plazos que indique la ley.



En barrios y ciudades de todo el Estado español, existen personas que alimentan, llevan al veterinario y esterilizan a gatos y perros callejeros, pero hay que procurar que si se saca una foto del "evento" no se den pistas, pues hay psicópatas que reconocen el o los lugares y se personan para asesinar a los gatos, algo que han hecho en varias ocasiones. En Barcelona, envenenaron a una colonia de 100 gatos, porque la persona que los alimentaba salió en un programa de TV y dijo dónde estaba ubicada la misma.




Los gatos están en las calles, ES UNA REALIDAD, por ello, "queridos torpes calientaescaños", es necesario, imprescindible, ES UNA OBLIGACIÓN, encontrar una solución ética, moral y efectiva para el control de los gatos callejeros, producto de la irresponsabilidad de los racionales.




Aunque la sociedad se muestra cada vez más sensible hacia el maltrato animal, que incluye también el abandono de los animales domésticos y la existencia de colonias de gatos incontroladas, el sentir popular no se acompaña de la lógica sincronía de las administraciones. Las leyes de protección animal, las que tenemos, están para cumplirlas; unas leyes que OBLIGAN (o deberían obligar) a los propietarios, ayuntamientos, comunidades autónomas, fuerzas de seguridad, a cada uno en su competencia, a actuar como manda la ley . . .





Como todos los amantes de los animales sabemos, esto no se produce: 
¡¡¡Viva la MARCA España!!!.




                                    Colonia de gatos callejeros: Valencia.










FUENTE: "Cosas de gatos" (Cómo conocer y cuidar a tu mascota, para torpes).

AUTOR: Carlos Rodríguez, es licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid, y copropietario de la clínica veterinaria Parque Corredor. Carlos ha trabajado también como director, presentador, asesor y colaborador en diversos medios , como Waku Waku (TV1) o Club Disney (Tele 5), TP de oro al Mejor Programa Infantil en 1991, 1992, 1993, 1994, 1995, 1996, 1998, 2000 y 2001; y Premio de la ATV al Mejor Programa Infantil en 1999.


 Es autor de varios libros, como "El encantador de gatos" o el gran éxito de esta colección "Cosas de perros". Actualmente, es director y presentador del programa de radio Como el perro y el gato en Onda Cero, así como del programa de TV del mismo nombre en Neox. También es director de contenidos de mascoteros.com

www.librosparatorpes.com


EDICIONES ANAYA MULTIMEDIA (GRUPO ANAYA, S.A.), 2011, Madrid.
OBERON práctico.





miércoles, 27 de noviembre de 2013



CAMPAÑA NAVIDEÑA.




                           Esterilizar es un acto de humanidad.


Un día mi vecina me dijo que cuando se jubilara iba a coger un perro. El día llegó y tiene un cachorro de setter. El vendedor le dijo que era un cocker. El cachorro es pura dinamita y la señora está harta de  Rufino porque el animal quiere salir a la calle. Ella dice que con estos días de lluvia es un engorro sacarlo y por la noche ¡con lo bien que se está viendo la TV!  Y cuando hace frío, otro tanto.  Ahora, resulta que tiene claro que ya no quiere al perro. Es cuestión de días que el animal  pase a formar parte de los parias abandonados.




Ella ha sido abandonada, porque no la han comprendido y ni siquiera lo han intentado.

Un 95% de los animales abandonados son por causa del desconocimiento de los dueños que cogen a los animales sin enterarse previamente de sus costumbres. Animales y personas estamos conviviendo en este planeta desde hace  miles de años y los hemos humanizado tanto, que creemos que son un objeto más de todos cuanto tenemos, de nuestros trastos . Lo real no es así. Los animales son seres biológicos,  con vida, por tanto sensibles, capaces de sentir y sufrir como todo ente vivo, caso que no ocurre con nuestros trastos. Estos últimos se “estropean” pero no sienten, ¿se entiende eso? Pongamos un pequeño ejemplo: estamos entrando en la “campaña de Navidad”, lo que significa que perros y gatos son alimentados con langostinos, con tartas, con los huesos del cordero, que suelen astillarse y causan  graves heridas en los perros.  En Navidad las urgencias veterinarias rebosan de animales con trastornos alimenticios severos, todo porque el humano cree que son un trasto más. Pero, la lavadora o el frigorífico a lo más que pude llegar es a darnos el disgusto  de “no funcionar”, nunca se atragantarán o vomitarán, etc. como nuestros animales.




Volviendo  a mi vecina ¿De verdad espera que su perro esté con las patas cruzadas esperando a que lo saque para hacer sus necesidades? ¿Qué concepto tiene del perro, que es un extraterrestre? Es penoso, pero algunas personas tratan a sus animales como si fueran un mueble, o peor, su relación con ellos se basa en órdenes  sin sentido y en contradicciones que vuelven tarumba al animal. Una cosa está clara: los  animales tienen un sistema nervioso central, como nosotros, que hace que sientan hambre, frio, calor, amor y dolor. En las Protectoras, muchos perros mueren de paradas cardíacas por la ansiedad que les produce el abandono.




                       Antes de hacerte con un animal piensa



Primero compra un libro donde te aclaren cómo actúa y qué carácter tiene ese animal que te empeñas en tener, o visita a un veterinario para que te ayude a comprender un poco las ideas erróneas que tienes sobre los animales, aunque insisto: mejor un libro. Si no quieres gastar dinero, en las bibliotecas tienen libros sobre animales.





Ninnette Blanco & 

 Jean Leclerc





martes, 26 de noviembre de 2013



MI PERRO GRUÑE A LOS NIÑOS.




Causa: Su perro está advirtiendo al niño que no está a gusto con algo que está haciendo. Los gritos agudos de un niño pequeño pueden dañar el oído de un perro o asustar a uno que sea tímido. Enseñe al  niño a darle un premio al perro con suavidad y paciencia.

Forma de actuar: Empiece escuchando al perro para entender de qué se está quejando. Es probable que el niño esté haciendo algo que no está bien, como  tirar de su cola; muchas veces el niño es inconsciente de su infracción y no se da cuenta de que está molestando el sueño del perro, jugando demasiado cerca a su zona de comodidad, o acercándose demasiado a su comida. 



El 99% de los abandonos se dan porque los dueños de los animales no los entienden. Creen que son como los animales que salen en series de TV que parece que hablan varios idiomas. Para hacer la serie de REX, perro pastor alemán, se utilizaban hasta 6 perros para distintas tomas.



                                   Piensa primero y adopta después. 


Recuerde que si el perro está enfermo, le duele algo o tiene una edad avanzada, será menos tolerante que un perro sano y joven: por ejemplo, si su perro tiene artritis y un niño pequeño se apoya encima de su cadera dolorida podría incitarle a gruñir porque está haciéndole daño sin querer. Es responsabilidad suya enseñarle al niño a tratar al perro con el debido respeto para garantizar su propia seguridad.




Curiosamente hay personas que desconocen que los animales padecen enfermedades como cáncer, tumores, artritis, artrosis, enfermedades de la sangre . . . etc. y que consecuentemente tienen dolor y no suelen quejarse porque su instinto de supervivencia les aconseja sufrir sin emitir una queja, pues en el medio natural quejarse supone el hacerse audible y por tanto visible, para un depredador. Por ese motivo "sufren en silencio".





Si el niño es demasiado pequeño para entenderlo, protéjalos mutuamente con una barrera física, como una valla de seguridad para niños o una jaula para el perro. Si su tolerancia a un comportamiento infantil normal es baja, necesitará reeducación a base de refuerzo positivo para  enseñarle a asociar la presencia y actividades de los niños con elogios y recompensas. 





Puesto que la seguridad del niño es primordial, consulte a un experto o asista a clases de adiestramiento para que el adiestrador pueda identificar el problema. Nunca castigue o riña a su perro por gruñir a su hijo. Un gruñido no siempre quiere decir que el perro es peligroso sino que es una manera educada de avisar de que quiere que le dejen en paz.




Según sus estándares caninos, el perro está actuando adecuadamente cuando advierte verbalmente en lugar de arañar. Si le riñe por hacerlo pensará que está mal y la próxima vez quizás prefiera morder.



Demasiado joven para sufrir. Ya conoce lo que es el abandono.


Prevención: Supervise y proteja tanto al niño como al perro; asegúrese de que su perro tenga un lugar privado en el que pueda protegerse de los niños cuando lo requiera y enseñe a los niños a portarse bien con el perro; preste atención al lenguaje corporal del perro.






Perro abandonado porque padece una enfermedad que le deforma el ojo izquierdo. Ya ha sido operado y evoluciona bien. Se llama "BUBBLES", lo mismo que su enfermedad, que es conocida también con el nombre de BUBBLES.





FUENTE: "Resuelva los problemas de su perro" (Cómo evitar las situaciones desagradables).

AUTORA: Amanda O'NEILL, nacida en Sussex. Estudió literatura medieval en la Universidad de Exeter. Ha escrito más de 20 libros, como The Best-Ever Book of Dogs, DogBiz y Elija a su perro, publicado por Ediciones Omega. Es editora de The Complete Book of the Dog. También colabora en revistas caninas del Reino Unido. Vive en las Midlands con su hijo y unos cuantos perros pequeños, la mayoría de ellos rescatados.

EDICIONES OMEGA, S.A., Barcelona.


NOTA: La autora y los editores declinan toda responsabilidad derivada de las recomendaciones que se dan en este libro. Ante cualquier duda, consulte con su veterinaria o veterinario.









lunes, 25 de noviembre de 2013



MI PERRO TIENE MIEDO A LOS NIÑOS





Causa: El perro no ha sido socializado con niños desde pequeño; un perro, al no estar acostumbrado a los movimientos rápidos y espontáneos de los niños ni a su tono de voz más alto y penetrante que el de los adultos, podría considerarlos una especie nueva siniestra. También podría ser que el perro hubiera tenido experiencias desagradables con los niños (haber sido agarrado con fuerza, maltratado o atormentado).





Forma de actuar: La clave para desarrollar la confianza de su perro está en tratar los asuntos poco a poco y empezar trabajando a una distancia segura; procure no "desbordarlo" obligándolo a acercarse al objeto que lo atemoriza. Busque a un amigo con niños prudentes y pídale que lo ayude. Empiece con sesiones regulares de adiestramiento con recompensa y cuando se sienta seguro, invite a los niños a estar presentes en la sala de entrenamiento pero a la distancia más lejana posible, pídales que se sienten e ignoren por completo al perro, que ni siquiera lo miren.





Usted, en cambio, actuará como si los niños no estuviesen allí y realizará la sesión de adiestramiento en un tono de voz y actitud alegre y natural; tranquilizándolo no conseguirá más que reforzar su miedo. En el caso de los perros extremadamente miedosos, se recomienda utilizar un apaciguante de feromonas eléctrico, que se puede obtener en clínicas veterinarias. Estas feromonas liberan un producto químico tranquilizante indefectible por los humanos.





Seguramente harán falta varias sesiones antes de que el perro sea capaz de relajarse en esta situación, pero una vez lo haya conseguido, podrá ir acercando gradualmente a los niños y dejar que le hablen en tono de voz suave, moviéndose despacio, etc. Cuando se sienta seguro y usted crea que ya está preparado, déle premios a los niños para que se acerquen despacio al perro y se los dejen en el suelo delante de él.






La siguiente etapa será darle los premios directamente de la mano a la boca. Una vez se haya acostumbrado a los niños de la casa, invite a otros que se porten bien o pregunte en algún centro de adiestramiento canino si tienen grupo de niños.


Prevención: Asegúrese de que su perro haya sido socializado adecuadamente con niños y adultos; proteja a su perro de los niños que no saben comportarse.





FUENTE: "Resuelva los problemas de su perro"  (Cómo evitar las situaciones desagradables).

AUTORA:  Amanda O'Neill. Nació en Sussex, estudió literatura medieval en la Universidad de Exeter. Ha escrito más de 20 libros. como :
The Best-Ever Book of Dogs, DogBiz y Elija a su pedro, publicado por Ediciones Omega. Es editora de The Complete Book of the Dog. También colabora en revistas caninas del Reino Unido. Vive en las Midlands con su hijo y unos cuantos perros pequeños, la mayoría de ellos rescatados.

EDICIONES OMEGA, S.A., Barcelona

NOTA: La autora y los editores declinan toda responsabilidad derivada de las recomendaciones que se dan en este libro. Ante cualquier duda, consulte con su veterinario.




viernes, 22 de noviembre de 2013




DISCIPLINA: ¿BRUTAL O AMABLE?





Los perros necesitan que se les dirija. Antiguamente esa dirección solía proceder de otros perros; hoy día acuden a sus dueños para que les indiquen qué hacer y cómo actuar.





A nadie le gusta ser el malo de la película. Siempre que sacamos de la cama a nuestro perro en una fría noche de invierno, o tiramos de la correa hacia la izquierda cuando él desea desesperadamente ir a la derecha, experimentamos un sentimiento de culpabilidad. Enseñar obediencia y dar reprimendas lleva tiempo y es agotador, y a menudo resulta un fastidio para el perro. ¿A quién le gusta decir "no" al mejor amigo del hombre?





Mucha gente no se siente a gusto haciendo las veces de sargento ¿Que el perro se sube en el sofá? Nada que una aspiradora no pueda arreglar ¿Que saquea la basura? Pues se cierra la bolsa mejor y se esconde el cubo en el armario ¿Que se sube encima de los amigos? Basta con advertir de ello y rogar para que todo salga bien





Pero nunca sale bien. A menos que se enseñe a un perro lo que debe y lo que no debe hacer, éste se verá obligado a crear sus propias normas, que no coincidirán con las nuestras. Además, los perros sin disciplina tienden a ser perros sin amigos; cuando pasear por el barrio es un continuo tirar de la correa, los propietarios se vuelven reacios a los paseos; a los perros que saltan sobre desconocidos no se les lleva a los parques públicos muy a menudo; y los ladradores frenéticos serán los parias del vecindario.






LA NECESIDAD DE LÍDERES
-------------------------------

Pese a nuestra natural reticencia a supervisar o reprender, los perros necesitan disciplina (sin violencia física). Durante 40 millones de años, los perros vivieron, jugaron, cazaron y crecieron en el seno de grupos muy bien organizados, dirigidos por unos líderes llamados perros alfa, que dictaban las normas de conducta y de supervivencia. Los perros alfa podían ser severos y exigentes, pero siempre miraban por el bien del grupo y el resto de perros entendía y aceptaba ese hecho.




La disciplina adecuada es siempre amistosa. El perro establece estrechos vínculos con las personas y desea complacerlas. Por eso, la mayoría de las veces, más que reprimendas lo que necesitan son amables recordatorios con premio.





Hoy día muchos perros no han visto nunca un bosque [aún menos han vivido en uno], por lo que su necesidad de un líder es todavía mayor. Al no existir otros perros a los que obedecer, buscan nuestra guía, y no porque seamos más grandes o más inteligentes, sino porque, como los antiguos perros alfa, nosotros somos quienes controlamos todos sus actos. 





Llevamos la comida a casa, la administramos, decidimos cuándo pueden acompañarnos en la mesa o se quedan fuera de una habitación, y damos comienzo al juego o insistimos en que se queden quietos. A los ojos de nuestros perros, somos claramente los líderes del grupo, asumamos o no la responsabilidad que dicho cargo conlleva.





"Ser un líder implica más que dar órdenes e imponer disciplina", afirma la doctora Suzanne Hetts, especialista en conducta animal en Littleton, Colorado. Supone sobre todo establecer claramente qué es aceptable y qué no lo es. La sociedad humana es tremendamente confusa para los perros pero ellos nos observan continuamente con mucha atención para obtener pistas.





Por ejemplo, cuando alguien llama a la puerta, el perro no sabe con certeza si el visitante es amigo o enemigo ¿Debe ponerse a ladrar como un loco o ha de mover la cola? El perro no puede saberlo a menos que su humano se lo indique.





"El perro necesita interacción, dirección y organización", explica el doctor Ian Dunbar, experto en conducta animal de Berkeley, California. "Necesita rituales y le gusta conocer el status quo". En definitiva, lo que más requiere es una guía y saber cuáles son las reglas. Precisa disciplina y no será feliz a menos que la obtenga.





Hasta hace poco, la mayoría de los perros aprendía disciplina con métodos erróneos. Los adiestradores y otros expertos en animales (junto con muchos psicólogos) creían en el dicho de que quien bien te quiere, te hará llorar. El objetivo primordial del adiestramiento era poner al perro en su lugar y algunas de las tácticas empleadas para ello podían ser bastante crueles. El perro aprendía disciplina, sin duda, pero también aprendía a temer al castigo e incluso, en muchos casos, a temer a su propio amo.




Muchos perros se ven abocados al abandono porque sus humanos no saben qué hacer con ellos. Son incapaces de enseñarles nada.


ENSEÑAR CON TACTO
-------------------------

Muchas de las tácticas de adiestramiento canino  provienen de instructores militares alemanes o estadounidenses. Solía tratarse al perro como a un recluta que debía cumplir las órdenes (o los gritos) de un severo sargento de instrucción bajo amenaza de ser sometido a un consejo de guerra. En lugar de ser recompensados por su buena conducta, se les castigaba cuando hacían algo mal.





El adiestramiento a la antigua usanza suponía mucha disciplina física. Los entrenadores pensaban que las personas debían actuar como los perros alfa para imponer sus normas. Analicemos una técnica llamada papel alfa. A menudo se aconsejaba al amo que castigase a su perro obligándolo a enroscarse y a permanecer así. Físicamente resulta muy incómodo; emocionalmente también, ya que se fuerza al perro a adoptar una postura de sumisión.





Los collares de ahogo son otra forma de castigo. Están diseñados para apretar el cuello del perro cuando su amo tire de la correa. Al notar la presión en el cuello, el animal sabe que hace algo mal. Si se usan correctamente, estos collares no son nocivos y muchos adiestradores aún los aconsejan. Sin embargo, a menudo se recomienda tirar de la correa muy fuerte para que el collar reduzca u obstruya el paso del aire cuando el perro ladre, salte sobre la gente, tire de la correa o realice cualquier otra acción que "merezca" una rápida reprimenda.




Hoy la mayoría de los expertos no ve con buenos ojos estos métodos de adiestramiento anticuados, no solo porque son crueles sino porque las teorías en que se basan son del todo erróneas. Es cierto que los perros buscan la guía de sus líderes y esos líderes, en los antiguos grupos, podían imponer una dura disciplina. "Pero los perros alfa no eran tan sólo tipos duros [explica el Dr. Dunbar]. Los perros de más alto rango solían premiar a los de más baja categoría. Solían ejercer un control mental, no físico".





Los expertos llegaron a la conclusión de que los perros son animales inteligentes y sensibles que no merecen castigos físicos. De hecho, responden mucho mejor al aprecio y la amabilidad. Enseñar disciplina a un perro es sencillo dada su natural tendencia a ser complaciente. Sólo necesitan saber qué queremos y qué no.





DISCIPLINA AMABLE
__________________


Cualquiera que conozca un poco a los perros sabrá lo complacientes que son.  Les encanta comer y salir de paseo, pero lo que más desean es el amor y la aprobación de sus humanos. "Cuando entienden qué quieren las personas, hacen todo lo posible para complacerlas", apunta el Dr. Hetts. Tanto para enseñar a su perro normas de obediencia básicas como para corregir sus errores, obtendrá mejores resultados si le ayuda a entender qué espera exactamente de él. Castigar la mala conducta sencillamente no es necesario.





Enseñar qué está bien. A pesar de que los perros han convivido con el ser humano durante miles de años, sus impulsos son muy distintos a los nuestros. Tienden a realizar de manera espontánea lo que creen que es correcto y piensan que todo el mundo tiene la misma noción que ellos de lo que está "bien". Cuando comprenden que las personas esperan cosas diferentes, están más que contentos de poder complacerlas.





Por ejemplo, supongamos que quiere enseñar a su perro a caminar atado. En lugar de tirar de la correa cuando se dispone a hacer sus necesidades o cuando se equivoca de dirección, ayúdelo a entender que debe seguirlo a usted. "Cada dos kilómetros, quédese quieto y ordene a su perro que se siente", aconseja el doctor Dunbar. "No se mueva hasta que obedezca. Después dígale '¡buen chico!' y prémielo. Al final comprobará que su perro se sienta siempre que deja de caminar, ya que entenderá que usted controla la situación cuando lo lleva atado".





Ignorar lo que está mal. Los perros no son angelitos. Siempre hacen cosas que no deberían porque no saben cómo comportarse mejor o porque no pueden resistirse a la tentación. El castigo no es necesario en  ninguno de los casos. De hecho, no debe prestar ningún tipo de atención a las fechorías; lo que debe hacer es animar a su perro a que haga algo que esté bien.





Imagine que a su perro le gusta abordar a la gente que entra por la puerta. En lugar de tirar del collar cada vez que lo hace, urda un plan. Antes de abrir la puerta, ordénele que se siente. Espere unos segundos para asegurarse de que se queda quieto y, acto seguido, recompénselo y déle algo de comer. Los perros no son tontos y aprenden rápido que ciertos tipos de conducta [en este caso sentarse cuando alguien entra por la puerta] cuentan con su aprobación. Verá como adquiere los hábitos que usted premia.






Enseñar con dulzura.  "Olvidemos la idea de que debemos dominar por completo a nuestro perro", señala el Dr. Dunbar, no hay motivo para exigirle la precisión de un reloj o una obediencia total. "Los perros responden muy bien a la ternura y la paciencia, así como a la diversión, afirma el doctor. Siempre y cuando sea coherente con lo que ordena [por ejemplo, no dejarle subirse nunca al sofá, en lugar de prohibírselo sólo en ocasiones], el perro intentará acatar sus órdenes. Si Vd. es coherente (o sube al sofá, o no sube nunca), el resto es pan comido.






TRUCO
______

Todo perro aprecia ciertos objetos, recompensas e incluso palabras por encima de cualquier otra cosa. A la mayoría de los perros les apasiona la comida, ¡cómo no! Algunos adoran las pelotas de tenis; a otros les encanta que les lancen palos o que les acaricien las orejas. Elabore una lista con las cosas que más le gustan a su perro. "Cuando quiera enseñarle algo nuevo o recompensarle por un buen trabajo, haga uso de sus premios favoritos", explica el doctor Dunbar. Con una lista de 10 ó 20 objetos logrará que cada premio sea especial y variado, y que valga la pena conseguirlo.





También puede utilizar el concepto de recompensa para mejorar la conducta de su perro. Cada perro tiene una palabra favorita, como "pelota" o "galleta". Cuando desee que abandone una conducta, pronuncie su palabra preferida para que centre su atención en usted esperando obtener algo bueno. Entonces debe premiarlo.  No resulta fácil para un perro concentrarse cuando está fuera de casa. La comida es un excelente modo de captar su atención. El perro aprende a centrar la atención en su humano porque éste lo premia cuando hace lo que le ordena.









FUENTE: "Manual de educación canina" (Guía completa de los buenos modales).

COLABORADORES: Sheree Crute, Susan Easterley, Tony Farrell, 
Susan McCollough, Christian Millman, Jana Murphy, Amy D. Shojai.

REDACCIÓN: Mattew Hoffman

Könemann Verlagsgesellschaft mbH
Colonia, Alemania.