¿POR QUÉ LOS PERROS CAVAN AGUJEROS EN LA TIERRA?

Cavar es estimulante, tanto física como mentalmente. Esta forma de hacer minas a cielo abierto es un comportamiento sin solución para muchos perros. Lo hacen como algo instintivo que en algún tiempo tuvo su utilidad.

AVISO A LAS PERSONAS QUE TIENEN PERROS (Y NIÑ@S): Está volviendo a aparecer comida envenenada y con clavos (en zonas ajardinadas) para que los perros que husmean se lo coman y mueran con terribles dolores ¡Tened cuidado!.



Aunque los lobos se dan banquetes con grandes hervíboros como los ciervos, también comen un número sorprendentemente alto de pequeños roedores. Para capturar a estos pequeños mamíferos utilizan una garra parecida a las de los gatos. Sin embargo, más que sentarse pacientemente a la puerta de la guarida, esperando tranquilamente a que salga su comida, como haría un gato,

 es típico del lobo utilizar las zarpas delanteras para cavar en el lugar en donde se ha metido el animal hasta que encuentra su presa. Esta es una de las razones por las que los perros hacen hoyos y luego los abandonan.

En Bogotá también se hacen negocios con los animales. Aquí tenemos a un "paseador" de perros, con una auténtica jauría y que más tarde abandona para ir a entretenerse a otro lugar, dejando a los animales expuestos a robos, a insolaciones. . . etc.

Debido a que en la naturaleza unas veces hay mucha comida y otras escasea, los lobos tienen la costumbre de esconder la que les sobra. Cuando han llenado su estómago, cavan en la tierra y entierran parte del esqueleto para consumiciones futuras.

Los perros hacen lo mismo con los huesos, por supuesto, pero hoy día a pocos perros se les proporcionan huesos para masticar. El deseo de almacenar la comida sigue ahí; por eso, con el estómago lleno, el perro cava un hoyo pero al no tener nada que guardar en él, simplemente lo olvida.

También cavan por aburrimiento o para evadirse, pero en definitiva, lo hacen porque estimula sus sentidos y tonifica los músculos, a la vez que libera un montón de olores de la tierra. Muchos de ellos son de origen orgánico y dejan un buen sabor de boca. Los gusanos, los insectos, las materias en descomposición, la humedad: todo esto es una verdadera delicia para los exigentes sentidos caninos.

FUENTE: Mr Bruce Fogle es doctor en Veterinaria y miembro del Royal College of Veterinary Surgeons del Reino Unido. Además de ejercer su profesión, es conferenciante sobre conducta animal en facultades de Veterinaria de todo el mundo. Es autor de varios libros sobe los problemas de conducta de animales domésticos, entre ellos: "La Mente del Perro" y "La Mente del Gato".

EDICIONES TEMAS DE HOY, S.A. (T.H.) 1994, Madrid

Colección: Bolsitemas.