UNA RESIDENCIA PARA "SIRE"
RESIDENCIA CANINA f. Establecimiento destinado a albergar a un perro por un periodo de tiempo determinado.
* Situación Típica: el perro llega a una residencia canina y tiene miedo al ver las instalaciones y al gerente.
* Lo que piensa el perro: "No quiero quedarme en la residencia".
LA EXPLICACIÓN DEL VETERINARIO
Antes de la pubertad y poco después de ella, el cachorro es muy sensible al medio que le rodea. Todo acontecimiento estrenaste puede generar en él miedos y fobias, por lo que debe evitarse la residencia canina. Pero si esto no es posible, antes de dejar a tu perro verifica si las instalaciones y el personal son adecuados. De ser así, lleva a tu perro un día, como prueba, para asegurarte de que todo estará bien. Ponle un collar difusor de feromonas tranquilizantes (de venta en tiendas de animales), para tranquilizarlo.
Después de la pubertad, la reacción del perro dependerá de su estatus en tu familia. Si él es el dominado, aceptará sin pestañear tu partida, sobre todo si se encariña con el personal de la residencia. Por el contrario, si él es el dominante, puede que no tolere que te vayas (en tal caso, controla los movimientos de los miembros de la familia).
He aquí algunas sugerencias para asegurar el cuidado de tu animal en vacaciones.
> La residencia canina: para conocer buenos locales, pregunta a tus amigos y al veterinario. Lo ideal es ponerla a prueba uno o dos días, antes de salir de vacaciones.
> El cuidado a domicilio: esta fórmula conviene a los perros viejos. Pero si ningún conocido tuyo puede instalarse en tu casa, contrata a una empresa especializada, que te proporcionará la persona adecuada.
> La familia adoptiva temporal: es una opción más cómoda que la residencia canina. La mejor solución es confiar tu perro a una persona que lo conozca. También puedes recurrir a alguna empresa especializada. Para evitar sorpresas, haz una prueba durante un fin de semana antes de irte de vacaciones.
> Las visitas a domicilio: esta es la solución ideal para las ausencias cortas (trabajo, fines de semana). Una persona va a tu casa para alimentar, jugar y pasear a tu perro una o más veces al día.
¡Vete tranquil@ y en paz!
Deja al cuidador de tu perro su cartilla de vacunación junto con las instrucciones en caso de estar bajo tratamiento médico, su certificado de microchip, la ubicación de su veterinario en caso de que enferme, tu número de teléfono, los alimentos y, si es el caso, los medicamentos necesarios en cantidad suficiente. Igualmente precisa los horarios del perro: horas de comida, de paseo, de dormir, etc., y sus hábitos más comunes.
FUENTE: "MINI DICCIONARIO BILINGÜE: ESPAÑOL/PERRO
PERRO/ESPAÑOL" (160 palabras para aprender a hablar PERRO con fluidez).
TEXTOS: DOCTOR JEAN CUVELIER
© 2008 Larousse
© 2011 Larousse editorial, S.L., Barcelona
VOX (y su logotipo) es marca registrada de Larousse Editorial
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si tienes algún comentario no dudes en hacerlo. Gracias.