viernes, 30 de mayo de 2014



¿ESTÁ PERDIDA LA BATALLA DEL PELO DE LOS ANIMALES, 
DENTRO DE CASA?






Con el calor llega la muda, y con ella, si no damos a nuestro gato los cuidados necesarios, un peligro importante para su salud: LAS BOLAS DE PELO.


Los humanos tenemos la "innata tendencia" de adjudicar la culpa de todos nuestros problemas a "los otros".





La lengua del gato está diseñada para arrastrar la suciedad y también se traga mucho pelo, que suele hacerse una bola en el estómago y si  no se elimina adecuadamente, puede ocasionarle la muerte.


En el caso de los pelos que flotan por los hogares en los que vive uno o más gatos, ¿de quien es la culpa de esa neblina pilosa? ¡vaya pregunta!
¡Evidentemente, del gato!.




Pues no, queridos amigos. Se podría decir que el gato solo tiene parte de la culpa, ya que es verdad que de su organismo se han desprendido esos pelos que pueblan nuestros sillones, que se visualizan desde lejos en nuestras prendas oscuras, que aparecen formando estructuras de diversas y esponjosas formas tras los armarios y bajo las camas, pero eso forma parte de su fisiología.





El pelo del gato cae, especialmente en ciertas épocas del año, "muda", es algo normal, una realidad contra la que no se puede hacer nada. Pero en algunas ocasiones la caída del pelo del animal puede ser mayor, inadecuada, incluso patológica por deficiencias nutricionales o por la presencia de algún elemento patógeno.  En ese caso, el aumento de pérdida de pelo ya no es "culpa" del gato, y en esos casos, la "culpa" es nuestra, sea por no dar una correcta alimentación o por no llevar al animal al veterinario para poner solución al problema de base.






Muda patológica. Es indispensable que el veterinario vea al gato, para tratarlo, de lo contrario, puede degenerar en una grave infección.



Pero queridos amigos de los felinos, el principal problema de la falta de control del destino final de los pelos no es que tengamos que cepillar nuestras ropas o pasar más veces el aspirador, ni mucho menos. El verdadero problema de esa falta de control es que el animal ingiera sus estructuras pilotas de forma masiva.




Gato en actitud de vomitar la bola de pelo. 



El gato se pasará horas al día atusándose con su lengua por todo el cuerpo, para lo que adopta posturas que consideramos imposibles. Y mediante su "rasposa" lengua al final ingiere una enorme cantidad de pelo que no debería alcanzar el interior del su organismo.




Síndrome de retención gástrica secundaria de bolas de pelo, que pueden ser alojadas de forma crónica y generar vómitos intermitentes repetitivos.


Esta entrada masiva de pelo en el aparato digestivo puede llegar a provocar "atascos", que en el peor de los casos requerirá el paso del animal por el quirófano. Pero no queremos esto, ¿verdad?.





Pues entonces se debe comenzar a asumir que el gato no quiere amargar la vida de su propietario lanzando sus pelos por el entorno, que se puede evitar ese "conflicto estético del hogar", que la verdadera responsabilidad en la masiva pérdida de pelo es del propietario y, lo más importante, que no controlar el destino del pelo que cae de su cuerpo puede provocar graves problemas en su organismo.






Para ayudar al gato en este proceso, especialmente durante las épocas de muda de pelo, hay que cepillar frecuentemente, aportar malta, usar hierba "gatera" (aunque aquí no todos los expertos están de acuerdo) y dar alimentos "a medida".  Estas acciones, que son sencillas e incluso nutritivas, pueden evitar que el cúmulo del pelo ingerido por el atusado provoque la formación de las peligrosas bolas de pelo en el organismo del felino.



Para ayudar al gato a eliminar las bolas de pelo, se le debe administrar malta, de venta en consultas veterinarias o en grandes almacenes. La dosis varía, y las instrucciones vienen perfectamente señaladas en el prospecto del envase. Hay gatos a los que les entusiasma y hay otros a los que no. A los que se niegan a tomarla, se les puede untar una pata delantera con la malta y enseguida se lo lamen.





Debemos asumir nuestras responsabilidades y entre ellas está ser conscientes de que el cuidado integral de nuestro gato doméstico depende de nosotros en todo momento.




Los gatos que viven en el interior suelen hacer mudas de pelo constantes, por lo que requieres más atención.









FUENTE: "El Gato en casa" Revista cortesía de Royal Canin 
(edición gratuita, prohibida su venta) Nº 32, junio 2013.

AUTOR DEL ARTÍCULO: CARLOS RODRÍGUEZ, Veterinario.

EDITA: Royal Canin Ibérica, S.A., Madrid





















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