viernes, 25 de abril de 2014



EL GATO QUE MARCABA SU FRONTERA


Las heces





En las encuestas a los dueños de gatos una de sus principales virtudes como mascotas es que "son muy limpios". Gracias a su instinto, se preocupan de ocultar sus deposiciones con arena, tierra u hojarasca desde muy pequeños. Por tanto, uno de los problemas de convivencia que surgen con los humanos con los que habitan es la deposición de heces en lugares que no sean su bandeja.





Si la bandeja del gato no se limpia todos los días de dos a tres veces, el gato se negará a utilizarla, haciendo sus necesidades (líquidas y sólidas) fuera de la caja higiénica. En cualquier lugar de la casa que esté lo suficientemente limpio.


Muchas especies de carnívoros utilizan las heces y las secreciones glandulares que las acompañan como vehículo de información, de forma que cuando defecan las propias heces presionan al salir las glándulas anales impregnándose de estas secreciones. El dónde y cómo depositar los excrementos es una cuestión similar a los marcajes urinarios. 





El gato, después de defecar tapa las heces, para que no desprendan olor y por tanto no delatar su presencia, ante posibles competidores o depredadores.


En estudios de campo realizados con felinos silvestres, como el lince de Canadá o el gato montés europeo, se ha comprobado que existen dos maneras diferentes: una de ellas, la típica de los gatos caseros, es cubriendo cuidadosamente las heces. Esta forma más "higiénica" la realizan dentro de su territorio, en su área de eliminación, o lugar destinado a depositar sus heces. 





La otra manera consiste en depositar las heces en lugares prominentes y sin tapar, al estilo de la mayoría de los carnívoros, en el punto en que mejor se vean. Esta modalidad la realizan principalmente en las zonas de paso, en las "fronteras". Al igual que las marcas de orina, están informando a los visitantes sobre quién ha pasado por allí. En el caso de los gatos domésticos, aunque haya diferencias de opinión según los diversos autores, el hecho de defecar fuera de sus lugares habituales indica un estrés y, por tanto, una "necesidad" de asegurar un territorio que está en peligro.





Cuando encontremos las heces y/o la orina del gato en medio del salón, en puertas de acceso a habitaciones o incluso encima de la cama, estaremos encontrando una nota que significa: ¡"Estoy aquí y este sitio es mío!". Suele ocurrir cuando hay más de un gato en casa, o aunque tengamos uno sólo, que esté sin esterilizar.





El hecho de que los gatos entierren sus heces no se debe a motivos higiénicos, aunque a nosotros nos guste pensar que son muy limpios. En colonias de gatos en las cuales no hay jerarquías, pero sí individuos dominantes, una de las funciones de tapar sus excrementos es minimizar la probabilidad de que su información olfativa sea detectada por otros gatos. Es una forma de supeditarse, de "no provocar". Cuando nuestro gato tapa sus heces está, a su manera, supeditándose a nosotros, reconociéndonos como dominantes.





FUENTE: "EL LENGUAJE DE LOS GATOS" (Cómo se comunican entre ellos y con nosotros)

AUTOR: Santiago G. Caraballo, es licenciado en veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid (1980). En 1995 abre la primera clínica veterinaria en Madrid especializada en medicina felina. Clínica Veterinaria Gattos (www.gattos.net). Ha sido colaborador en el suplemento dominical del diario EL PAIS (columna "Animales"), y en programas de radio sobre animales domésticos (como "Ládrame mucho"). Su estudio inédito El mastín español, historia de un compañero, recibió el premio de investigación convocado por la Real Sociedad Canina, en el que analiza el origen de los perros, la evolución de esta raza su utilidad y psicología.

© Santiago García Caraballo, 2003
© De esta edición: ATELES EDITORES, S.L., ALCOBENDAS, MADRID 


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