martes, 10 de diciembre de 2013



TRÁTALA CON CUIDADO.





Los colores vibrantes son a menudo una señal de advertencia de que el animal tiene otro as en la manga: veneno. Algunas criaturas de colores brillantes producen sustancias químicas que pueden dañar a los depredadores que intentan comérselas o incluso tocarlas.





Muchas orugas y mariposas, por ejemplo, disponen de toxinas abrasadoras. 





Varias ranas que habitan en la selva y algunos tritones y salamandras disponen de un veneno mortal en la piel.






Incluso hay una especie de pájaro, el pitohui, que tiene veneno en las plumas.



           
                                           Pitohuy encapuchado.


Los indios chocó de sudamérica hacen más efectivas las puntas de sus flechas frotándolas con veneno de rana. Con el veneno la flecha mata mucho más deprisa al animal.




Las ranas venenosas viven en bosques tropicales de sudamérica. Son pequeñas pero el veneno de su piel es de las sustancias más tóxicas de la Tierra.








Un tritón adulto tiene suficiente veneno en la piel como para matar a diez personas.



                                                        TRITÓN



Sapos tóxicos


Los depredadores no pueden confiar en que el color les advierta de la existencia de veneno, porque muchos animales de colores discretos también lo almacenan. Por ejemplo, casi todos los sapos pueden expulsar por la piel una sustancia viscosa y tóxica.





Cuando un depredador muerde, inmediatamente nota algo horrible y abandona el sapo. En algunos casos, el veneno puede hacer enfermar al depredador o incluso matarlo.




Sin embargo, los venenos de los sapos no son dañinos para los humanos 
[¡a menos que tú también quieras comerte un sapo!].





Los sapos de caña se han extendido por lugares en los que inicialmente no habitaban. En estas zonas, los depredadores a menudo mueren cuando intentan comerse a los sapos que desconocen.




Como ocurre con muchos sapos, el de caña o marina expulsa espuma por las glándulas de la piel. El veneno del sapo de caña puede llegar a matar a un perro mediano.








FUENTE: "Animales peligrosos"

AUTOR: George McKay

ILUSTRADOR DE LA OBRA: Avril Makula

© EDICIONES LIBRERÍA UNIVERSITARIA DE BARCELONA, S.L.,
Barcelona.









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